El Dr. Matabosch necesita clases de castellano

Hace unas semanas nuestro querido Prudentius de Bárcino nos reproducía en su artículo semanal la poesía que el niño Antoñito Matabosch presentó a concurso titulada “La mona". En aquellos años lógicamente la poesía tuvo que presentarse en castellano, como el resto de los estudios primarios, pero parece que nuestro actual ecónomo diocesano ha olvidado bastante la lengua de Cervantes. Sólo hace falta mirar la información que nos ha remitido la Delegación Diocesana de Economía con motivo de la Jornada de “Germanor” (Día de la Iglesia Diocesana, en el resto de España) para darnos cuenta de que en esa Delegación el castellano no lo dominan muy bien.

Y es que cuando se detallan los gastos del arzobispado del año 2008 hay una partida importante en la que pone “Personal Preberos y religiosos” y un poco más abajo también se lee otra partida con el título “Seguros sociales preberos". Para los que no dominen nada el catalán, les sorprenderá la palabra “preberos” porque de entrada no deducirán que se está refiriendo a los presbíteros, algo más fácil lo tenemos los que hablamos el catalán y que llamamos también a los sacerdotes “preveres". Pues nuestros ecónomos ni cortos ni perezosos han dicho: el castellano de “preveres” pues “preberos", y se han quedado tan anchos.

Lo que probablemente no sabe el Rvdo. Dr. Matabosch, su acólito el Sr. Manuel Bernades y el resto de sus colaboradores, es que la palabra “Preberos” corresponde a los participantes de una prueba náutica que se realiza en las islas quinchaínas de Caguach y Apiao, una semana antes de celebrar la Festividad de Jesús Nazareno, y que recibe el nombre de “Preba". Pueden consultar en internet la crónica de este año. Que quieren que les diga, una subvención del Arzobispado de Barcelona de 4.645.113 Euros para esta prueba me parece excesiva. Así que supongo que ha sido una “catalanada” en la traducción de la palabra presbítero.

Lo que también me llama la atención es que para pedir dinero sí que utilizan el castellano, mientras que para el resto de las actuaciones diocesanas única y exclusivamente se utiliza el catalán. ¿Alguien ha recibido el Plan Pastoral Diocesano en castellano?, pues nadie, porque todo lo que sale del Arzobispado se hace sólo en catalán, pero a la hora de buscar “la pela” se rebajan a utilizar esa lengua olvidada.

Esto me recuerda a algunos partidos políticos muy próximos a n.s.b.a. cardenal, que cuando llegan las elecciones, también hacen su propaganda en castellano, buscando los electores castellanoparlantes, a los que luego olvidan y les obligan a utilizar el catalán en todas las instituciones en las que gobiernan. Y hablando de campañas electorales, la carta de nuestro cardenal que se adjunta junto al material de campaña, me recuerda mucho a la que nos envían los candidatos políticos en los buzones de nuestras casas para pedirnos nuestro voto, con la foto a todo color de nuestro arzobispo (bien sonriente) y la firma en azul, como si hubiera firmado personalmente todas las cartas.

Y una última cuestión, los números son los números y aquí no vale la demagogia barata. La partida más grande de ingresos es la proveniente de la Conferencia Episcopal Española, me gustaría saber cuales serían los números de nuestra diócesis si Cataluña fuera independiente como tanto desean muchos de nuestros “preberos” y tuviéramos que mantenernos con los miserables números de cruces marcadas en las declaraciones de la renta en favor del sostenimiento de la Iglesia desde nuestras diócesis catalanas. No son de extrañar esos números teniendo en cuenta que algunos sacerdotes como el Rvdo. Francesc Vergés pidieron públicamente desde el diario “Avui” que no se marcara la citada cruz, y todavía es hora que nuestro cardenal le haya llamado la atención.

Antoninus Pius