Adiós, señor Nuncio, adiós

Sinceramente nos congratula que España tenga vacante la Nunciatura. A la hora de la despedida del Nuncio el resumen puede ser éste:

Ha sido un hombre lento como los caracoles, a la hora de sacar obispos para las sedes que llevan vacías muchos años.

Ha sido un hombre embajador de dos Papas y por lo tanto debía obtener un cambio, pues debía haber sido hace tiempo.

Ha sido un hombre oscuro en la relación con el poder político de España, en una hora oscura para las relaciones entre el Estado español y la Santa Sede. Estuvo con el gobierno del partido popular y con el gobierno socialista. En ambos casos, su misión ha sido juzgada como mediocre por la opinión de los católicos españoles.

Ha sido un hombre medio aturdido por el gran peso de la Nunciatura española, donde le han colado goles y no ha despejado el balón con prontitud.

Pienso que España se merece otro nuncio más nuncio, es decir, más de la escuela vaticana, que es la primera en formar embajadores en la historia de la humanidad.

Señor Nuncio, felicidades, y felicidades tambien a la Iglesia de España. Ojalá su sucesor sea menos lento, por favor.

Tomás de la Torre Lendínez