InfoCatólica / Tomás de la Torre / Archivos para: Julio 2009, 14

14.07.09

Un servidor es uno de esos profesores de Religión

La información que hoy publica InfoCátolica sobre el profesorado de Religión y Moral Católicas en Andalucía es absolutamente veraz.

El que firma estas lineas es uno de los profesores de un centro público, que ha tenido que rellenar la correspondiente instancia y la aportación de la documentación correspondiente, para entrar a formar parte de una base de datos de todos los profesores de Religión de la región. Con el objetivo de que durante el mes de mayo del próximo año, sean la Consejería de Educación la que impulse un concurso público de traslados de profesores de Religión dentro de la propia provincia a ser posible, o en otro centro fuera de la misma.

Esta orden ha sido publicada en el Boletín Oficial de Junta de Andalucía, de fecha 10 de julio, dando un plazo de diez dias a los profesores para que presenten en las respectivas delegaciones provinciales de Educación la documentación que se pide. Toda la orden está revestida de un lenguaje muy favorable para la estabilidad laboral del profesorado, pero no se menciona ni una sola vez a la Iglesia, ni al obispo diocesano, ni a las delegaciones diocesanas de enseñanza.

A partir de ahora mismo, los profesores de Religión serán considerados como unos “funcionarios” de la Junta a la hora de traslados, aumentos de horas lectivas, complemento de horas en otros centros….El obispo diocesano ha perdido la opción de proponer al correspondiente profesor. Solamente le ha quedado al obispo el “consuelo” de publicar el nombramiento de las personas que ya están nombradas por la Junta en su base de datos del profesorado que según la orden de la consejeria educativa, deberán estar en sus delegaciones proviciales.

En lenguaje llano, los obispos andaluces son meros espectadores de cómo la administración educativa nombra, aumenta horas, traslada, concursa, completa horas…a los profesores de Religión que hasta ahora cumplián la “misión canónica” encomendada por el obispo propio para impartir las clases en tal instituto del que podría ser cambiado por motivos de traslado u otras razones.

Hemos llegado, un servidor entre ellos, a ser “funcionarios laborales” de la Junta y obligados a cumplir con toda la legislación pertinente de este sector de la administración educativa regional.

Y, entretanto, los obispos andaluces de ahora siguen callados ante esta tamaña actuación intervencionista de la Junta andaluza en misiones que son exclusivas de la jerarquía eclesial del Sur de España.

Tomás de la Torre Lendínez