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13.09.09

Funcionarios sin Cristo ni la Iglesia

Los motores en las parroquias están en marcha de cara al nuevo curso pastoral. Los rectores de los templos organizan la catequesis y demás servicios pastorales que la comunidad cristiana necesita. En este clima ha habido dos afirmaciones en los últimos días muy importantes sobre los sacerdotes.

El Prefecto de la Congregación para el Clero, Cardenal Claudio Hummes, señaló que existen sacerdotes que tienen un encuentro “insuficiente y superficial” con Cristo y así han transformado su ministerio en “una especie de profesión eclesiástica que desarrollan como funcionarios que aprenden a desarrollar” un trabajo.

El papa Benedicto XVI dijo ayer que se sufre en la Iglesia, como en la sociedad civil, el hecho de que muchos a los que les está conferida una responsabilidad “trabajan para sí mismos y no para la comunidad".

En ambos casos la llamada de atención se hace a los pastores. En la primera ser cura hoy al frente de una comunidad no es ejercer como funcionarios esclesiásticos, que siguen trabajando sin “alma” en su función pastoral. Este es uno de los motivos por los se deshacen las comunidades parroquiales con el paso del tiempo y los fieles se cansan de no ver en el pastor al “alter Christus", sino a un señor que se mueve mucho, pero no proyecta “una mística de su misión” a su propia vida, que sirva de ligazón espiritual a todos los miembros de la comunidad a la que dicen servir.

En el segundo aspecto el Papa habla de cómo existen pastores que trabajan para sí mismos y nunca para la comunidad a la que han sido enviados por el obispo correspondiente. Son los que crean un grupo de amigos que les rien las gracias, le corean como palmeros y le acompañan en todo momento, mientras el resto de vecinos están esperando que el cura los atienda. A veces no tiene tiempo. Otras no desea complicarse la vida. Y solamente buscan su propio ego, que se lo alimentan los miembros de su grupo de “adeptos” y “selectos".

Existen soluciones para superar estas situaciones. El cardenal prefecto de la Congregación del Clero apunta ésto: mantener un contacto asiduo con la Palabra de Dios, vivir una vida de oración auténtica que incluya la liturgia de las horas y la devoción mariana, celebrar cotidianamente la Eucaristía como centro de la vida ministerial y recurrir regularmente al sacramento de la Confesión".

El Santo Padre sugirió tres formas:fidelidad, prudencia y bondad. La Iglesia no es nuestra Iglesia, es su Iglesia, la Iglesia de Dios.

Las llamadas del cardenal y del Papa al inicio del curso pastoral son dagas que nos entran a los curas para despertarnos y hacernos más honrados. El examen es de cada cura, con la colaboración de los hermanos en el presbiterio y con la oración con la comunidad cristiana a la que se sirve.

Tomás de la Torre Lendínez