Otra monja heterodoxa: ahora la secretaria provincial de las Misioneras del Corazón de María

Roser Garriga entre dues dones vinculades a col·lectius de l'Església (font: Ràdio Rubí) La mujer que aparece en el centro de la fotografía es Sor Roser Garriga Trullols, una religiosa de las misioneras del Corazón de María, de setenta y seis años que actualmente ejerce como secretaria provincial de su congregación en Cataluña. Las mujeres que aparecen a su lado son conocidas militantes de colectivos eclesiales feministas, de los que nos hablaba este lunes tan acertadamente mi buen amigo Oriolt en su artículo sobre la Creu de Sant Jordi concedida al "Col.lectiu Dones de l’Església". La hermana Garriga no sólo participa en actos de este colectivo sino que ella misma imparte charlas y conferencias de esta subvencionada entidad.

Hace pocos días la web "Forum Libertas" se hacía eco, con comentarios y valoraciones que subscribo totalmente, de una entrevista que el diario ARA le hizo a esta religiosa, en la que encontramos algunas preguntas y respuestas como estas con los comentarios acertadísimos de Forum Libertas:

¿Cómo es que no lleva hábito?
“No es necesario ir disfrazado. El hábito es anacrónico y ridículo".

Ya lo saben los sacerdotes, los obispos, el propio Papa, los miembros de las innumerables congregaciones religiosas que llevan hábito, según esta monja van disfrazados y son ridículos.

¿Cuándo se lo sacó?
“Después del concilio se nos abrió un poco la mente, vimos que las religiones son todas verdaderas y falsas, buenas y malas".

Según esta secretaria provincial de las misioneras del Corazón de María, lo de misionar carece de sentido, porque para qué proponer a alguien la fe de Jesucristo si todo es al mismo tiempo verdadero y falso, bueno y malo ¿Puede encontrarse una idea más opuesta a lo que significa la Iglesia? ¿Los responsables eclesiásticos del lugar, empezando por el obispo, no tienen nada que decir? ¿Las responsables de las misioneras del Corazón de María asumen la situación creada?

Por suerte, la periodista no le pregunta cuáles son las cosas verdaderas y falsas en la Iglesia, sino sólo las buenas y malas. Y contesta así, Roser Garriga: “La buena es el Evangelio que va a favor del pobre, de la mujer e incluso protege a la adúltera". Por lo visto, el resto de la humanidad que no pertenece a ninguna de estas tres categorías no puede tener el evangelio a su favor.

La idea de fondo del Cristianismo es que la Encarnación de Jesucristo se dirige a la salvación de la humanidad, pero por lo visto no es así. Sólo las mujeres y los hombres, sólo si son pobres. Hay detrás de estas frases una empanada mental de proporciones cósmicas. Para redondearlo identifica qué es lo malo: “el Vaticano y la jerarquía". Para la secretaria provincial de las misioneras del Corazón de María, el Papa, los cardenales, los obispos son el mal de la Iglesia. A nuestra monja no le gustan nada los obispos, y la razón fundamental es porque “tienen tortícolis de tanto mirar hacia Roma". Si esto no merece una corrección inmediata, entonces ya me dirán ustedes con qué nos quedamos. Pero no contenta con esta visión de la maldad de los pastores añade que “la Iglesia margina a la mitad de la humanidad, las mujeres". Llegados a este punto nos preguntamos por coherencia ¿qué hace esta mujer de monja?, ¿cómo puede participar en una organización que tiene una actuación tan grave contra las de su mismo sexo?

¿Por qué se hizo monja?
“En mi época había pocas oportunidades para las chicas, estábamos ligadas a una estructura muy rígida que sólo permitía casarnos, porque si nos quedábamos solteras era una tragedia. La religión daba más oportunidades, más libertad, yo era más libre que mis hermanas que se casaban".

A ver si nos entendemos, ahora resulta que una de las razones por las que se hizo monja -después veremos la otra- era la libertad. La Iglesia se la proporcionaba en mayor medida que la sociedad civil. Pues no parece que esté muy agradecida por este hecho. La otra razón, como no es estrictamente pesebrística (que viene de pesebre, lugar donde se come), ella misma reconoce que tenía ganas de hacer trabajo social, y que hoy en día no se hubiera encaminado hacia la vida religiosa, sino hacia una actividad social. Tenemos una monja que está reconociendo que carece de vocación, de sentido religioso, para realizar su misión, que tiene en todo caso unas legítimas inquietudes de trabajadora social; bien, pues que las desarrolle, pero al margen de la Iglesia.

En la entrevista dice más cosas pero pensamos que ya es suficiente, aunque no se puede prescindir del remate final, su opinión sobre la visita del Papa a Barcelona y la ceremonia de dedicación del templo de la Sagrada Familia. Todo aquel significado lo sintetiza así “la reciente visita del Papa a Barcelona fue un resumen de la situación (se refiere a las mujeres) ellas sólo aparecieron para limpiar". Debería quizá añadir limpiar el altar con aceite consagrado, que es un acto litúrgico que ejercen precisamente como carisma -la atención a los actos de culto-, otra congregación de hermanas suyas para las cuales manifiesta de todo menos sentido evangélico. “Fue denigrante, pero sirvió para demostrar a quien tenia dudas cuál es el papel de la mujer en la Iglesia. La Iglesia denigra a las mujeres. Yo me sentí profundamente indignada".

Nosotros nos manifestamos todavía más radicalmente indignados por estas declaraciones. Por que haga semanas que se han producido y ningún responsable eclesial haya cumplido con su deber. Cuando tanto hablan de la nueva evangelización sería coherente, festejos universitarios aparte, comenzar por poner en orden la casa, de situar unos mínimos, muy mínimos, a los que en todo caso Rose Garriga no llega ni de lejos.

Además de la heterodoxia manifiesta en esta entrevista, Sor Garriga se dedica a enviar mensajes de apoyo a cualquier grupo o entidad cristiana que destaque por su oposición a la jerarquía o por defender postulados heréticos. Como muestra este escrito de apoyo a la paroquia rebelde de San Carlos Borromeo de Entrevías:

"Queridos hermanos: Soy una religiosa Misionera Corazón de Maria. Estoy con ustedes porque el Espíritu SIEMPRE está a favor de los que luchan y trabajan por el REINO de DIOS en este mundo, a favor de los empobrecidos tal como hizo el Nazareno. Gracias por su testimonio que anima mi fe en una Iglesia en la que no todo está perdido si hay personas y comunidades cristianas como la de ustedes. Resistir y decir no a determinaciones antievangélicas, antidemocráticas e impositivas, és también un acto de fe en el Dios de Jescristo, y un paso adelante en nuestra mayoría de edad como laicos y laicas. “Para ser libres nos liberó Jesucristo. Por eso manteneos firmes y no os sometais de nuevo al yugo del servilismo". (Gálatas, 5,1) Con cariño Roser Garriga"

Ya sabemos que heterodoxia y nacionalismo o independentismo catalán siempre van unidos y este caso no es una excepción. Sólamente tenemos que leer esta noticia publicada en el rotativo El País el 25 de enero de 1985, para darnos cuenta de hasta donde llega la militancia reivindicativa de esta religiosa:

"El Gobierno Civil de Barcelona ha abierto una investigación para esclarecer si es cierta o no la queja de una barcelonesa que alega que en una comisaría de policía de esta ciudad se negaron a aceptar una denuncia en catalán. El Síndic de Greuges trasladó el caso al Defensor del Pueblo. Los hechos se remontan al mes de octubre pasado.Según la denunciante, Roser Garriga Trullols, en la comisaría de la calle de Llúria, el funcionario de guardia se negó con malos modos a recibir una denuncia por robo que efectuaba aquélla en lengua catalana"

No es la única en la familia con estas ideas, el hermanísimo Enric Garriga Trullols, no sólo ha sido candidato electoral de la coalición "Estat Català" sino que defiende desde diversas entidades culturales y políticas de las que es presidente la independencia de Cataluña.

Antoninus Pius