Conjuras y concilios
En marzo de 631 el duque de Septimania, Sisenando (Sigisananths), llegaba a Toledo para ser proclamado rey por la asamblea de la nobleza rebelde a Suíntila. Contaba con el apoyo de muchos nobles y los principales obispos, particularmente Isidoro de Sevilla, a cuyo discípulo Braulio el rey nombró obispo de Zaragoza (Caesaraugusta) poco después. No obstante, su reinado comenzó de forma tormentosa.