Una magnífica oportunidad para Brustenga

Con decreto de fecha 21 de junio del presente, nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo, escuchadas las súplicas del pueblo fiel del barrio de Collblanch y consultados los pertinentes Vicarios Episcopales ha tenido a bien conceder el traslado pastoral a nuestro insigne amigo Mn. Joaquim Brustenga, capitoste de la “Unió Sacerdotal de Barcelona” hasta la parroquia de Santa Magdalena en el populoso barrio de Les Roquetes en Barcelona.

La B-20, circunvalación barcelonesa conocida bajo el apelativo de Ronda de Dalt, comunica ambos territorios, Collblanch en la salida 12 y Roquetes en la 2, de manera rápida y hace de ellos unos de los barrios mejor practicables de la conglomeración metropolitana de Barcelona.

La parroquia de Santa Magdalena es una parroquia situada en un barrio con un contingente migratorio notable desde sus orígenes. Con una construcción moderna y adaptada a las necesidades actuales el templo parroquial goza de una inmejorable situación en la calle Llopis y conocida es su muy saludable y aireada ubicación en las estribaciones más occidentales de la sierra de Collserola, particularidad esta que le otorga uno de los más bajos índices de contaminación ambiental del municipio barcelonés.

Su buena accesibilidad a través de los transportes públicos es más que conocida: la estación Roquetes de la línea IV (amarilla) y numerosas líneas de autobuses hacia el distrito de Nou Barris hacen del nuevo destino pastoral de Mn. Brustenga un lugar apetecible a la par que tranquilo y sosegado.

Mn. Joaquim tendrá junto a él un buen número de sacerdotes a los que podrá recurrir para cualquier menester que se le presente. Y aunque una asidua frecuentación de la parroquia matriz del sector, la de Santa Engracia, no creemos le sea excesivamente recomendable por el carácter ciclotímico de su párroco Mn. Carulla, más allá de los compañeros de su arciprestazgo de Trinitat-Roquetes están los del muy cercano de Vilapiscina en sus cercanas parroquias de San Narciso, San Mateo o San Rafael, la primera en el polígono Canyelles y las otras dos en la Guineueta.

Y aunque los destinos sugeridos por nosotros, en la parroquia de Gascueña en Cuenca, o como capellán del Santuario de Bastanist en Urgel, no han prosperado, le deseamos todo lo mejor en este nuevo capítulo de su ministerio pastoral.

No escuche las malvadas voces que quieren presentarle ese encargo pastoral como un destierro. Tómelo como una magnifica oportunidad de renovarse en su vocación, dar su vida por el Pueblo de Dios que en Les Roquetes peregrina, muchos de ellos inmigrantes sudamericanos necesitados de alimento espiritual y de aliento humano. Quiera Dios que el patrocinio de la Magdalena sobre su nueva parroquia, santa entregada a una vida de penitencia y amor de Dios hasta el último de sus días, según la tradición cristiana, en la Provenza, le estimule y oriente sus pasos a partir de ahora.

Las Roquetes no son las rocas de la Sainte Baume: es un barrio y una parroquia que Brustenga si quiere, puede convertir en un maravilloso destino misional, más si cabe cuando en los últimos años, de manera equivocada, se había hecho de ella un mero centro de culto dominical y poca cosa más, en una agrupación parroquial (la de esta, con San Sebastián y Santa Engracia) muy desacertada.

Per molts anys, Quimet!

Prudentius de Bárcino