El delegado de Catequesis a favor de la eutanasia

pregaria.cat, una web que pretende proporcionar recursos de oración en catalán. La página en cuestión está dirigida por los jesuitas de Cataluña y eso de entrada ya me da mala pinta, porque éstos no son santos de mi devoción. No se puede generalizar, pero sabemos en qué dirección reman la mayoría de los jesuitas catalanes y no es precisamente en la que nos dirige el Santo Padre desde la barca de San Pedro. En esta web pueden apreciarse algunos de sus defectos principales: ese “amiguismo” con Nuestro Señor (Jesús es más amigo que Dios), ese “buenismo social” (para acercarse teóricamente con los que no son creyentes) y ese tufillo a teología de la liberación. No olvidemos que los principales impulsores de esta Teología (tan próxima al marxismo), en nuestra tierra han sido jesuitas (González Faus, Alegre, Sivatte…).

Parece que el “alma mater” de esta página es el jesuíta Rvdo. P. Jesús Renau, un veterano de mil contiendas (entre ellas la de Padre Provincial), que parece que le ha cogido gusto a la modernidad y que incluso cuelga en la red sus ejercicios espirituales.

Pues bien, en la susodicha página hay una sección titulada “Pregactualitat” (reza desde la actualidad), y en ella se ofrece la posibilidad de dejar comentarios u oraciones sobre algún tema de rabiosa actualidad. Entro en ella y veo que el tema es el caso de la italiana Eluana Englaro, asesinada recientemente bajo la apariencia de una falsa misericordia. El título de la noticia es: “La muerte de Eluana abre un intenso debate en Italia sobre la Eutanasia”.

Hay varios comentarios al respecto, probablemente realizados antes de su muerte, leo el primero de ellos, realizado por Núria Verdú, administrativa de 45 años y Eliseu Vilaclara, físico de 48, ambos de Barcelona, y empiezo a preocuparme: “Señor, que la política y la jerarquía de la Iglesia se aparten y dejen lugar al sufrimiento íntimo de una familia, que ha tomado una decisión tan difícil”. Pues sí que vamos bien, pienso para mis adentros, y sigo leyendo…

El tercer comentario lo firma Enric Termes, sacerdote de 45 años. No es un desconocido, ni un sacerdote que va por libre como el caso del abortista Manuel Pousa, es el párroco de la bonita iglesia del patriarca Abraham (realizada con motivo de las Olimpiadas de 1992) y delegado de catequesis de nuestra diócesis. Empieza el comentario con buen pie: “Señor, la vida es aquello más preciado que nos has dado…”, me lleno de satisfacción por la claridad inicial, pero continuo leyendo y se me cae el alma a los pies: “¿Pero, qué vida?, ¿Una vida atada a una máquina, sin conciencia, sin futuro?”

Me doy cuenta que el Rvdo. Termes se está apuntando a la teoría de los defensores de la Eutanasia en casos como el de Eluana, lo suyo no era una vida digna, no tenía “calidad” humana, pues nos la cargamos y punto. Me produce una verdadera indignación que un sacerdote diga algo como esto, pero aún más si es el responsable de la formación de nuestros niños y nuestras catequistas a nivel diocesano, elegido en el cargo por n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach.

Yo le recomendaría al Rvdo. Termes la lectura de un escrito de Don José Ignacio Munilla en Religión en Libertad (“Eluana vive”), se trata sin duda de uno de nuestros mejores obispos, con mayor proyección de futuro y sobre todo con las ideas muy claras y expresándolas en público sin ningún tapujo. Recomiendo este artículo porque da la sensación de que está contestando directamente al Rvdo. Termes cuando dice: “Lo cierto es que Eluana no estaba conectada a ninguna máquina, ni estaba sometida a ningún encarnizamiento terapéutico. Sencillamente, estaba inmersa en un prolongado coma, y era sostenida exclusivamente por la hidratación y la alimentación por sonda. Las religiosas que la cuidaban han revelado el dato de que Eluana abría los ojos durante el día, y los cerraba de noche. La eutanasia de Eluana ha sido especialmente llamativa, porque ella no se encontraba en fase terminal (de hecho, llevaba diecisiete años en ese mismo estado, y quizás podría haber vivido muchos más).”

En el fondo, no sé de qué me extraño, conociendo al personaje en cuestión, la gran mayoría de los sacerdotes ordenados por Don Ricardo Carles son de recta doctrina, pero siempre tiene que haber excepciones, y entre estas excepciones encontramos a personajes como Turull, Cabot, Termes, el “Yuyu”, etc. En tiempos del propio Don Ricardo ya participaron de conspiraciones y campañas contra su obispo. El Rvdo Termes por ejemplo firmó un manifiesto público contra el cardenal. Pero curiosamente estos pocos y rebeldes son los predilectos de nuestro cardenal y de su corte, los promocionados para todos los cargos y distinciones de la diócesis.

Antoninus Pius

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