Particularismos en la liturgia: de fondo, un problema eclesiológico
La Iglesia es la Esposa del Señor; con gusto la contemplaba así san Ignacio de Antioquía, y la definió: “católica” (Ad Esm. VIII,2), y con tan hermosa expresión la denominaron con frecuencia los Padres: “la Católica”.
Integra en su catolicidad lo particular, la diversidad; es riqueza que se une y genera comunión, evitando disgregar, romper, exaltar lo peculiar y diferente como necesidad de autoidentificación, de distinguirse ante los demás católicos o ante el resto de la Iglesia Católica.