[DE] Capítulo 47: La indumentaria litúrgica. Origen y desarrollo (II)
Hacia el siglo VI con la introducción de costumbres bárbaras en Occidente, empieza a delinearse un más que notable cambio en la moda profana, que llevará a la radical diferenciación de la indumentaria civil de la eclesiástica.
La túnica talar ( alba ) que hasta finales del siglo III constituía la indumentaria básica común, cede progresivamente el puesto a una túnica bastante más corta y menos ceremoniosa ( sagum ); y la tradicional penula , cerrada por los lados, es sustituida por un largo manto abierto por delante. Eran los nuevos aires puestos de moda por los bárbaros. Tenemos un ejemplo en el mosaico de San Vital de Ravena que representa al emperador Justiniano con su corte y al arzobispo Maximiano con sus diáconos. En él el vestido litúrgico de los eclesiásticos se presenta en sus formas tradicionales (dalmática, casulla…) mientras que el de los funcionarios imperiales es ya diverso.

El origen de la indumentaria litúrgica no hay que buscarlo, como erróneamente aseguraban algunos liturgistas medievales, en las vestiduras litúrgicas prescritas por Moisés y adoptadas por el Templo; como máximo, la Iglesia pudo adoptar de éstas la idea de la conveniencia de una indumentaria litúrgica diferenciada para el servicio del culto. 

1º Las vinajeras 
