El equipo de gobierno del Cardenal Jubany
El artículo de ayer de Oriolt y sobre todo la impagable fotografía del actual copríncipe Vives al lado de Don Narcís Jubany me ha traído muchos recuerdos de aquella época, orígen de todos los males que padecemos actualmente en nuestra diocesis de Barcelona, es por ello que además del actual obispo de Urgell (que ya se comentó ayer) he querido reflexionar sobre quienes eran y que ha sido de los que nos gobernaron durante tantos años en nuestra Iglesia diocesana. Gracias a este análisis se puede entender un poco más la actual situación de nuestra diócesis demostrándose una vez más (como sucede actualmente) que lo peor no son los obispos sino los colaboradores inmediatos que tiene.

La actual situación de la diócesis de Barcelona es catastrófica pastoralmente y caótica organizativamente. Lo que está sucediendo con la basílica de la Sagrada Familia no tiene nombre, tengo amigos católicos que todavía no han podido entrar a ver el templo que consagró nuestro Romano Pontífice en noviembre. Se quedaron afuera, como miles de buenos fieles en la Jornada de la Familia, por una organización (yo diría desorganización) pésima del evento y este domingo pasado decidieron desistir al ver más de cuarenta mil personas que querían entrar en la basílica colapsando el tráfico de todo el centro de Barcelona para poner en práctica la famosa "Solución Sistach" (que yo diría la "chapuza Sistach") es decir abrir unos contados domingos y dejar pasar gratuitamente a los visitantes.
Hace siete años que falleció Rosa Deulofeu, una mujer seglar excepcional que fue delegada de Juventud en la etapa episcopal de Don Ricardo Carles. Estos días se están celebrando diversos homenajes, así como Eucaristías por su alma, motivo por el que he decidido unirme con este escrito de reconocimiento a su persona y a su tarea apostólica. Su buena fama es reconocida prácticamente por todo el mundo, no en vano está en marcha su proceso de beatificación que se inició siendo ya arzobispo n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach. En el momento de su muerto Don Ricardo llegó a afirmar: "Se nos ha ido un ángel". Su hermano es el conocido Rvdo. Antoni Deulofeu, que tuvo que huir hacia Terrassa, previendo una difícil relación con nuestro actual prelado.
El "jovencito" sacerdote que aparece en la fotografía no es otro que el Rvdo. Lluís Bonet Armengol, actual párroco de la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona. No hace falta ser Einstein para darse cuenta de que es un hombre que ronda los 80 años (nació en 1931), y que ya hace tiempo que debería estar jubilado sino es por una de las máximas de n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach: "Que todo siga como está, hasta que yo me jubile". Es el inmovilismo que tanto daño está haciendo a nuestra castigada diócesis. No importa que todo degenere progresivamente, porque nuestro arzobispo no quiere tener problemas y los cambios traen problemas. Si se jubilaran muchos de estos ancianos párrocos éstos serían substituídos por jóvenes sacerdotes, que convertirían sus parroquias en "germinantes", pero eso no interesa al Sr. Cardenal porque crearía muchos recelos, envidias y pataleos a los sacerdotes que le auparon y que mantienen con él un pacto de silencio a cambio precisamente de mantener el "status quo".