29 de abril de 2012

Pero aquel día 29 de abril del 2012 será el “finismundi”. Barcelona se convertirá en el Valle de Josafat, nuestra página resonará como las trompetas apocalípticas del día del Armaguedón. Se abrirán los libros y con ellos los documentos y se sabrá la verdad. Contaremos la verdad en, de momento, tres historias. Una detrás de otra. Y en todas nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo no como estrella invitada, sino en el papel del protagonista principal. Nuestra buena amiga Agata Christie creemos que nos aplaudirá desde el cielo. Aunque lo suyo era fantasía y ficción y lo nuestro un “reality show” pero sin bambalinas ni falsas plateas.

El índice de audiencia de la serie “Se ha escrito un crimen” de la intrépida Jessica Flescher, tendrá un tamaño anecdótico al lado del seguimiento digital en la red de nuestro relato de historia eclesiástica contemporánea.

Las madres paseando con sus hijos por las calles, al paso del virtualmente dimitido (aunque quizá prolongado en su mandato) Cardenal Martínez Sistach, giraran el rostro de sus retoños para que no miren a la cara aquel que fue capaz de tantas felonías y de la destrucción de la Iglesia.

En la calle Añastro, el sillón de la Comisión Ejecutiva donde reposaba sus posaderas el venerable prelado, será retirado y colocado en un almacén del Estado al lado de los bustos de Franco y los escudos nacionales con el águila de San Juan. Y en medio la poltrona de la que sirvió Sistach.

En el distrito de Horta-Guinardó se demolerá la “torreta” de comerciante de “vetes i fils” (cintas e hilos de mercería) de los Martínez Sistach, como demolieron los rojos la Parroquia de la Bonanova en el 36. A suelo raso para que no quedaran vestigios.

Ya no se pensará en Cali o en Medellín cuando se hable de “cártel”. Se pensará en Barcelona.

Ya no se sentirá “el perfume embriagador” cuando se hable de la “Cosa Nostra”. Ni se definirá la familia como una “unión estable de un hombre y una mujer abiertos a la vida”.

“Familia” se definirá como “las trampas y presiones deleznables que Sistach intentó ejercer para salirse con la suya”.

El mundo habrá dado un giro de 180 grados. Muchos habrán muerto. Otros no ostentaran sus responsabilidades. Unos caerán para que otros se levanten. Y Germinans seguirá siendo bandera discutida. Y a pesar de que “ellos” no lo creen, Sistach “eppure si muoverà”. Y algún día, como todos, se morirá. Que nadie se queda como los tomates tardíos de octubre. Para semilla.

Pero Germinans, germinabit…

Prudentius de Bárcino

http://www.germinansgerminabit.org

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