6.10.08

La Misa Romana: Historia del rito. Capítulo 4º: La Colecta


La colecta es la primera oración exclusivamente sacerdotal que encontramos en la Misa. Oración que el celebrante debe decir no en nombre propio, sino en el de toda la comunidad, de toda la Iglesia. En el modo tradicional del rito romano (Edición del Misal de 1962) esa oración es introducida con el saludo litúrgico del “Dominus vobiscum” (o el “Pax vobis” del obispo) volviéndose hacia el pueblo con las manos abiertas, como insinuando un abrazo. El beso del altar que lo precede y que data del siglo XIII adquiere su simbolismo en el tomar la paz de Cristo para darla a la comunidad y es muy propio de la explicación alegórica de la Misa que tan en boga estuvo en la Edad Media.

Acto seguido y habiendo saludado a la comunidad, la invita a la oración diciendo o cantando “Oremus”. Esta fórmula se ha convertido en una invitación a adherirse mentalmente a la oración que reza o canta el sacerdote, pero antiguamente era sencillamente una exhortación a orar en voz baja y suponía por tanto, siempre una pausa más o menos larga entre la invitación y la colecta. Esto aparece con claridad en las oraciones más antiguas de esta clase, en las “orationes sollemnes” del Viernes Santo que primitivamente eran comunes a todas las misas. Pues en estas oraciones a la invitación de la intención… pro dilectissimo Papa nostro, etc.… seguía el aviso del diácono: flectamus genua (arrodillaos), palabras con las que se invitaba al pueblo a orar durante algunos momentos de rodillas, para después de sugerirles que se levantasen (levate), proceder a la oración sacerdotal con su Oremus. Esta antigua costumbre se restauró en el “Ordo Sabbati Sancti” por Pio XII en el año 1951.

Leer más... »

4.10.08

Desembarco okupa en Cataluña Cristiana: la hora de los encantadores


El gran circo en que se ha convertido el arzobispado de Barcelona ya contaba con la mujer barbuda. La atracción de esta señora, de ánimo alegre, va a completarse con la aparición estelar de un número de “encantadores”, de encantadores de serpientes. Están a punto de desembarcar en Cataluña Cristiana y Radio Estel de manos de su nuevo director Jaume Aymar i Ragolta. Ni Guillermo el Conquistador desembarcando en Hastings para tomar Inglaterra, ni Garibaldi en Marsala, ni Eisenhower en Normandía van a poder emular la próxima ocupación de los medios de comunicación católicos de ámbito general de propiedad diocesana en Barcelona si nadie lo remedia.

La compañía de encantadores no procede del Rajastán sino de lo que pululaba por la extinta Casa de Santiago y sus “afegits” (añadidos), es decir el chiringuito playero formado por la micro-constelación Casa de Santiago-Àmbit Maria Corral-Universitas Albertiana-Carta de la Pau. Pronto, muy pronto, van a llegar y podrán gozar de su actuación. Unos meses de póstuma gloria de una compañía circense presta a ser reclutada en los Sistach macouts, denominación de Oriolt que no puedo resistirme, por aguda y genial, en copiar. Todo en el marco del festival “Après moi, le déluge” de egocentrismo y ridiculez ininterrumpida que desde hace cuatro temporadas actúa en Barcelona.

Leer más... »

2.10.08

Los candidatos de Sistach para substituir a Carrera


La grave situación del obispo Carrera está precipitando su substitución, lo que estaba encallado se ha visto rápidamente resuelto. Roma sabe que Carrera no volverá nunca a su puesto (por muy bien que vayan las cosas) y tiene que mover ficha. Por su parte n.s.b.a. cardenal Sistach tiene en esta ocasión todas las de ganar, Roma aceptará a alguno de sus candidatos aunque siempre mirando el mal menor, que todo indica que será el Rvdo. Sebastià Taltavull.

La terna de los candidatos del arzobispo, además del menorquín se completa con el teólogo Salvador Pié y como no, con su protegido el Rvdo Josep Maria Turull. El cardenal hasta el último momento intentará colar a su delfín, aún sabiendo sus pocas posibilidades, pero confía que a lo mejor Roma está generosa y además de Taltavull le cae un “regalito”.

Leer más... »

¿Sabe Tià donde se mete?


El nombramiento de Sebastià Taltavull como obispo auxiliar de Barcelona es cosa hecha. La demora en hacerse público solo obedece a la siempre enigmática conjunción de los tiempos romanos con los del Nuncio; aunque, esta vez, también va a tener su incidencia el estado de salud de nuestro querido obispo Carrera (el obispo amigo de Germinans, como nos contaba ayer Prudentius de Barcino). Por tanto, aún puede tardar semanas, incluso meses, pero “està dat i beneït”. Sistach lo ha pactado con la Congregación de obispos y con los Cardenales Rouco y Cañizares. Los sectores progremente correctos ya lo saben e incluso han obedecido sin rechistar las órdenes de recibir con los brazos abiertos al nuevo obispo de Lérida, que bastante ha tenido que ver con el nombramiento de Taltavull, aunque haya manifestado con una claridad meridiana que no va a mover un dedo para que los bienes de la Franja se queden en Lérida. Tanta tabarra con los dichosos bienes y ahora se los tragan por un Taltavull de auxiliar.

Pero hay una cosa que sí me preocupa: ¿Sabe Tià Taltavull donde se mete? ¿Es consciente que va a ser un auxiliar honorífico? ¿Creé que Sistach va a delegar en él alguna otra función, que no sea la meramente protocolaria? ¿Le han avisado qué se va a hartar a confirmar? ¿Alguien le ha dicho que ni siquiera va a tener poder territorial delimitado, como tenían los auxiliares del cardenal Carles? ¿Le han contado como acabó de los nervios el anterior Secretario, Robert Baró? ¿Intuye que solo es auxiliar, porque Sistach no quiere ser menos que sus predecesores o que los arzobispos de Madrid y Valencia? Además, tampoco va a resultar su nombramiento un trampolín para ascender en nuevas diócesis catalanas. El relevo de Traserra, que se produce el año que viene, le pilla muy cerca y el relevo de Sistach, una vez agotadas las prórrogas que seguro obtendrá, va a derivar en una batalla por la sucesión entre Vives y Saiz Meneses. Salvo sustituir a Piris en Lérida, de aquí unos siete años cuando se jubile, no se atisba otra promoción. Los demás obispos (Pujol, Salinas, Cortés, Pardo) son más o menos de su misma quinta. Es decir, puede tener la completa seguridad de ser un vasallo de Sistach hasta que éste se retire.

Leer más... »

1.10.08

Turull, cautivo de su ambición


Escribo estas líneas desde ese afecto que, me atrevo a decir sin excepción, todos en nuestra diócesis de Barcelona sentimos por Mons. Carrera, nuestro obispo auxiliar. Más si cabe en estos momentos en los que su persona se debate entre la vida y la muerte. Junto a todas las virtudes humanas, cristianas y sacerdotales que debemos reconocerle, y que no son pocas, hemos de añadir el “crítico reconocimiento” que siempre ha manifestado hacia Germinans. El obispo Joan es uno de nuestros lectores más asiduos. Desde primera hora de la mañana, la entrada desde su ordenador en su humilde piso del barrio badalonés de Bufalá, nos hace saber que nuestro buen obispo auxiliar ha leído el artículo de cada mañana. Y eso nos ha llenado de gran satisfacción. Si algún día no puede hacerlo desde temprana hora, por sus múltiples ocupaciones y los numerosos encargos pastorales que lleva en sus manos, siente inquietud y le hace fácilmente comentar con una casi ingenua sencillez de espíritu: “Avui encara no els he llegit, no els he llegit” (Hoy aún no les he leído, no les he leído).

Leer más... »