El último sacerdote tiroteado en Cataluña
Mucha gente lo desconoce, pero el último sacerdote catalán no fue tiroteado en nuestra guerra civil, sino mucho después, concretamente el día 10 de Mayo de 1.981; curiosamente –simple coincidencia- el mismo día de San Juan de Ávila en que, años más tarde, viera la luz Germinans Germinabit. Aquel día, el claretiano P.José María Solé Romà sufrió un atentado en la Travesera de Dalt de Barcelona. También –pura casualidad- tres días antes del atentado en la Plaza de San Pedro contra Juan Pablo II. Mientras caminaba por aquella calle barcelonesa, el Padre Solé Romà fue herido de bala de pistola, únicamente por ser sacerdote, como denotaba su sotana. Nunca se supo quien le disparó. La bala le cortó un nervio del cuello y le afectó el brazo. Al Padre Solé, desde entonces, le acompañó un dolor físico terrible, continuo, agudísimo, que le impedía dormir. Pese a ello, siguió llevando la sotana, aunque ésta le causaba molestia física en el brazo maltrecho por el atentado, que debía llevar al aire libre, ya que no podía ni aguantar el peso de la ropa. Posteriormente, por deseo de sus superiores, se sometió a una larga operación quirúrgica, de la que ya no salió bien. Arrastró las consecuencias de aquella maldita bala y falleció el día 19 de Enero de 1.992.