La evolución de la pastoral obrera en Cataluña
El pasado 6 de diciembre se celebró en la localidad tarraconense de la Selva del Camp el 34º encuentro anual del colectivo de Curas Obreros “dels Països Catalans”. Como se puede ver el la fotografía de la reunión más que de curas obreros estaríamos hablando de un colectivo de jubilados “dels Països Catalans”.
Fruto de este encuentro entre limoneros fue una nota de prensa redactada con aquella antigua retórica asamblearia de los años mozos donde consideraban inmoral cualquier recorte de les prestaciones sociales, e irresponsables los políticos que no toman las medidas necesarias para poner fin a ello. También pedimos responsabilidades penales para los profesionales que tienen salarios obscenos, o que han recibido indemnizaciones millonarias o pensiones vitalicias al dejar las entidades financieras causantes, ellas mismas, en parte, de esta crisis . Pero como la cabra siempre tira al monte, después de una reflexión con alguna afirmación que incluso podríamos suscribir, aparece el tributo a las categorías marxistas.

La semana pasada hacía referencia a dos entrevistas que habían concedido dos obispos catalanes, con unos titulares provocativos, que han creado bastante polémica, especialmente la de Don Jaume Pujol en TV3, tanto, que ha tenido que pedir disculpas públicas por sus opiniones sobre el colectivo homosexual. Y es que son muchos los obispos que necesitarían unas clases rápidas de como tienen que contestar en las entrevistas televisivas o de otros medios de comunicación para no generar polémicas estériles y para defender con mayor eficacia la doctrina oficial de la Iglesia. Pues si no teníamos bastante con aquellas entrevistas, nos encontramos después con otro jugoso titular y una entrevista que no tiene desperdicio, me refiero a la que ha concedido el copríncipe de Andorra (que además es obispo de Urgell), Don Joan Enric Vives al diario catalán (y nacionalista) El Punt AVUI.
Uno de mayor (de bastante mayor) querría tener el vitalismo y la probidad del sacerdote Antoni Matabosch Soler. No solo es que a sus casi 77 años siga siendo delegado diocesano de economía, director del ISCREB, presidente honorario de la Joan Maragall , profesor de la facultad de teología y miembro del consejo presbiteral así como del colegio de consultores y de la comisión de ecumenismo; sino que ha conseguido el auténtico milagro de seguir vendiendo inmuebles en plena crisis inmobiliaria. El API Matabosch consiguió este pasado 2011 (concretamente el 16 de diciembre ante la notario Mercedes Martínez Parra, protocolo 2274) ultimar la venta del solar sito en Calle Encarnación 62-64 de la histórica villa de Gracia barcelonesa. Que la compraventa haya significado sacrificar a las pobres monjas Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada parece cuestión baladí. El arzobispado necesita dinero y en estos tiempos de parálisis de la construcción, poder realizar alguna perla de su inmenso patrimonio solo está al alcance de algún genio, tipo Matabosch.
La Iglesia ha reservado la infalibilidad para la palabra de Dios, para los concilios y para el Papa cuando habla ex cátedra. Fuera de estos tres ámbitos, estamos en el terreno de la humana falibilidad. Todos podemos fallar, todos podemos equivocarnos. Pero contra ese mal están el remedio de la retractación, si los errores son doctrinales; y el de pedir perdón si se ha hecho daño a alguien por acción o por omisión.
Clérigos con sobrepelliz (s. XIV D. Ghirlandaio)