Religiosos poco religiosos


En diversos artículos de esta sección he hablado de algunas órdenes religiosas en Cataluña, llegando a la conclusión de que varias de ellas hacen más mal que bien al Pueblo de Dios. Recientemente comenté el caso de la ONG fundada por los jesuitas (INTERMON) y concretamente por el actual provincial el P. Magriñá, que integrada en OXFAM está defendiendo la propagación del preservativo femenino en los países del Tercer Mundo. Quiero agradecer a un amable lector que dedicando mucho tiempo nos ha hecho llegar la confirmación con detalle de todos los datos que yo comenté en aquel artículo.

Por otra parte leo en algunos conocidos foros religiosos como determinados obispos valientes han invitado a alguna congregación religiosa a coger las maletas y marcharse de su diócesis. Estos obispos tuvieron claro que estos religiosos no sólo no eran una ayuda sino un claro estorbo, ya que lo único que hacían era confundir y deseducar al rebaño a ellos confiado.

Bravo por esos obispos, pero hay que tener narices para hacer algo así, aquí ya sabemos lo que le pasó al cardenal Rouco con Entrevías, pues imaginémonos que uno de nuestros obispos se decide a echar de la diócesis a algunas de las órdenes religiosas que operan en su territorio, el follón sería tal que finalmente el obispo (como Rouco en Entrevías) se tiraría atrás y buscaría una solución de “consenso”.

Por eso creo que pedir esto en España y más concretamente en Cataluña es algo impensable, aunque sea realmente necesario, porque de vez en cuando conviene un poco de limpieza y porque con aquello de “cuando veas las barbas de tu vecino…” quizá otros se tomarían con más cautela sus acciones tan poco católicas.

Es en este sentido que defiendo la posición que ha tomado el obispo de Vic, el bueno de Don Romà Casanova, que podríamos titular “No expulsión, sí substitución”. Muchas órdenes religiosas adolecen de falta de vocaciones, su modelo de vida no atrae a los jóvenes y por eso se ven obligados a cerrar conventos y casas religiosas y como dijo recientemente mi compañero de página Oriolt optar por el “agrupémonos todos”. De esta manera se van dejando vacías diversas instalaciones ocupadas por órdenes religiosas y es aquí donde el obispo Romà busca substituirlos por otras órdenes religiosas que no tengan problemas de vocaciones y que sobre todo sean absolutamente fieles a la doctrina de la Iglesia.

Esto ya se ha hecho en Manresa, donde el Instituto del Verbo Encarnado substituyó a los capuchinos, y ahora en Vic substituyendo las religiosas dominicas del convento de Santa Clara por las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matara, a las que también confiará el cuidado de la Catedral.

Esta decisión debería ser aplaudida como demostración de un obispo que se mueve y que impide que su diócesis (al menos por lo que se refiere a la vida religiosa) se vaya muriendo como está sucediendo en otros lugares. Pero al pobre Don Romà sólo le han llovido duras críticas desde todos los lados del progresismo catalán, el argumento muy simple: “Estos religiosos y religiosas no son catalanes y además son ultraconservadores” ¡Qué gran argumento!

Antoninus Pius

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