InfoCatólica / Razones para nuestra esperanza / Categoría: Doctrina Social y Política

18.07.15

La cruz, la hoz y el martillo –2

Uno de los representantes más famosos de la llamada “Teología de la Liberación” es el sacerdote brasileño Frei Betto. Durante dos años (contrariando una clara norma del derecho canónico), Frei Betto formó parte del Gobierno del Presidente Lula en Brasil, coordinando el programa humanitario “Hambre Cero”. A continuación reproduzco (en letra itálica) parte de una noticia publicada por la Agencia Católica de Informaciones (ACI) acerca de una entrevista en la cual Frei Betto elogia a Fidel Castro y a Carlos Marighella (el líder de la guerrilla marxista brasileña) y reconoce su pasado guerrillero. Intercalo mis comentarios en letra normal.

Leer más... »

16.07.15

La cruz, la hoz y el martillo –1

El propósito de este artículo es comentar algunos textos extraídos de: Pbro. Arnaldo Spadaccino, Prólogo, en: Encíclicas Populorum Progressio (de Pablo VI) y Mater et Magistra (de Juan XXIII), Editorial Diálogo, La Paz – Canelones, 1967.

He tomado conocimiento de esos textos a través de citas encontradas en: Pbro. Felix García Álvarez, Consideraciones a propósito de la gravitación de la Iglesia en la Constituyente de 1830 y sus consecuencias. ¿Existió crisis contemporánea en la Iglesia uruguaya?, Imprenta Arias, San Carlos – Maldonado, 1981, pp. 104-108.

Aunque este último libro tiene un valor relativo, con algunos aspectos de carácter panfletario, posee al menos la virtud de contribuir a conservar, a través de las citas mencionadas, el interesante escrito referido del Pbro. Spadaccino, quien fue un sacerdote muy influyente del clero secular montevideano (en 1970 era el Responsable de Pastoral de la Arquidiócesis de Montevideo).  

A continuación reproduciré los textos en cuestión del Pbro. Spadaccino, indicando las páginas correspondientes del referido Prólogo.

El autor se congratula de las profundas analogías que él cree encontrar entre la doctrina de la Encíclica Populorum progressio (publicada en marzo de 1967) y la doctrina marxista: “Sin embargo, creo que en ningún otro documento hasta ahora podrían señalarse profundas analogías con la doctrina marxista. La Iglesia ha dejado de tener miedo” (Pbro. Arnaldo Spadaccino, o. c., pp. 14-15).

El Pbro. Spadaccino sugiere implícitamente que antes de 1967 la Iglesia tenía miedo de plantear “profundas analogías con la doctrina marxista”. Pronto veremos que esas “profundas analogías”  no son tales, pero de momento me interesa subrayar que esta visión de un Magisterio de la Iglesia supuestamente dominado por el miedo no es compatible con la fe católica. Dicha visión parece provenir, en cambio, de la interpretación “rupturista” del Concilio Vaticano II, que ve a éste como una especie de quiebre en la historia de la Iglesia y casi como un nuevo comienzo absoluto, que obliga a descartar casi todo lo que es “pre-conciliar”.

Leer más... »

14.07.15

“Cristianismo y Revolución”

La revista Cristianismo y Revolución, publicada en Argentina de 1966 a 1971, fue un emblema del catolicismo marxista y una de las fuentes intelectuales de la guerrilla argentina. Dirigida por el ex seminarista Juan García Elorrio hasta su fallecimiento en 1970 y posteriormente por Casiana Ahumada, fue un medio de expresión del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, de varias organizaciones guerrilleras argentinas y latinoamericanas (incluyendo a los Tupamaros) y de agrupaciones obreras de extrema izquierda.

Cristianismo y Revolución es un ejemplo paradigmático de lo que C. S. Lewis llamó el “cristianismo y”, es decir una combinación del cristianismo con otra cosa, hecha de tal modo que toda la atención se centra en esa otra cosa. La lectura del índice completo de los 30 números publicados de Cristianismo y Revolución basta para convencerse de que los responsables de la revista estaban infinitamente más interesados en la revolución que en el cristianismo. No se encuentra en ella ningún tema puramente religioso, sino sólo temas políticos, tratados desde un punto de vista revolucionario, de tendencia marxista.

Leer más... »

9.03.14

Los valores “no negociables”

El Papa Benedicto XVI se refirió en distintas ocasiones a los que él denominaba principios o valores no negociables de los católicos en la vida política, enumerando varios de esos principios: el derecho humano a la vida, los derechos naturales del matrimonio y de la familia, la libertad de educación, la libertad religiosa, el bien común y la justicia social, etc.

Se ha criticado la expresión “valores no negociables” diciendo que los valores son valores y punto. No habría lugar pues a una distinción entre valores negociables y no negociables. El propósito de este artículo es mostrar que la expresión en cuestión es correcta y muy útil, porque subraya un carácter peculiar de algunos valores políticos, de los que otros valores políticos carecen.

Leer más... »

6.04.13

Una reflexión de Newman sobre los cristianos y la política

“Los cristianos se apartan de su deber… no cuando actúan como miembros de una comunidad, sino cuando lo hacen por fines temporales o de manera ilegal; no cuando adoptan la actitud de un partido, sino cuando se disgregan en muchos. Si los creyentes de la Iglesia primitiva no interfirieron en los actos del gobierno civil, fue simplemente porque no disponían de derechos civiles que les permitiesen legalmente hacerlo. Pero donde tienen derechos la situación es distinta, y la existencia de un espíritu mundano debe descubrirse no en que se usen estos derechos, sino en que se usen para fines distintos de los fines para los que fueron concedidos. Sin duda pueden existir justamente diferencias de opinión al juzgar el modo de ejercerlos en un caso particular, pero el principio mismo, el deber de usar sus derechos civiles en servicio de la religión, es evidente. Y puesto que hay una idea popular falsa, según la cual a los cristianos, en cuanto tales, y especialmente al clero, no les conciernen los asuntos temporales, es conveniente aprovechar cualquier oportunidad para desmentir formalmente esa posición, y para reclamar su demostración. En realidad, la Iglesia fue instituida con el propósito expreso de intervenir o (como diría un hombre irreligioso) entrometerse en el mundo. Es un deber evidente de sus miembros no sólo asociarse internamente, sino también desarrollar esa unión interna en una guerra externa contra el espíritu del mal, ya sea en las cortes de los reyes o entre la multitud mezclada. Y, si no pueden hacer otra cosa, al menos pueden padecer por la verdad, y recordárselo a los hombres, infligiéndoles la tarea de perseguirlos.”

(John Henry Newman, Los arrianos del siglo IV).


InfoCatólica necesita vuestra ayuda.



Para suscribirse a la revista virtual gratuita de teología católica “Fe y Razón”

Por favor complete y envíe este formulario. Se enviará automáticamente un mensaje a su email pidiendo la confirmación de la suscripción. Luego ingrese a su email y confirme la suscripción.