9.03.10

Arsuaga presiona a Rajoy y Requero dice lo obvio

Como esto siga mucho tiempo, voy a tener que invitar a Ignacio Arsuaga a unas cañas porque no deja de darme material para escribir posts. Bromas aparte, me parece apropiada y necesaria la reacción de HO ante las previsibles palabras de Rajoy sobre la derogación de la nueva ley del aborto. Especialmente interesante es que le hayan dicho a Mariano que si no incluye dicha derogación en su programa electoral, “no ganará las elecciones". Eso sí que puede asustar al político gallego. HO ha demostrado una capacidad de convocatoria tal, que como se dedique a pedir que no se vote al PP -incluso sin necesidad de pedir el voto para otros-, los populares pueden tener problemas.

Distinto es que muchos puedan pensar que con eso no basta. Habrá quien crea que no merece la pena perder el tiempo con un partido que ha vivido la mar de contento mientras en España aumentaban exponencialmente los abortos. No creo que sean pocos los que recuerden que Rajoy dijo estar conforme con la anterior ley, lo cual le convierte en un pro-abortista más. Y no creo que sea pequeño el número de personas que opinen que se cae en una trampa si nos conformamos con pedir la derogación de la nueva ley y no la de toda legislación favorable al aborto. A este último argumento se puede oponer el de que conviene ir paso a paso hasta la victoria final. Es decir, se empezaría por derogar la nueva ley, se seguiría imponiendo la aplicación estricta de la anterior, no permitiendo que el cuarto supuesto se convirtiera en una puerta abierta para el aborto libre -como de hecho ha ocurrido, y se acabaría por penalizar todo tipo de abortos. Se puede estar de acuerdo en una estrategia u otra. Lo que no podemos hacer es tirarnos los trastos a la cabeza por pensar de forma diferente. Todos queremos lo mismo: acabar con el aborto. Discutamos hasta la extenuación sobre la mejor forma de lograrlo pero evitemos descalificaciones gruesas al que no está de acuerdo con nosotros.

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8.03.10

Ya hemos demostrado que sabemos manifestarnos, pero no basta

El 7 de marzo pasará a la reciente historia de este país como el día en que el movimiento cívico provida ha vuelto a demostrar su capacidad de movilizar a aquellos ciudadanos españoles que no se resignan a la victoria de la cultura de la muerte. La manifestación de Madrid fue la más importante pero también han destacado las celebradas en distintas ciudades de España. Muchos miles de personas -paso de la guerra de cifras- llevaron la alegría a la calle. Y es que cuando se defiende la vida, el tono festivo se impone a la amargura de constatar que tenemos un gobierno dedicado por entero a promover la muerte bajo el eufemismo de los supuestos derechos de las mujeres. ¡Qué gran mal hacen a la mujer aquellos que la “conceden” el derecho a matar a su hijo antes de nacer!

En resumidas cuentas, las organizaciones convocantes, entre las que creo que es justo decir que llevaban la voz cantante HO-DAV -sin que eso suponga ningún desprecio o ninguneamiento al resto-, pueden estar hoy muy satisfechas por el resultado obtenido. Ahora bien, no nos engañemos. La ley está ya aprobada y sancionada por el Rey. Y por mucho que algunos políticos del PP digan que harán lo posible por derogarla, no está nada claro que el principal partido de la oposición dé un solo paso en esa dirección si ganas las elecciones. Es más, si la derogación va a suponer volver a la anterior ley, bajo la cual se producían más de cien mil abortos al año, creo que se puede decir que “para ese viaje no hacen falta estas alforjas”.

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7.03.10

¿Y quién nos defiende de la pederastia del Estado?

La depravación y degeneración moral de Occidente alcanza en algunos países europeos unos niveles ciertamente preocupantes. Pero si ya es grave que la población adulta se entregue con fruición al cambio de pareja -con o sin divorcio-, al consumo de pornografía -sector que no conoce la crisis- y al aborto, lo que verdaderamente empieza a ser escandaloso es la actitud pederasta de algunos estados, que parecen empeñados en que niños y jóvenes entren a formar parte cuanto antes del círculo de inmoralidad sexual de sus adultos.

Lo vemos en Suiza, donde al gobierno no se le ha ocurrido otra cosa que proponer la venta de condones pequeños para niños de 12 a 14 años. Y lo vemos en España, donde el gobierno usa algo tan “sagrado” como la Cruz Roja para proponer a nuestros adolescentes que practiquen todo tipo de actividad sexual salvo el sadomasoquismo y la zoofilia.

Yo no sé si a los gobernantes les gustará que sus críos se vayan a la cama con cualquiera. Me cuesta imaginar a los políticos suizos abriendo la cartera de sus hijos de doce años para meterles un condón junto al bocadillo para el recreo. Desconozco si Zapatero reparte píldoras abortivas a sus hijas o si Sonsoles les enseña a usar juguetes eróticos. Por mí, como si les pagan los servicios de profesionales para enseñarles a “disfrutar” del sexo libre. Que con sus hijos hagan lo que quiera. Pero que dejen en paz a los hijos de los demás.

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6.03.10

"Lamet versus Masiá" o la diferencia entre vivir en la frontera y cruzarla

El “caso Masiá” tiene toda la pinta de ir llegando a su estación de término. El todavía jesuita lleva años empeñado en que le echen de su orden y puede que esté cerca de conseguirlo. Despechado desde que -dicen que por presiones del cardenal Rouco- le retiraron de la cátedra de bioética en la Universidad de Comillas, se embarcó en una cruzada anti-jerarquía y anti-magisterio de la Iglesia. No hay ni un solo tema relacionado con la bioética en la que el jesuita no sostenga, de forma pública, notoria y yo diría que hasta chulesca -suele burlarse de los, según él, pocos conocimientos de los obispos- una posición contraria a la de la Iglesia. Pero es que ocurre lo mismo con muchas otras doctrinas católicas.

Mi proceder en relación al padre Masiá es bien conocido. Si este jesuita se hubiera recluido en Japón para pasar los últimos años de su vida enseñando sus heterodoxias en japonés, obviamente no le habría seguido sus pasos. Pero como insistió en no hacer caso a su inmediato superior, quien le pidió que limitara sus actividades en lengua española, pues llegó un momento en que, tras un artículo suyo que consideré blasfemo, decidí escribir una carta al Prepósito General de la Compañía de Jesús. Y a la misma se añadieron la firma de 148 lectores de este blog (luego me llegaron unas cuantas más). A las dos semanas de enviada la carta, el Secretario de la Compañía de Jesús, P. Ignacio Echarte, me respondió amablemente, asegurando que me agradecía en nombre del Prepósito General “su actitud y su preocupación, que no serán ineficaces“. Hasta ahí, lo que sabemos públicamente. Yo sé alguna otra cosa que, por prudencia, me callo.

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5.03.10

Si de verdad quisieran a Pagola...

El dato lo he dado en alguna ocasión, pero creo que conviene hacerlo público de forma más notoria. José Antonio Pagola lleva sumido en una depresión desde hace meses. De tal manera que necesita ayuda profesional para tratarla. Y si alguien piensa que está causada sólo por la polémica sobre su libro, se equivoca, aunque es obvio que todo lo ocurrido tras la publicación de su controvertida obra influye en su actual estado.

Hace meses, cuando supe lo que estaba ocurriendo, dije que el mejor favor que le podían hacer a Pagola aquellos cercanos a él era “dejarlo pasar”. Es decir, cuanto más jaleo hicieran, peor para él. Pero también aventuré que darían pasos en el camino opuesto a lo que el sentido común dictaba. Y no me equivoqué.

El primero que le hizo un flaquísimo favor fue monseñor Uriarte. En vez de apoyarle de forma sensata, ayudándole a superar el trago de que su obra fuera cuestionada desde la CEE -lo cual fue mucho mejor para él que si le hubieran cuestionado desde Roma-, pero sin enfrentarse a la propia CEE y a la Congregación para la Doctrina de la Fe, se tiró a la piscina dando un nihil obstat que le habían pedido de forma expresa que no diera. El caso Pagola se convirtió entonces en el caso Uriarte, pero con el teólogo vasco todavía dentro de un huracán que no le venía nada bien a su estado anímico.

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