(54) Que nunca es bastante
1.- No imagino tormento mayor que estar sin Cristo. Por eso, ora, para estar con Él. Que nunca es bastante.
2.- Los discípulos pidieron al Señor que les enseñara a orar. Cuánto asombro les inundaría, contemplándole.
3.- Del Padre Nuestro en tu mente y en tu corazón todo el día, brotan tremendos surtidores de gracia en tu vida.
4.- Calla y escucha la Voz del Hijo del Hombre, orando en ti cuando oras.