No hay derecho

Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma.

Una persona que no tiene la intención de cambiar su vida y abandonar el pecado público no debe recibir la Sagrada Comunión ni la absolución. No lo digo yo: lo dice Santo Tomás de Aquino, el Doctor Común de la Iglesia.

Y el apóstol San Pablo lo dice con toda claridad en 1 Cor. 11, 27-29:

27. De manera que cualquiera que comiere este pan, o bebiere el cáliz del Señor indignamente, reo será del Cuerpo y de la Sangre del Señor.
28. Por tanto, examínese a sí mismo el hombre, y de esta suerte coma de aquel pan y beba de aquel cáliz.
29. Porque quien lo come, y bebe indignamente, se traga y bebé su propia condenación, no haciendo el debido discernimiento del Cuerpo del Señor.

Como dice el Levítico: «ninguno que tenga mancha ha de acercarse al altar» (21,16). No existe el derecho a comulgar en pecado mortal: comulgar sin estar en gracia de Dios es sacrilegio y blasfemia. Quienes comulgan en pecado mortal «crucifican de nuevo en sí mismos al Hijo de Dios y lo exponen al escarnio» (He 6,6).

La Eucaristía es el sacramento de la caridad y de la unidad de la Iglesia, como dice San Agustín; y estando el pecador sin caridad y separado, con toda razón, de la unidad de la Iglesia, si se llegase a este sacramento, cometería una falsedad, dando a entender que tiene la caridad que no tiene. Por lo que incurre en sacrilegio como violador del sacramento y, consiguientemente, peca mortalmente.

Algunos objetan que la comunión del Cuerpo de Cristo es una medicina espiritual y que la medicina se da a los enfermos para que se curen, según aquello de Mt 9,12: No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Y como los enfermos o indispuestos espiritualmente son los pecadores, podrían recibir la comunión sacramental sin culpa quienes viven en pecado mortal. Aducen así que la eucaristía no es el premio de los santos, sino el Pan de los pecadores, induciendo de esta manera al sacrilegio y a la perdición de las almas.

Pero ante este error, contesta Santo Tomás de Aquino:

No todas las medicinas son buenas para todas las enfermedades. Porque una medicina que se da a quienes se han librado de la fiebre para fortalecerles, dañaría a los que tienen fiebre todavía. Pues así, el bautismo y la penitencia son como medicinas purgativas, que se suministran para quitar la fiebre del pecado. Mientras que este sacramento (la santa comunión) es una medicina reconfortante que no debe suministrarse más que a los que se han librado del pecado.

Afirmar que una persona que vive en adulterio público puede estar al mismo tiempo en gracia de Dios y comulgar sin problema es una herejía como la copa de un pino. Y quien comulga así comulga su propia condenación.

Decir que una pareja homosexual – pareja de hecho o casados civilmente – puede ser bendecida por la Iglesia Católica y que esos hombres o mujeres pueden comulgar como si nada o recibir la absolución sin arrepentimiento de sus pecados y sin cambio de vida es una herejía como una catedral de grande. La Iglesia no puede bendecir el pecado mortal ni dar la comunión a quien no esté en gracia de Dios. 

Proclamar públicamente que un homosexual no tiene por qué vivir en castidad, sino que puede mantener relaciones homosexuales con su pareja o con múltiples parejas y al mismo tiempo, estar en gracia de Dios y comulgar como si no estuviera cometiendo pecados mortales que claman al cielo, es una herejía de libro.

Pretender que quien mantiene relaciones sexuales, del tipo que sea, fuera del matrimonio no vive en pecado mortal es propio de un malvado que se cree él mismo dios o, peor aún, mejor que Dios y con poder de enmendarle la plana al mismísimo Jesucristo y al Dios que le dio los mandamientos a Moisés en el Horeb. Si alguien proclama una doctrina contraria a la de Cristo es exactamente un Anticristo.

Lo que Dios dice que es pecado mortal es pecado mortal y nadie puede derogar los mandamientos ni manipularlos ni enmendarlos. Lo que es pecado es pecado. Y el pecado mortal te quita la gracia santificante y te condena a las penas del infierno. Esa es nuestra fe.

Quien se rebela contra Dios es un réprobo impío. Quien es enemigo de Dios es enemigo de cualquier discípulo de Cristo y es enemigo mío. La libertad no es un fin en sí mismo. Es un medio para un fin: el de la salvación del alma. Somos libres para el bien, somos libres para el amor verdadero, somos libres para buscar y seguir la Verdad, que es Dios mismo, Sabiduría absoluta, Logos eterno, Bien eterno.

Todo lo que nos aparta de Dios, nos aparta del bien, nos aparta de la verdad y nos aparta de nuestro fin sobrenatural. Apartarse de Dios implica sumirse en las tinieblas del pecado. Desobedecer a Dios es el mayor pecado que un hombre puede cometer. Hágase, Señor, tu santa voluntad así en la tierra como en el cielo. Todo lo que no sea hacer la voluntad de Dios, todo lo que signifique rebelarse contra la Santa y Eterna Ley de Dios es luciferino.

El hombre puede ser santo por la gracia de Dios. Y una sociedad de santos que adoran al Cordero que quita el pecado del mundo es una sociedad según la voluntad de Dios y reconoce la soberanía de Cristo Rey.

Ahora bien, una sociedad sin Dios y contra Dios es una sociedad oscura y degenerada, incapaz de distinguir el bien del mal. Y una sociedad sin Dios y contra Dios está destinada a su destrucción más pronto que tarde.

La Asturias que agoniza bajará este año del millón de habitantes

Cuando los pueblos se rebelan contra Dios y dejan su destino en manos de las ideologías mundanas (liberalismo, nacionalismo, socialismo, comunismo, animalismo, anarquismo…), lo normal es que se desprecie la Vida y la sociedad muera. 

Se levantará nación contra nación y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos lugares, hambres, pestes, espantos y grandes señales del cielo.

Temor a un «hambre brutal» en el mundo por las crisis de los países que exportan trigo

La invasión rusa de Ucrania ha suspendido el envío de 25 millones de toneladas de trigo. India ha prohibido la venta de ese cereal debido a las malas cosechas que se esperan por una inusitada ola de calor.

La guerra en Ucrania precipita una crisis alimentaria global

El conflicto en Ucrania exacerba la escalada de precios de los alimentos, que amenaza con provocar una crisis de desnutrición, turbulencias político-sociales, nuevos flujos migratorios y tensiones geopolíticas.

La OTAN presiona a Turquía para que abra la puerta a Finlandia y Suecia

Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra perturbación de las naciones, aterradas por los bramidos del mar y la agitación de las olas.

Lucas, 21

Una sociedad que no reconoce la realeza de Cristo nos aboca a la barbarie. Una sociedad sin Dios no puede ser otra cosa que un infierno, capaz de matar a niños inocentes en los vientres de sus madres y considerar al pecado mortal derecho de la mujer y fruto de su libertad y autonomía como persona. Ya no saben estos necios que la libertad del hombre es siempre y solo libertad para el bien. No hay derechos para el mal. No hay derecho a que se mate a niños inocentes. No hay derecho a que se mate a los ancianos y a los enfermos. No hay derecho a que se pretenda matar a los niños recién nacidos, si estos nacen defectuosos. No hay derecho a la muerte injusta. No hay derecho a la depravación. No hay derecho al pecado nefando. No hay derecho a la blasfemia ni al sacrilegio. No hay derecho a contravenir los mandamientos de la Ley de Dios. No hay derecho a la estulticia, a la necedad. No hay derecho a pervertir a los niños ni a matar sus almas para dárselas al Demonio, haciéndoles creer desde las escuelas que el mal es bien y el bien, mal. Están educando a los niños para que adoren al Demonio. Y no hay derecho.

El pecado hace desgraciados a los hombres y a los pueblos. Sólo la gracia de Dios nos hace felices y libres. El bien de la gracia de uno solo es mayor que el bien natural de todo el universo. Sólo Cristo nos salva. No hay otro Dios. No hay otra Verdad. Sólo Él tiene palabras de vida eterna. La victoria es de Cristo. Antes morir que apartarme de Cristo.

Pero antes de todas estas cosas, pondrán sobre vosotros las manos y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y metiéndoos en prisión, conduciéndoos ante los reyes y gobernadores por amor de mi nombre.

Será para vosotros ocasión de dar testimonio.

Haced propósito de no preocuparos de vuestra defensa, porque yo os daré un lenguaje y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios.

Seréis entregados aun por los padres, por los hermanos, por los parientes y por los amigos y harán morir a muchos de vosotros y seréis aborrecidos de todos a causa de mi nombre.

Pero no se perderá un solo cabello de vuestra cabeza. Por vuestra paciencia salvaréis vuestras almas.

Lucas 21

Estemos preparados: es necesario pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios. No seamos cobardes: no permitamos las injurias, las blasfemias ni los sacrilegios contra Dios. Hemos nacido para el combate. Con el auxilio de Dios será nuestra la victoria. No hay derecho al pecado ni libertad para el mal.


Comparto con ustedes dos videos de Agnus Dei Prod, de la presentación de una nueva reedición del libro El Liberalismo es pecado, de Sardá i Salvany. El primero es la intervención en el acto del Dr. Albero Bárcenas:

Y el segundo video, es la intervención en ese mismo acto de Mons. Athanasius Schneider, que es impagable. Da gusto escuchar a un obispo católico. No se lo pierdan:

 

27 comentarios

  
clara
Amén, amén, amén.
14/05/22 5:00 PM
  
Luis Fernando
Al pan, pan y al vino, vino.
14/05/22 5:32 PM
  
Urbel
Magnífico artículo en continuidad completa con la doctrina tradicional católica, recordada por Pío XII en Ci riesce (1953):

"Aquello que no responde a la verdad y a la norma moral no tiene objetivamente derecho alguno ni a la existencia, ni a la propaganda, ni a la acción". ¡No hay derecho!

Y magníficas palabras del obispo Schneider, con citas abundantes del magisterio antiliberal de Pío VIII, Pío IX, León XIII y San Pío X.

Y con cita también, en claro e inequívoco contraste, de las célebres palabras optimistas de Juan XXIII contra los "profetas de calamidades".

Comentadas como sigue por este valiente obispo del Asia central exsoviética: ese optimismo de Juan XXIII fue una completa ilusión, no hubo ni nueva pentecostés ni primavera de la Iglesia; no vivimos hoy ninguna nueva pentecostés ni ninguna primavera de la Iglesia.
14/05/22 6:10 PM
  
Jorge Alberto
Apocalipsis 13,9-10
[9]El que tenga oídos, oiga.
[10]«El que a la cárcel, a la cárcel ha de ir; el que ha de morir a espada, a espada ha de morir». Aquí se requiere la paciencia y la fe de los santos.
14/05/22 7:02 PM
  
Miguel García Cinto
Completamente de acuerdo con el artículo. Si no estoy mal informado creo que en los países de misión en donde un solo sacerdote tiene a su cargo numerosos pueblos muy distantes entre sí, al no poder confesar a tantos que lo desean, les imparte la absolución general, pudiendo los mismos acercarse a comulgar, si bien, con la obligación de confesar en la primera oportunidad, ¿Es así?
El Señor te bendiga y te guarde.
14/05/22 9:01 PM
  
rmartinhe
Pretender que comulgar en pecado mortal sea saludable es como pretender que una persona que vuelve a casa después de una dura jornada de trabajo al sol, sucia y con el cuerpo empapado de sudor, quede "lista" para estar con los demás poniéndose un buen chorro de colonia. La pestilencia segunda será peor que la primera.
El pecado mortal es una espina emponzoñada que amenaza la vida espiritual temporal y eterna de la persona que la lleva clavada, y no hay remedio para esa infección si primero no se extrae la espina. Para eso está el Sacramento de la Confesión. No se entiende que se defiendan otras cosas. Podemos querer o no querer sacarnos la espina, pero al menos reconozcamos que la tenemos clavada.
D. Pedro, muchas gracias por el artículo y por los videos.
14/05/22 9:35 PM
  
Vladimir
Recemos por la corrección de Francisco I. Con sus ambiguas posiciones doctrinales, da gran escándalo a la Iglesia.
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Pedro L. Llera
Empecemos por convertirnos nosotros mismos. Y pidamos a Dios que santifique al Sumo Pontífice. Conviene combatir el pecado y tratar de salvar siempre al pecador por caridad. Ni usted ni yo estamos libres de pecado. No seré yo quien tire piedras contra nadie. Lo cual no quiere decir que haya de transigir con el pecado.
Lo mejor que podemos hacer es rezar y ofrecer nuestras vidas en sacrificio para reparar el daño que causamos al Sagrado Corazón con nuestros pecados.
15/05/22 12:16 AM
  
Chico
Esta bien, pero es insuficiente. Los católicos tenemos que echarnos a la calle. Corremos peligro de ser entendidos como cobardes
15/05/22 2:47 AM
  
hornero (Argentina)
ABISMO.
“La Bestia que has visto, existía y ya no existe, pero volverá a subir desde el Abismo para ir a su perdición. Y los habitantes de la tierra cuyos nombres no figuran en el Libro de la Vida desde la creación del mundo, quedarán maravillados cuando vean reaparecer a la Bestia, la que existía y ya no existe” (Apoc 17, 8). “Para comprender esto, es necesario tener inteligencia y sutileza” (id. 9).

Esta es la situación del mundo.

El texto del Apocalipsis parece indicar que la Bestia que sube del Abismo ya no tiene ENTIDAD DE SER EXISTENTE. Existir, “ex-sistere”: el prefijo ex significa emerger, salir para fuera, mientras el verbo “sistere” significa tomar; por tanto, “algo sacado o tomado de la nada” recibe el ser participado por el Creador.

Mientras el espíritu de disolución del anti-ser sube desde el Abismo, esto es, desde el cuasi-ser o cuasi-nada a distancia inconmensurable del orden del ser, trayendo con él su odio contra Dios, contra el hombre y la creación, el espíritu de comunión ontológica participada por el Verbo Creador une a todos los seres creados en el vínculo sustancial del amor.

El Abismo de odio, el infierno, lanza su “vacío ontológico”, a semejanza de esos “agujeros negros” del cosmos que, según los astrónomos, consumen la materia, contra los seres creados y su orden de armonía que proclama la gloria del Creador.

La fuerza que el vacío ejerce sobre la materia es NEGATIVA, en realidad es la propia materia que tiende a despeñarse movida por la fuerza de gravedad.

Algo semejante sucede con el demonio; su fuerza reside en su astucia de seductor hacia el vacío de falsos bienes, de cantos de sirenas, de prodigios y malabarismos, con la que aparta a los hombres de Dios. Seducidos por bienes aparentes, obrando sobre el alma, el espíritu del Abismo los atrae hacia la cuasi-nada que lo constituye.

Cuando el hombre se aferra a un falso bien, lo hace con la fuerza natural que dispone su ser, y esta fuerza de la tendencia del hombre hacia el bien es aprovechada por el demonio, mediante su ASTUCIA, para llevar al hombre en dirección opuesta a la que lo unía a Dios, es decir, hacia los falsos bienes contrarios al Bien divino. Así obró en el Paraíso.

Es un Abismo en el que caben los mundos, que si cayeran en él serían desintegrados por el anti-ser del cuasi-nada. Y este Abismo ha tenido capacidad de penetrar entre los hombres y entre las cosas arrojando a unos y otras entre sí. Caos del Abismo que amenaza con desintegrar la Creación, tal es su propósito anti-metafísico.

El anti-ser, el demonio, no es la nada, en él reside un como anti-poder, una anti-fuerza de dispersión del ser. El error y el pecado son causados por esa dispersión de la cohesión o comunión participada por Dios Creador a todo lo creado existente.

Esta posibilidad de intervención del demonio es causada por la libre voluntad del hombre cuando decide alejarse de su comunión con Dios, y se expone a la seducción del vacío oculto tras los falsos bienes. Ahí comienza su disolución obrada por el anti-ser.

La Virgen nos dice que el mundo se ha transformado en un desierto.
En efecto, el vacío de satanás ha dispersado la humanidad, las naciones, pueblos, culturas e individuos. El mundo padece la ausencia del amor, la esterilidad de los corazones, la frialdad de unos hacia otros, Por eso no hay evangelización de nuestros ocho mil millones de hermanos, y quienes intentan hacerlo sin amor, fracasan. La Iglesia está yerta, inmóvil, desolada en sus miembros enfrentados unos con otros.

La humanidad envuelta en guerras, en competencias, en ambiciones cegadas por el orgullo estéril, autodestruyéndose por el aborto, la homosexualidad, el consumismo, las idolatrías, los cultos demoníacos, el suicidio, las aberraciones de distinta especie, hasta amenazarse unos a otros con armas nucleares.

Pero, la potencia ontológica del ser reside en el amor que lo constituye y es irradiado; fuerza que sostiene y mueve al universo, que impele a los hombres a constituirse en familia de los hijos de Dios. Civilización del Amor, la denominó Pablo VI.

A la fuerza de dispersión del demonio, los cristianos oponemos la fuerza de cohesión de las creaturas, hermanas ontológicas por la común participación del Ser divino, que si bien hemos caído de nuestra condición original a causa del pecado, hemos sido rescatados por Cristo. Su Gracia nos eleva de nuestra naturaleza caída y nos comunica la nueva Vida de Cristo Resucitado.

“¡El amor vence siempre!”, exclamaba S. J. P. II. El amor restablece la armonía

Impotencia del hombre natural caído, pero poder del “hombre nuevo” nacido en Cristo por el Bautismo. Hombre nuevo que se manifiesta hoy de modo incipiente por la Luz de la Gloria de Cristo que irradia la Aurora de María.

El hombre nuevo que se manifiesta en nosotros ha recibido la misión de realizar cuanto no pudo y no puede realizar el “hombre viejo del pecado”. Por esto, los que no aceptan a María en sus Manifestaciones desde Fátima hasta el presente, no entienden que deben obrar bajo la Conducción de la Virgen, si de verdad, desean el triunfo de Cristo.

Cristo vence por Mediación de Su Madre, que pisará la cabeza de la serpiente. “Ellos lucharán contra el Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de los señores y Rey de los reyes. Con él triunfarán también los suyos, los que han sido llamados, los elegidos, los fieles” (Apoc 17, 14).

Pero, antes ha de venir la tribulación purificadora, la caída de la Babilonia, a fin de que los fieles a Cristo sean librados de las contaminaciones con el espíritu del mundo. Entonces podrán ”Cruzar el umbral de la Esperanza” (S.J. P. II) e instaurar la Civilización del Amor (Pablo VI).

En la Virgen no hay lugar al fatalismo ni al pesimismo. María, Madre de la Esperanza, incendia el mundo con la Luz de la Gloria de Cristo y con el Fuego del Espíritu Santo, su Esposo.
15/05/22 3:19 AM
  
uno
El problema es que no hay que irse tan lejos. Mire, muchos de los que aplaudirían su artículo, resulta que luego ve muy bien que:

1- Se case a la gente que no pisa la Iglesia. Una boda sin misa, para no hacer sacrilegio de la comunión, pero con indiferencia total al sacrilegio del sacramento del matrimonio, que se debe recibir en gracia de Dios (aunque eso no afecte a la validez).

2- Se deje a los niños durante dos años o más en catequesis de confirmación, y luego se haga cursillos exprés de cuatro charlas para los adultos. Adultos que se confirman ignorando lo más fundamental, en unas condiciones, como mínimo, cuestionables.

3- Que se hagan misas en hospitales, colegios, universidades católicas cuya asistencia es obligatoria (o con bastante presión profesional), llevando a lo sagrado a gente, que ya que le obligan a asistir, e ignorando que se juega, se acerca a comulgar por no quedar mal. Los directivos llaman a eso evangelizar.

En cuanto al hambre, guerra y pestes, lo raro es el tiempo que a su generación le ha tocado vivir. Un tiempo muy cómodo en ese aspecto. hay muy pocas generaciones desde hace 2000 años que no hayan vivido las tres cosas juntas. Incluso varias veces. Eso es lo normal.
15/05/22 11:32 AM
  
maru
Lo más incomprensible e inaudito, es que lo que vd. denuncia como pecado (que hasta ahora era lo que todos los católicos sabíamos), es permitido por quien ostenta el cargo de vicario de Cristo . No sé qué más decir, pero es muy penoso y terrible.
15/05/22 11:59 AM
  
hornero (Argentina)
PRIMAVERA DE LA IGLESIA Y NUEVO PENTECOSTÉS.

Si no los hay, queda la peor de las profecías: la derrota de la Iglesia y el “hombre viejo del pecado” derrapando.

Queda la orfandad de la humanidad y de toda la Creación ante la negación de estas afirmaciones explícitas y reiteradas de la Virgen en sus Mensajes actuales.

Queda por consiguiente la negación de la Misión que cumple María encomendada por Cristo.

Las exposiciones de A. Bárcena y de Mons. Schneider tienen el alto valor de plantear los términos de la situación, pero contradicen los anuncios proféticos de Esperanza dados por María, esenciales en el proceso escatológico que vivimos, es decir, en el cumplimiento del Apocalipsis.

Queda librada nuestra suerte al coraje combativo del “hombre viejo del pecado”, porque si no hay un nuevo Pentecostés, no hay primavera de la Iglesia, ni triunfo del Corazón Inmaculado de María en el mundo, ni caída de la Babilonia, ni preparación de la Venida de Cristo, ni nueva Edad del Reino de Dios entre nosotros, ni restauración de la armonía primitiva (Pío XII), ni Civilización del Amor (Pablo VI), ni Conversión de la humanidad, ni “Cruzar el umbral de la Esperanza” (S. J. P. II).

Sí, habrá un nuevo antropocentrismo de tipo cristiano-céntrico SIN MARÍA.

15/05/22 1:55 PM
  
Pedro
Gracias D. Pedro por su artículo

Siguiendo su excelente consejo no voy a criticar a ninguno de nuestros pastores, Ya todos sabemos quién es quién.

Pero con su permiso sí que voy a hacer una reflexión personal:

Cuando veo el nivel de tolerancia y promoción de los actos homosexuales especialmente y la falta de pudor y decoro para los actos heterosexuales en las televisiones más generalistas y medios de comunicación se me revuelve el estómago y apago o cambio de canal. Aclaro que no soy un puritano y que creo que el sexo dentro del matrimonio con mi esposa es un regalo de Dios.

Pero especialmente quería señalar a todas estas gentes que no contentos con que la sociedad les permita la satisfacción de sus instintos más animales de manera pública además quieren el reconocimiento o en su defecto la destrucción de todos los católicos y de nuestra Fé y Doctrina bimilenaria.

Me refiero a todos los ya mencionados que viviendo objetivamente en pecado mortal y que lo van a seguir haciendo quieren bendiciones o sacramentos imposibles de administrárselos por su estado y vida.

Yo soy monógamo por mi Fé y convicción, no pido reconocimiento ni componendas en una asociación de intercambio de parejas. Y soy heterosexual por los mismos motivos así que tampoco anhelo, ni deseo ningún reconocimiento, trato especial o acceso a una asociación de gays.

Claro que en mi conciencia, les juzgo, estoy en mi derecho. Pero mientras no infrinjan las leyes de los hombres yo me limitaré a cambiar de canal.

Pero parece ser que ellos no pueden hacer lo mismo.

Saludos cordiales.
15/05/22 5:42 PM
  
Juan
Y si uno está convencido de que no está en pecado mortal y comulga , a pesar de que objetivamente lo q ue hizo se considere en teología moral pecado mortal.-.¿¿¿???

¿Ud cree que alguien en su sano juicio va a comulgar teniendo la cabal y clara conciencia de que está en Pecado Mortal? Señáleme a alguno que Ud. conozca y en el cual haya urgado la conciencia y pueda decir que cometió sacrilegio.

¿ Ud está seguro, cuando comulga, que no está en pecado mortal?


Yo le podría decir con Santa Catalina de Siena que todos los que insultan y menosprecian al Papa y a los Obispos y a sus magisterios están en serio camino de Pecado Mortal sino en serio pecado mortal , como sucede a muchísimo de los que escriben y comentan en esta revista digital.

No todos los pecados son de bragueta. Ni los peores pecados son los de bragueta.
.
¡ Cuantos de los de Infocatólica y sus opinadores, van a comulgar con la conciencia bien tranquila, después de haberse despachado como fariseos murmuradores, contra este Papa y otros Papas postconciliares, contra el magisterio de esos papas, contra los obispos y contra el Concilio vaticnao II?

Un nuevo jansenismo anida en el corazón tradicionalista y lo está pudriendo.


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Pedro L. Llera
Jansenista, fariseo, murmurador... Aquí el único que insulta es usted, querido Juan.
15/05/22 6:48 PM
  
Sturmvogel
Pues en el Vaticano se han tragado todos los sapos mencionados en este artículo y no se atisba reacción alguna.
16/05/22 12:03 AM
  
Carmen L
Creo que no se deben emplear las categorías del mundo, los homosexuales, aunque lo diga la ley, no se pueden casar; se debería decir "inmoral unión legalizada" o algo por el estilo, evitando caer en el lenguaje que el enemigo quiere que empleemos, cada vez que lo utilizamos, le damos carta de ciudadanía en nuestras mentes, convirtiendo en parte de nuestro pensamiento, esas categorías nefandas.
16/05/22 3:19 AM
  
Urbel
En algo lleva usted razón: la gran mayoría de quienes comulgan en pecado mortal, y así se comen y se beben su propia condenación (San Pablo), no aceptan que están en pecado mortal.

En realidad no aceptan ni que exista el pecado como ofensa a Dios, a lo sumo como daño que se hacen a sí mismos o a los demás. Tampoco aceptan que exista el pecado mortal, que nos priva de la gracia de Dios, ni tampoco aceptan que quien muere en pecado mortal va al infierno, ni aceptan que exista la condenación eterna al infierno.

Pero nada de eso les excusa, porque no están en la ignorancia invencible de esas verdades católicas. Ni son generalmente ignorantes, pues todavía han oído la fe católica ni, aunque lo fueran, su ignorancia sería invencible, pues bien a mano tienen los catecismos católicos.

Aunque concedo que muchos, por desgracia, hayan podido corromper su fe por culpa de predicadores y confesores modernistas. Esto a veces puede llegar a exculparlos, pero en cambio agrava terriblemente la culpa del clero modernista.

Y nada de esto viene del obispo Jansenio, ni de los Arnaud ni de Pascal ni de Quesnel ni de ninguno de los jansenismos.
16/05/22 7:58 AM
  
Martin M Cavanna
Juan: Se te nota mucho el enfado pero lo verdaderamente triste es que el sumo Pontifice nos despierte cada dia con un absurdo moral, teologico o filosofico. Esta haciendo de la practica de la fe algo verdaderamente desagradable que dificilmente pueda proceder de la Paz que el Señor nos dejó.
Ser Papa no es condenar lo hecho durante 2.000 años por pura ideologia y politica.
Lo de Sta Catalina de Siena no es mas que puro voluntarismo que, "a pesar de ello", le permitió llegar a la santidad pero la historia de la Iglesia, tiene papas, -no muchos- bien indeseables . / Saludos
16/05/22 9:37 AM
  
hornero (Argentina)
SORPRENDE.

Que Mons. Schneider niegue algo que ha afirmado la Virgen de modo explícito e implícito, tanto en sus Mensajes al Mov. Sacerdotal Mariano (P. E. Gobbi), como en San Nicolás (Argentina); textos que cuentan con la aprobación canónica de los obispos responsables. Anuncios proféticos conformes a afirmaciones de S. L. de Montfort, S. Catalina de Emmerick, Pío XII, Pablo VI, S.J.P.II. y una serie de escritores católicos de ortodoxia reconocida como E. Hello, León Bloy, Chesterton, H. Belloc, en quienes latía la convicción de una futura renovación de la Iglesia por obra del Espíritu Santo.

“Después del tiempo de la prueba, que será de purificación para toda la tierra, surgirá en el mundo la nueva era predicha y anunciada por él (se refiere a J.P.II), por eso en estos últimos tiempos os invito a todos a cruzar los umbrales luminosos de la esperanza” (P. E. Gobbi, 13-mayo-1995).

“Ha llegado el tiempo del segundo Pentecostés. El Espíritu Santo vendrá como celeste rocío de gracia y de fuego que renovará todo el mundo. Bajo su irresistible acción de amor, la Iglesia se abrirá para vivir la nueva era de su mayor santidad, y resplandecerá con una luz tan fuerte, que atraerá a sí a todas las naciones de la tierra. El Espíritu Santo vendrá para que la Voluntad del Padre Celestial se cumpla y el universo creado torne a reflejar su gran gloria” (P. E, Gobbi, 22-mayo-1988).

“El segundo Pentecostés descenderá sobre todas las naciones que están tan divididas…Entonces formarán parte de una sola y gran familia…juntos esperamos la venida del segundo Pentecostés que renovará el mundo y cambiará la faz de la tierra” (P. E. Gobbi, 26-mayo-1996).

Sorprende tan lamentables negaciones ante el acopio de Mensajes durante los largos años de intervención de la Virgen, en el caso de San Nicolás no ha cesado de hablar diariamente desde el 13 de octubre de 1983 hasta el presente.

Lo que agrava esta actitud contraria a la esperanza de una renovación decisiva de la Iglesia y de la humanidad por la acción transformadora del Espíritu Santo, es que se pretenda asumir por cuenta de la capacidad natural humana lo que ya se ha demostrado ser imposible: detener el avance arrollador del mal sobre la Iglesia y la humanidad. ¿Cómo pretender acudir a nuestro “hombre viejo del pecado” después de haber sido superado de modo catastrófico? ¿Es que no comprenden que el demonio sólo puede ser vencido en estos nuestros tiempos apocalípticos por la Señora Vestida de Sol? ¿Por qué este rechazo a la Misión de la Virgen confiada por la Sma. Trinidad?.

Es grave negar la Presencia operante del Espíritu Santo en nuestro mundo de hoy, Don precioso de Cristo otorgado a la Iglesia, a la humanidad y al universo por Mediación de Su Madre a fin de operar la transformación que ha de abrir las Puertas del Absoluto por donde los hijos de Dios pasemos a realizar la tarea colosal de transformar la tierra mediante la Conversión de nuestros ocho mil millones de hermanos, constituyendo así la gran familia de los hijos de Dios que hará efectivas las obras que llevarán adelante la Creación conforme al Designio de Dios Creador.

“Ha venido el Día. ¿Y no lo ven? Ha venido la Misericordia ¿Y no la aceptan?” (Mens de Jesús en S. Nicolás ).

Ernesto Hello exclamaba con visión profética: “¿Qué hombre hay que tenga derecho a pronunciar la palabra imposible, puesto que Dios nos ha prometido estar allí y ayudarle? Únanse, pues, aquellos que no han renunciado; únanse en la esperanza, en una esperanza viviente, ardiente, activa, fecunda. En la hora de la batalla, el soldado no exige que su camarada sea perfecto, no le infiere agravios; sabe que es su camarada, que combatirán juntos, que ambos tienen una misma patria; y no sabe otra cosa…unirse y esperar he ahí la divisa de la victoria… La esperanza es la fuerza que vuelve posible todas las cosas, como la voluntad las vuelve reales. Declarando imposibles los progresos de lo verdadero y las conquistas de lo bello, los hacemos imposibles….El hombre sólo quiere lo que espera. Atrevámonos a esperar la victoria; hela ya posible. Atrevámonos a quererla; hela ahí realizada”.

San Luis María Grignion de Montfort: “Vuestro reinado, Espíritu del Padre y del Hijo, continúa al presente y será terminado por un diluvio de fuego, de amor y de justicia…para crear sacerdotes de fuego, por cuyo ministerio sea renovada la faz de la tierra, y vuestra Iglesia reformada” (Oración por los misioneros para María).

Es necesario que se manifieste en nosotros el “hombre nuevo” nacido en Cristo por el Bautismo; sólo él podrá llevar adelante la empresa inmensa de gobernar la tierra y la Creación conforme al señorío de soberanía que Cristo nos participa.

La Aurora de María irradia la Luz de la Gloria de Cristo que lo hará manifiesto. “Cuando Cristo se manifieste, vosotros os manifestaréis en gloria con Él” (Col 3, 4).

Entonces iniciaremos la obra que las Edades esperan de los hijos de Dios.




16/05/22 2:09 PM
  
Pedro
Como complemento a mi comentario de ayer y con su permiso D. Pedro:

Simplemente señalar que esta campaña de zapa y derribo de nuestra Doctrina o trágala con lo que te marquemos desde lobbys e instituciones está orquestada y dirigida por unos pocos. La mayoría de la sociedad es indiferente excepto por el constante bombardeo publicitario.

Lo sé de primera mano pues todavía soy laboralmente activo y a todos los compañeros de trabajo que no son católicos les resulta indiferente si se les administran sacramentos o bendiciones a los que la Iglesia no puede administrárselos. Como es lógico, las cosas de la Iglesia no les interesan en absoluto. Nuestros enemigos podrían aprender de ellos.
16/05/22 2:23 PM
  
Vladimir
Sí Maru, eso es lo más terrible.
Sigamos rezando a la Virgen de Fátima y a San José.
16/05/22 6:25 PM
  
Urbel
Menudo gazpacho el de algunos: que si un tal Gobbi, que si casi cuarenta años de mensajes ¡diarios! de la Santísima Virgen etcétera.

Hace mucho mejor el obispo Schneider en atenerse a la Escritura y la Tradición, las dos fuentes de la Revelación que terminó con la muerte del último de los Apóstoles.

Y a las tradiciones eclesiásticas de siempre, que son el patrimonio acumulado por siglos de piedad y doctrina.

Y a las enseñanzas infalibles del magisterio solemne y del magisterio ordinario universal.
16/05/22 8:52 PM
  
Urbel
Lo cual no excluye que el milenio de triunfo fe Cristo y la Iglesia en este mundo, profetizado en el Apocalipsis, pueda todavía encontrarse en el futuro.

Aunque exégetas de gran autoridad, como el cardenal Billot, interpretan que se encuentra ya en el pasado, porque fueron los mil años de Cristiandad entre Constantino y la rebelión protestante, o entre Carlomagno y la Revolución francesa de 1789.
16/05/22 8:58 PM
  
hornero (Argentina)
ROSARIO, SÍ – CONDUCCIÓN, NO.

Dicotomía de la Fe. Turbulencia racionalista, agitación del alma adormecida en las alcobas acogedoras, convocada a emprender un viaje sin regreso a regiones del paraíso.

Hermetismo del capullo en que anida la crisálida del “hombre viejo del pecado” impedida de volar, enceguecida por la diafanidad de la Luz, plegamiento de las alas entumecidas por la duda de un vuelo hacia lo infinito.

Tal la trinchera refugio de muchas almas piadosas guarecidas de la tempestad, huidizas de deslizarse por caminos desconcertantes, escapados de las autovías aprobadas por las ordenanzas viales.

Atreverse a esperar un tiempo y ámbitos desconocidos, ignotos hasta derrumbar nuestras certezas y parámetros racionalistas-empíricos, es para muchos, utopía y extravío, para otros, sabiduría.

J. Maritain decía: “Hemos llegado a la división de las aguas” (Los Grados del Saber – Grandeza y Miseria de la Metafísica).

H. Belloc acotaba por su parte: “Y puedo afirmar que la solución de esta crisis no admite una demora indefinida” (La Crisis de nuestra Civilización).

Decisión abrumadora de internarse por meta-geometrías reacias a las precisiones de compaces y escalímetros, trazadas por manos de ángeles y de profetas.

Se nos exige un esfuerzo supremo sobre las huestes del infierno.

Somos remitidos a las regiones de ingravidés, allende los cielos metafísicos, ultra ontología de lo real más consistente que la materia y los universales que la especulación de los filósofos abstrae.

Acreedores de contemplativos y místicos, sin hipotecas condicionantes.

Exploradores de vetustos monumentos, hemos rendido culto al “Dios desconocido”, del que predicó Pablo a los sabios del Areópago de Atenas, semejantes a muchos de nuestro hoy.

En fin, regresamos a nuestro terruño con el alma más ensanchada, más aireada, con la mente más convencida y el corazón mejor dispuesto a encarar la única opción valedera: marchar y combatir bajo la CONDUCCIÓN DE MARÍA.




16/05/22 9:58 PM
  
Marta de Jesús
Con rmartinhe y su metáfora de la espina.

Por lo demás, no se trata tanto de si sabemos si están en pecado mortal o si ellos lo saben, o incluso si lo sabemos de nosotros mismos. De lo que se trata es de que en el panorama actual eclesial se niega el concepto en sí de pecado, se niega la posibilidad de condenación, se niega la necesidad de conversión. Eso es lo grave, me parece a mí. Empezando por ahí se puede labrar una buena vida espiritual. Y si nadie les dice que están en error cómo lo van a saber?

En referencia a otro comentario, les diré que el estar mal educados, mal formados, no exime. Al menos a mí no, que estuve en ambientes católicos, pero ya muy deteriorados. A mí Dios me 'castigó' igual. Me corrigió en mis errores por vía dolorosa. Me puso ante el catecismo, ante páginas como ésta, y por supuesto ante mi nada sin Él. Sé por propia experiencia que Dios da la oportunidad de salvarnos siempre. Pero excuece, duele, cuesta romper el cascarón. Cuento más empozoñado esté uno, más cuesta.
16/05/22 10:18 PM
  
hornero (Argentina)
Urbel
"Menudo gazpacho el de algunos: que si un tal Gobbi, que si casi cuarenta años de mensajes ¡diarios! de la Santísima Virgen etcétera."

¡Menudo rechazo a María de un tal comentario! Eso muestra hasta qué punto es razonable sostener que el mundo moderno, el "primer mundo", no entiende un ápice del Misterio cristiano, Es comprensible que mentes educadas en el cientificismo y tecnicismo consumistas sean proclives a idolatrar el "progreso" hecho de "prodigios", a caminar a ras de lo empírico, sometidos a los "dogmas" del racionalismo irracional.

Ignorantes del patrimonio cristiano de la Iglesia, piensan que el mundo construido por el "hombre viejo del pecado" puede juzgar y descalificar al
mundo creado, redimido y asumido por Cristo. Ignoran que la Virgen lo preside como Madre y Reina, y que como tal ha recibido de Su Hijo la Misión de derrumbar la moderna Babilonia construida por el "mundo moderno" de la corrupción, perversión y apostasía.

Ignoran, y desesperan ante el hecho de que La Señora Vestida de Sol intervenga decidida contra las fuerzas del error y de la apostasía que pretenden impedir la instauración del orden cristiano en el mundo. es decir, la Nueva Edad del Reino de Dios, que desechará los dogmas de la ciencia actual juntamente con sus afanes de autodestrucción de la humanidad por el aborto o por las armas nucleares.

No comprenden esos tales que el demonio los ha burlado, que los conduce al abismo de catástrofes sucesivas, al fracaso puesto hoy a la vista de sus "éxitos" tecnológicos y económicos, de sus alianzas OTAN o NOM.

Cristianos muchos de ellos engolfados en un orgullo ingenuo que se promete a sí mismo la continuidad inmutable del "bienestar" de que creen disfrutar, mientras a sus espaldas se desploma el mundo de sus ensueños.

Cristianos que ignoran el Misterio de Cristo, porque a Cristo sólo lo conoce Su Madre y a quienes Cristo se da a conocer por Mediación de Su Madre, Esposa del Espíritu Santo.

Hay un rechazo de muchos en la Iglesia, Papa, Pastores y fieles, que conciben a la Virgen como auxiliar de Cristo y gestora de la Iglesia, que lleva hasta Su Hijo lo que los hombres pedimos. No reconocen sus Títulos de Madre y Reina, Trono y Santuario de la Santísima Trinidad, Conductora de la batalla que derrotará al anticristo y sus huestes.

De lo cual se deriva la gran amenaza de precipitar una gravísima y decisiva última Crisis de la Iglesia: la de una Iglesia que pretenda constituirse en torno a Cristo SIN MARÍA. Contra esa falsa Iglesia combatirá la Virgen acompañada por las milicias angélicas, los bienaventurados del cielo y los Apóstoles de los Últimos Tiempos profetizados por S. L. de Montfort, La Salette y reiterado por los Mensajes al Mov. Sac. Mariano (P. E. Gobbi).


17/05/22 3:04 PM
  
Urbel
Se olvida usted de los mensajes también diarios de la Virgen de Medjugorje.

En fin, a la paz de Dios.
17/05/22 5:21 PM

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