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13.07.09

Los que tocan "su campana" a la vera de la "campanofobia" en Jaén

Las campanas de la Catedral de Jaén siguen tocando en la actualidad local que ha pasado a ser noticia nacional. Varios amigos me lo han recordado. Los medios de comunicación tanto locales como nacionales han sacado el tema.

Emiliano Vega, corresponsal de El Mundo Andalucía, elmundo.es, nos describe hoy al primer personaje que toca “su campana” el vecino promotor de la denuncia:

“Ahora las campanas están en peligro por mor de Antonio Rus, el vecino que hace diez años decidió emprender una cruzada en solitario para silenciar el tañido de las campanas debido a los perjuicios físicos y psíquicos que, según sostiene, iban minando su salud y la de su familia.

Ese «ruido intolerable» le llevó incluso a permanecer ingresado durante 21 días en salud mental con el correspondiente tratamiento depresivo del que asegura continúa con la ingesta diaria de 24 comprimidos. De hecho, los ansiolíticos ocupan lugar preferente en su vivienda situada frente a la sede episcopal jiennense y a espaldas del edificio consistorial, «una auténtica pantalla donde rebota el ruido y lo aumenta», afirma.

Ahora, su perseverancia le ha recompensado con una sentencia favorable del TSJA. Previamente, el tribunal instó al Ayuntamiento a realizar un informe de mediciones acústicas cuyo diagnóstico resultó «desfavorable» y venía a confirmar así el excesivo nivel de decibelios denunciados. Hechas públicas las mediciones, el denunciante remitió un escrito al contencioso-administrativo para su inmediata aplicación.

Así el consistorio deberá modificar la ordenanza general sobre ruidos para que los 80,2 decibelios registrados en su casa lleguen a unos niveles permisibles. El demandante también reclama, en principio, una indemnización de 1,2 millones de euros a partes iguales a abonar entre Ayuntamiento y el Cabildo catedralicio.

Antonio Rus insiste en que si el problema se hubiera abordado con rigor por los anteriores gobiernos municipales no se hubiera llegado a este punto: «Lo tacharon como una simple infracción administrativa», lamenta. Ahora asiste a un debate ciudadano en del que prefiere permanecer al margen: «No estoy en contra de que se celebre misa, respeto los derechos de los que defienden el ruido pero también deben respetarme a mí, simplemente quiero que las campanas toquen con arreglo a la ley, ni más ni menos», añade.

Otra que toca “su campana” es la alcaldesa socialista Carmen Peñalver quien, según nos envía nuestra comentarista Camino Iriarte, ha dicho lo siguiente:

“Lo que ocurre con el sonido de las campanas de la Catedral no es exclusivo de Jaén. Ocurre en otras ciudades del Estado, donde los ayuntamientos han tenido que intervenir y modificar las ordenanzas municipales para evitar que se pierda una “costumbre”.

Es el caso, por ejemplo, de Pamplona, donde la alcaldesa, Yolanda Barcina, autorizó el repique de las campanas de las iglesias y el sonido de los relojes, con un límite de 90 decibelios, entre las ocho de la mañana y la diez de la noche, por considerarlo una costumbre. En Valencia, su Ayuntamiento calificó el sonido de las campanas como un bien patrimonial de la ciudad que es en el mismo alegato que presentan tanto el Cabildo como el equipo de Gobierno de Jaén para no mantener el volumen actual. En este sentido, Carmen Peñalver, que fue la primera persona en estampar su rúbrica en la campaña de recogida de firmas del Cabildo, consideró que, dentro de la “máxima legalidad” y del respeto a las resoluciones de los órganos judiciales, hay que defender que las campanas “puedan seguir sonando” en la ciudad como lo vienen haciendo desde el año 1546. “No producen ruido, sino sonido”, añadió.

Carmen Peñalver manifestó, asimismo, su intención de modificar la ordenanza municipal para que sonidos como el de las campanas “puedan encontrarse dentro de la convivencia ciudadana”, ya que se puede caer en situaciones “absurdas” con tradiciones, como la propia Feria de San Lucas o las verbenas populares de los barrios.”

Otros que tocan “su campana” es la oposición municipal del partido popular, que según Emiliano Vega afirma lo siguiente:

“La contradicción entre haber impulsado la modificación normativa y la posterior firma de apoyo a su permanencia, no ha pasado desapercibida para el PP quien apoya «al cien por cien» las campanas.

Su portavoz, Miguel Ángel García Anguita, ha mostrado su «preocupación por el proceso de conversión que parece estar afectando a Peñalver y a Cano, que de pronto les ha entrado un ataque de religiosidad que imaginamos no tiene nada que ver con la Catedral, sino más bien con una postura claramente electoralista».”

Otros que tocan “su campana” son los miembros del Cabildo de la Catedral que creen que con la recogida de firmas de la vecindad de la ciudad en pleno mes de julio van a solucionar algo. Ya dijimos el otro día que esto es un brindis al sol.

Otro que toca “su campana” es el deán actual de la Catedral, que ya quisiera parecerse a los viejos deanes que ganaban el cargo por oposición, prestigio y dotes de gobierno. Ya se ha terminado el tiempo de ser figurón. Ahora se debe demostrar si se sabe torear un toro tan astifino como el asunto de las campanas.

Y el pueblo llano de Jaén está estupecfacto ante tanto teatro, ante tantas personalidades que tocan “su campana” por los intereses que sean. Y comentan dónde está la persona que debe poner calma en las tablas de esta obra teatral, que está contagiando al resto la “campanofobia".

Tomás de la Torre Lendínez