Mi adiós a Federico y César
En la fiesta de San Cristobal, patrón de los caminantes y conductores, Federico y César dejan de caminar en la ondas de Cope. A ambos les dedico estas breves líneas.
Cuando la vida y el dedo del pastor me llevaron a Cope, aún no estaban estos a quienes hoy despido. En el mítico año 92, tras el cierre de Antena 3, llegaron a la Cope aquellos naúfragos, que eran el terror de los mares radiofónicos, tanto que el gran emperador Polanco los decapitó comprando la cadena para cerrarla al día siguiente.
En la Cope, Antonio Herrero, Luis Herrero, José María García y Federico, fueron bien recibidos. Acababa de irse Luis del Olmo y la empresa habia hecho un expediente de regulación de empleo, pues tenían pérdidas millonarias.
Rapidamente, estos novatos en Cope se hicieron a los mandos del barco y llegaron a ser de nuevo el terror de los mares radiofónicos. Así durante muchos años.
Se fueron yendo a la otra orilla Encarna, Antonio Herrero. Hubo que suplir y repartir responsabilidades: Luis pasó a la Mañana, Federico a la Literna. Y luego se cambiaron los trastos entrando César, tal como él mismo cuenta en la carta que publica InfoCatólica, y Federico tomó la Mañana hasta esta calurosa mañana de julio. César lo hará esta noche.
Con todos estos profesionales la Cope ha sido una cadena de referencia, de prestigio y una voz para los sin voz durante muchos años. La libertad era su lema. Y sin cadenas en la mente y en la lengua el barco navegaba, aunque nunca sin mar tranquila. Las borrascas llegaban durante los gobiernos populares y socialistas; durante un mandato y otro en la cabeza de la Conferencia Episcopal.
Hasta que un día en una reunión veraniega de un cursillo de actualización radiofónica, un don nadie recién llegado lanzó un grito: “La Cope debemos reconquistarla". Ya lo han conseguido. A ver lo que hacéis con ella. A ver si la sabeis mantener. O la vendeis por parcelas dentro de unos meses, que esto es lo que desea de veras la competencia feroz de la radiodifusión unica del sólido imperio mediático de la izquierda española.
A Federico y a César les doy las gracias. He pasado horas inolvidables con sus tertulias, con sus victorias: la última hace media hora cuando Federico ha pedido un microondas para el comedor social de Alcalá de Henares, y al cuarto de hora lo tenía resuelto.
Además, siempre he sido un claro defensor de la libertad que ha reinado en Cope durante largos años, a la que Federico y César han sabido ponerle la mejor cimentación, siendo,uno agnóstico y el otro evangélico. Es esa libertad de los hijos de Dios que no la compra ni los don nadie, ni los epíscopos arribistas que los hay.
A ambos les deseo una feliz nueva singladura en esRadio, su aventura y apuesta septembrina.
Que Dios os bendiga a los dos. Y seguid sirviendo a la causa de la libertad, que es la causa de Cristo salvador del mundo y del hombre.
Y a toda la audiencia les recomiendo la misma libertad para seguir conectando con Cope o con esRadio. Aquí está la única libertad de estar salvados por Cristo.
Tomás de la Torre Lendínez