¿Dónde están los sacerdotes jóvenes?
La fotografía muestra al grupo de sacerdotes que acompañaron a n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach a Ars en su segundo viaje veraniego con los sacerdotes jóvenes de la diócesis.
La primera iniciativa se produjo el verano pasado, cuando nuestro cardenal decidió viajar a Milán, diócesis en la que ni siquiera fueron recibidos por su arzobispo y cardenal, lo cual demuestra lo mal que se hacen las cosas en nuestra diócesis a la hora de organizar eventos.
Con gran despliegue de medios, los servicios de comunicación del arzobispado informaron entonces que un grupo de sacerdotes jóvenes acompañaron al cardenal. Este año en el titular se habla de un grupo de sacerdotes sin especificar lo de “jóvenes". Eso si, de los 17 que se hablaba el año pasado se han quedado reducidos a los 9 de la fotografía. Pero si descontamos al Rvdo. Canónigo Turull (que no es sacerdote de las últimas promociones, pero que va allí donde vaya el cardenal) al ayudante de Turull que es formador del Seminario (¡pobre de él que no hubiera ido!), y al secretario particular del cardenal (que lógicamente tiene que ir) nos encontramos que solamente son 6 los sacerdotes que acompañaron al cardenal.

Tras la presentación de la renuncia por edad del obispo Traserra, se vuelve a plantear la cuestión del obispado de Solsona. La diócesis con menos habitantes de Cataluña y, con anterioridad a la creación de las de Terrassa y Sant Feliu, la diócesis más moderna. La demarcación episcopal fue erigida en el año 1593, bajo el reinado de Felipe II, con la intención de crear cerca de la frontera una serie de diócesis que representasen una barrera contra la penetración de los hugonotes. Contemporáneas a Solsona son las diócesis de Jaca y Barbastro así como la adscripción de la de Elna a la provincia eclesiástica de Tarragona. Poco después, entre los años 1644 y 1655, estuvo ocupada por Francia, sin que ningún obispo pudiera tomar posesión. La sucesión episcopal continuó el año 1656 ininterrumpidamente hasta el año 1838. El Concordato de 1851 suprimió la diócesis, pasando la catedral a la categoría de colegiata y su territorio a la diócesis de Vic. En el año 1895 la reina María Cristina decretó la creación de una administración apostólica de Solsona independiente de la de Vic. Entre sus administradores apostólicos estuvo Monseñor Vidal i Barraquer entre 1913 y 1919. En 1933, el Papa Pio XI restauró mediante bula la sede episcopal de Solsona, siendo reconocida por el gobierno de Franco en 1945, designándose a Monseñor Tarancón como obispo.
Un buen cristiano escandalizado me hace llegar la revista que publica la parroquia de Sant Medir, esa histórica parroquia donde se fundó Comisiones Obreras en los años en que algunos sacerdotes y algunos comunistas compartían amistad e ideología, y con una lista de párrocos, a cual más progresista. La revista titulada “pedres vivents” (piedras vivas) es de hace unos meses, pero creo que vale la pena hacer mención de ello en este artículo, aunque sea en periodo veraniego.
El Santo Padre Benedicto XVI, en la carta que dirigió a los obispos en fecha 10 de marzo de 2009, dijo lo siguiente: