Los 13 (que no 15) de Milán



El Cardenal Sistach y su fámulo Turull han tomado una iniciativa. ¡Por fin!, diría alguno. Tampoco se trataba de un gran empeño, más bien de una empresa modesta: Un viaje con el Cardenal y el Rector del Seminario abierto a todos aquellos sacerdotes ordenados los últimos siete años. Remontarse nada más y nada menos que siete años atrás no es baladí, pues una cifra inferior reportaría unos resultados paupérrimos. En los últimos siete años se habrán ordenado en el seminario de Barcelona una treintena de sacerdotes. Guarismo más bien modesto, tratándose de esta diócesis. Pero de esta treintena larga, solo acudieron trece. Los trece, junto a su obispo y el rector del seminario, se fueron a Milán del 4 al 8 del pasado mes de Agosto. Lo que resulta cómico –cuando no, un poco chusco- es que en la web del arzobispado nos digan que el grupo lo formaban “15 joves capellans” , cuando, sin disimulo alguno, el artículo va encabezado con la foto que les he pegado al inicio de éste. Sí la observan bien, verán que son 13. Serían 15, sí contasen a Sistach y a Turull, pero es obvio (sobre todo en el Cardenal) que no han sido ordenados en los últimos siete años. Salta a la vista también que de los 13 supuestos jóvenes sacerdotes, más de uno dejó la juventud en tiempos pretéritos. Uno de los 13 –viudo, de vocación tardía- nació en 1.939. Tres más lucen generosa calva o peinan canas que no denotan precisamente edad de merecer. Sí se fijan en la indumentaria, resulta tan variopinta como la propia composición (en edades y razas) del grupo. Unos que utilizan clergyman siempre y de tal guisa van;

otros que no se lo ponen nunca pero esta vez sí, aunque sea el nuevo vicario de Brustenga; los tardo-vocacionales, grises y discretos y el del extremo derecha, en camiseta, sarró en bandolera y bolsa de supermercado en la mano. La foto refleja a la perfección el extremo centrismo del pontificado Sistach. Su cuota ortodoxa, su cuota sesentera, su cuota de doble juego y su cuota más progre. La última se halla representada por el desaliñado sacerdote de la samarreta. Un fiel discípulo de Mossén Josep María Domingo (director del C.E.P), que lo tuvo de seminarista en su parroquia de El Prat de Llobregat, donde lo modeló a su imagen y semejanza; si bien con la división de la diócesis, tuvo que dejar a su maestro, con notable pesar.

Siempre hay fotos que perjudican (díganselo a Aznar con la de las Azores) pero cuando Turull se junta con Sistach, siempre salen fotos chocantes. Sí antes era una peregrinación de ensotanados, ahora parece una reunión de Procuradores de las Cortes franquistas, incluyendo el llamativo atuendo del Procurador saharaui de turno.

La curiosa fotografía y el desafortunado artículo que le encargaron a Bruno Bérchez, no tendría mayor relevancia, si no fuese porque el viaje a Milán fue un absoluto fracaso. Se anunció que iban a ir 17, cuando fueron 13. No les recibió el Cardenal Tettamanzi (eso que “de cardenal a cardenal va zero”), ni tan siquiera pudieron visitar La última cena de Leonardo de Vinci en Santa Maria della Grazie, ya que deben reservarse las entradas con notable antelación.Y con antelación nadie sabía los que iban a ser. Al final, casi obligaron a ir a los ordenados en los últimos dos años, que ya son la mitad de los 13 de Milán.

Puede todo ello parecer anecdótico, pero es el fiel reflejo de la política de Sistach. Tanto por su eclecticismo absoluto y grisáceo, como por el chasco que obtiene a cada una de sus propuestas. Ni le responden los grupos más progres, ni los más ortodoxos. Nadie le secunda. Solo el fámulo Turull. Con los magros resultados que son de ver.

Oriolt

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