El cardenal Sistach en la "catedral" del Maresme
Manuel Cuyàs, un antiguo pedidor sin éxito de gracias a los socialistas (pues el PSC no quiere gente que piense autónomamente) y luego convertido en biógrafo de Jordi Pujol, en contertuliano de Radio y TV y en persona cada vez mas respetuosa con lo católico, escribía con ironía en el suplemento dedicado a la fiesta de las Santas de Mataró en El Punt Diari, julio 2009, p. 4, lo siguiente:
El uso de la catedral del Maresme
Fue el cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, quien en una entrevista que le hice unos meses para [la revista] Presència quien me definió la basílica de Santa Maria de Mataró con esta expresión bonita y acertada: la catedral del Maresme. Por sus dimensiones, por su historia que sus bóvedas y fundamentos cargan, por los tesoros que guarda i por la influencia que ha proyectado sobre la ciudad y los pueblos de su alrededor, se la puede cualificar muy bien así.

Coincidiendo con los 75 años del obispo de Solsona Jaume Traserra, edad en en la que se ha visto obligado a presentar su renuncia a Roma, el Forum Ondara (copia de otros foros progresistas catalanes como el Forum Alsina) ha decidido presentar públicamente un ataque frontal a la gestión de Don Jaume en sus ocho años de pontificado. La verdad es que habían estado bastante calladitos como los de Girona desde la llegada de Don Francesc Pardo, pero parece que el hecho de que su obispo ya esté en situación de provisionalidad les ha dado alas, teniendo en cuenta que es poco probable a estas alturas las represalias de su obispo.
¡Quién se lo iba a decir a aquel joven y protestatario sacerdote que, megáfono en mano, encabezaba una manifestación contra la división de la archidiócesis de Barcelona! Al cabo de tan solo cinco años, ya es miembro del Capítulo catedralicio. Y eso que la canonjía solo ha sido un premio de consolación, pues los desvelos de su arzobispo habían ido encaminados a nombrarlo obispo auxiliar. Haciendo abstracción de su implicación manifiesta en la protesta anti-romana, Sistach puso sus ojitos en el bueno de Turull. Solo llegar le nombró vicario episcopal. Al año, ya lo encumbró como Rector del seminario. La penosa sustitución del obispo Carrera no perseguía otra finalidad que la promoción episcopal de Turull. En él contemplaba Sistach a su alter ego. Sí nuestro actual arzobispo fue, en su día, el fámulo del Cardenal Jubany; Turull debía ser el doméstico de Sistach. Era su absoluta reencarnación.
Mientras en nuestra Santa Iglesia Catedral Basílica, nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo presidía la toma de posesión de los nuevos cuatro canónigos, de la cual daremos cumplida cuenta en el artículo que mañana publicará Oriolt con reportaje fotográfico incluido, algo de realmente emocionante y trascendente sucedía a muchos centenares de kilómetros.
A la comunión del celebrante, aún hoy en el Misal de Pablo VI en cada una de sus tres ediciones típicas, preceden algunas oraciones para uso privado del celebrante.




