InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Sociedad siglo XXI

3.07.07

Monseñor Sistach tiene razón al equiparar el repudio con la actual ley del divorcio

"La Ley aprobada por el Parlamento respecto al divorcio hiere profundamente la estabilidad del matrimonio, hasta el punto de que este tipo de divorcio equivale prácticamente al repudio."

Ciertamente se puede decir más alto. Más claro no. Monseñor Lluis Sistach, arzobispo de Barcelona, no se anduvo ayer por las ramas al hablar sobre la actual legislación matrimonial en España. De hecho, muchas relaciones mercantiles o societarias están más protegidas que el matrimonio. Y cabría preguntarse si se puede llamar matrimonio a algo que puede disolverse irremediablemente aunque una de las dos partes no quiera. Y ojo que no siempre la parte que rompe, o provoca la ruptura por su comportamiento nefando, es la que al menos se lleva la peor parte. Conozco varios casos en los que el cónyuge que rompe por haber empezado otra relación sentimental es el que se queda en el hogar familiar, mientras que el otro, que no tenía intención de separarse, se encuentra en la calle y en no pocas ocasiones teniendo que pagar una pensión a la otra parte, que acaba metiendo en casa a su nueva pareja, con la que no se casa para poder seguir cobrando del anterior. Y eso con hijos o sin hijos por medio.

Leer más... »

22.04.07

Setenta mil lo dejaron, once mil volvieron.

Según un artículo del último número de la revista Civiltà Cattolica, el Vaticano estima que 69.063 sacerdotes abandonaron su ministerio entre los años 1964 y 2004, pero 11.213 regresaron al sacerdocio entre el 1970 y el mismo 2004. De entre los que salieron, algo menos de 57.000 lo hicieron para casarse, mientras que el resto lo hicieron por crisis de fe, problemas con sus superiores, con la doctrina, etc. Pero que uno de cada siete sacerdotes que han dejado el sacerdocio hayan vuelto a ejecerlo, indica que la Iglesia tiene siempre los brazos abiertos para acoger a quien ha cometido errores o ha tenido dudas.

No voy a caer en la simpleza de llamar ovejas perdidas a los sacerdotes que han abandonado el sacerdocio. Un gran número de ellos siguen en comunión con la Iglesia e intentan ser buenos cristianos desde su reducción al estado laical. Pero es obvio que cuando alguien, libremente, ha dado el paso de comprometerse definitivamente con Dios y su Iglesia para servir como sacerdote y luego da marcha atrás, algo se quiebra. Es por ello que debemos felicitarnos cuando se invierte el camino y el sacerdote vuelve a ser en la práctica lo que sacramentalmente nunca dejó de ser.

Leer más... »

3.02.07

La sequía en España es doble.

El planeta se calienta y la fe se enfría. Así podría haber titulado este post. Al menos en lo referente a la fe en España. Los últimos datos sobre el número de seminaristas en este país confirman que todavía estamos pasando por un invierno de vocaciones al sacerdocio. Y es de suponer que ese invierno será aún más crudo en cuanto a las vocaciones a la vida religiosa. Se pueden dar muchas explicaciones a lo que ocurre pero creo que todas se resumen en una: la fe católica está en crisis en España. El número de vocaciones no es sino el termómetro de la fe en todo el país. Y no es que tengamos fiebre, no. Es que tenemos una crisis de hipotermia que amenaza con dejarnos paralizados y llevarnos al cadalso.

Por más que obispos y sacerdotes se empeñen, que no siempre lo hacen con la diligencia deseada, de donde no hay no se puede sacar. Hay un fracaso generacional evidente. Un fracaso absoluto de la familia como transmisora de la fe. Y si la fe no se transmite de padres a hijos, ¿cómo van a salir sacerdotes, religiosos y religosas de esos hijos?

Leer más... »

22.01.07

La Iglesia soñada

Hablo de la Iglesia soñada por muchos -no por mí, evidentemente-. Una Iglesia donde la moral sexual sea respetuosa con las opciones personales y no se condene la homosexualidad, la poligamia, la poliandria, etc. Una Iglesia que regale condones a la salida de cada celebración comunitaria, en especial a los jóvenes y a las parejas con dificultades económicas. Una Iglesia donde la liturgia sea modificada en base a los gustos de cada comunidad parroquial y no esté aprisionada por normas arcaicas. Una Iglesia donde no haya discriminación entre hombres y mujeres, de tal manera que éstas puedan acceder al sacerdocio, el episcopado y, ¿por qué no?, también al papado.

Una Iglesia donde el dogma pase a ser proscrito, pues impide la libertad de conciencia al obligar a todos a aceptarlo para ser miembros de la comunidad. Una Iglesia donde el Código de Derecho Canónico pase a ser una reliquia impía, recuerdo de un pasado de opresión. Una Iglesia que niegue la posibilidad de condenación eterna y se oponga a la existencia de un infierno que, sin duda, es contrario a la idea de un Dios bueno, misericordioso y guay. Una Iglesia consciente de que su libro sagrado, como el resto de libros sagrados, no deja de ser una colección de mitos moralizantes con cierto ropaje de verosimilitud histórica, que en todo caso no es testigo fiable de hechos históricos.

Leer más... »

1.01.07

Querido cardenal: No tenemos derecho a no predicarles el evangelio

He leído la carta que el Emmo. y Rvmo. Cardenal Arzobispo de Sevilla, Don Carlos Amigo Vallejo, ha escrito con motivo de la próxima Jornada Mundial de las Migraciones del 14 de este mes. La misma se puede leer íntegra en la web de la archidiócesis sevillana.

Estimado don Carlos, desde el mayor respeto a su persona y a su condición de pastor y príncipe de nuestra amada Iglesia, quiero hacerle algunas observaciones sobre dicha carta.

Primero de todo, decirle que estoy totalmente de acuerdo con usted en sus palabras sobre la dignidad humana de todos y cada uno de los inmigrantes que llegan a nuestra tierra. De la misma manera que para Dios no hay personas "con papeles" y "sin papeles", los cristianos no podemos distinguir entre hombres, mujeres y niños con papeles o sin los mismos.

Leer más... »