Ante el terrorismo de blasfemias

Profanaciones en EspañaEn la segunda mitad del s. VII, en pleno esplendor del Reino Visigodo, San Ildefonso de Toledo, Capellán de la Virgen, cuya fiesta litúrgica se celebra hoy, componía el tratado de La Perpetua virginidad de María. En él defendía la fe de la Iglesia, proclamada siempre por los cristianos, de que la Madre de Dios es Virgen antes, durante y después del parto. Esta verdad había sido rechazada por algunos herejes y contra ellos el santo obispo toledano defiende así la virginidad de María en el parto:

«Acaeció una vez ser madre la que era virgen; ocurrió que engendrase la que permanecería no ajada por el modo de engendrar. Aconteció que pariese con una desconocida forma de parto. Sucedió que se mantendría íntegra con el Hijo la que no había experimentado mengua con el esposo. Pero se trata de algo inapreciable, incomprensible, inenarrable, admirable, de algo jamás oído, visto, conocido y anteriormente ocurrido: que la virginidad brille con la concepción, que la virginidad acompañe al parto, que la gestación selle a la virgen, que la virginidad aprecie a la madre y también que la glorifique; que la preñez de la madre honre a la virgen, que la virginidad alcance el honor materno y el honor virginal se conserve en la fecundidad de la madre»

No es el caso explicar aquí el sentido teológico de este misterio, confesado por la Iglesia desde el principio, sino dejar constancia de que ésta es una verdad de fe, amada y reverenciada por los cristianos de todos los tiempos.

En torno a la pasada Navidad, una política socialista difundió públicamente una imagen que representaba el parto del Hijo de Dios como un parto normal, no virginal y, por tanto, contrario a la fe de los cristianos. La imagen era intencionalmente cruda y desagradable, con evidente intención de negar explícitamente esta verdad de fe. Además, esta imagen se utilizaba con el propósito de defender la ideología feminista, retratándola así como es: una ideología profundamente anticristiana.

Pasado el tiempo, otras personas han defendido el uso de esta imagen, siempre insistiendo en que los cristianos no han de ofenderse por esto, porque representa lo que ellos creen. Esto es manifiestamente falso, como ya hemos mostrado. La última persona que se ha regodeado en esta blasfemia ha sido una ministra del Reino de España.

No nos sorprende que nuestra clase política haga gala de la más absoluta ignorancia en materia religiosa. Es normal que entre las filas progresistas se presuma con desparpajo de no conocer en absoluto la fe que supone la base de la misma existencia de España como nación, y sin la que no se puede entender casi ninguna de las manifestaciones culturales más altas de nuestra historia. Lo que no deja de admirar es la insolente hipocresía con la que exigen lacrimógenamente respeto para todo tipo de aberración ideológica a la vez que se prestan sin descanso a la ofensa contra todo elemento de la fe y la vida cristianas.

Esto, sin embargo, no es nuevo. Ya desde el inicio del periodo democrático las fuerzas progresistas emprendieron, como parte de la revolución socialista ideada para España, una campaña salvaje de lo que algunos llamaron el «terrorismo de blasfemias». A partir del año 1983 apenas había día en el que los católicos no tuvieran que sufrir un ataque directo a su fe en forma de profanación del patrimonio religioso, blasfemias continuas en los medios de comunicación (especialmente desde la televisión pública), o marginación estatal del hecho religioso católico.

En los últimos años este ataque continuo a la fe católica se ha recrudecido y ahora ha adoptado la protección legal, entre otras leyes, de la represiva Ley de Memoria Democrática, en virtud de la cual se han producido diversas profanaciones religiosas, la última de las cuales ha sido la de la Cruz de Aguilar de la Frontera, provincia de Córdoba, arrancada de su lugar y arrojada a un vertedero, para después ser totalmente destruida.

Entonces, como ahora, la reacción de los obispos españoles fue muy moderada y en muchos casos inexistente. Respecto de la última profanación, D. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, ha denunciado claramente el hecho.

No obstante, conviene recordar que los primeros en atacar las verdades de la fe y proponer la blasfemia no fueron precisamente los socialistas. Antes de su llegada al poder, y con muchas más consecuencias, ya hubo sacerdotes y religiosos que minaron la fe de los creyentes, ante el silencio cómplice o incluso el asentimiento de muchos obispos. Recordábamos al inicio la blasfemia que supone la negación de la Virginidad del María. Pues bien, los primeros en España que la negaron en tiempos recientes fueron el Jesuita José Ramón Scheifler y el entonces mercedario Xavier Pikaza. Ambos, en 1978, traían a España una pestilente herejía que fue tolerada por muchos obispos y enseñada en muchos seminarios. Uno de los pocos que se atrevió a levantar la voz con firmeza fue Don Marcelo González Martín, Cardenal Arzobispo de Toledo y, por tanto, dignísimo sucesor de San Ildefonso. Pero su voz, como casi siempre, no encontró apenas eco entre las de sus hermanos obispos. El último en blasfemar públicamente contra la Santísima Virgen, con más saña y mucha más culpabilidad que los políticos, porque no puede alegar ignorancia, ha sido el jesuita James Martin, difundiendo una imagen de la virgen de Czestochowa profanada con la bandera de la ideología del odio homosexualista, diseñada con intención de ofender por polacos anticatólicos. Se da la circunstancia de que James Martin tiene cargo en la Santa Sede.

Por tanto, el terrorismo de blasfemias ha sido, sin duda, una táctica fundamental en la descristianización de España a manos de las fuerzas progresistas, pero erraríamos el diagnóstico si se lo atribuyéramos primera o principalmente a los socialistas, comunistas o liberales. Los primeros en practicarlo fueron, tristemente, muchos sacerdotes y fieles católicos, ante el asentimiento y la colaboración de sus pastores. Quizá algún día dejemos de lamentarnos y nos decidamos a arrancar la viga enorme que tenemos en el ojo, poniendo orden en nuestra casa antes de exigir que los demás no nos la manchen.

22 comentarios

  
MARIELA
Excelente, magistral artículo.
Comencemos limpiando la Iglesia de blasfemias nosotros, los católicos.
Tiremos al Tiber de una vez por todas a las pachamamas. No más actos idolátricos y menos en el Vaticano, que es desde donde se debería mostrar un trato impecable hacia la sana doctrina católica.
No más James Martin y compañías difundiendo el error, confundiendo a los ignorantes (porque quieren) a quienes les da igual 8 que 80 con tal de acomodarse al
ritmo de estos tiempos diabólicos.
Hemos tenido que escuchar del mismísimo Papa Francisco que la Virgen no nació santa. En fin. ¿Pedimos respeto hacia nuestras creencias de gente atea y no se lo exigimos al Papa, es más los hay que le quitan hierro al asunto o peor, lo justifican, o peor aún, dicen amén? En fin. Inexplicable.
Es hora de plantarnos firmes. O todo con Cristo o nada.
Viva Cristo Rey!
Viva la bienaventurada, la santa DESDE SU CONCEPCIÓN, la más pura, la más limpia, la Inmaculada. La Madre de Dios.
23/01/21 9:46 AM
  
Diácono
Ud dice: "Recordábamos al inicio la blasfemia que supone la negación de la Virginidad del María."

Una cosa es la herejía y otra la blasfemia. Uno puede, desde argumentos teológicos (otra cosa es que estén equivocados), pero respetuosamente y sin querer faltar el respeto, lanzar ideas contrarias a la doctrina católica y afirmar que la Virgen no fue tal. Esto es herejía.

La blasfemia es diferente a la herejía, pues la blasfemia supone injuria, actuar pretendiendo ofender contra las imágenes o cosas santas. También, de palabra, afirmando ideas ofensivas.

¿Puede una herejía ser blasfema? Claro, si nace por inquina u odio, si le importa más hacer daño que argumentar. Pero no si nace desde el error, desde una búsqueda de la verdad que aún no ha alcanzado la Verdad.

También dependerá de lo fina que sea la piel del acusador de blasfemia y del contexto. Si yo,
en mi casa, me zampo un chuletón de buey seré acusado de blasfemia por un hindú, pero está claro que no he pretendido ofender a los miembros de esa religión. Otra cosa será que en Calcuta, en las escaleras del templo de Shiva, a vista de todos, me lo coma acompañado de un buen Ribera. Ahí está claro que busco tocar las narices.

Hereje, con este dogma de la Virginidad de Nuestra Señora, son los protestantes, por ejemplo, pero en su mayoría no son blasfemos, sólo perdidos y errados. Blasfemo es aquel, protestante o no, que realiza la foto esa de la que nos habla, con intención de herir lo más hondo de la fe católica, y además no la retira y pide perdón cuando se le dice que ofende (porque puede ocurrir que en su ignorancia ni sepa que ofende).


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FJD: Dice San Ildefonso a un HEREJE:
"Pues lo que sobre Ella te dijo a ti el Espíritu Santo por medio de los profetas, te anunció por medio de oráculos, te enseñó a través de figuras, te prometió con hechos precedentes y completó con otros subsiguientes, eso mismo que tu niegas, que no crees, que rechazas, que desdeñas, que resistes, que BLASFEMAS, yo sí he conocido y creído, yo sí saboreo y venero y honro y glorifico y abrazo y amo y predico, porque la gracia me ha predispuesto, la fe me llenó, la misericordia me alcanzó, el amor me condujo y la gloria de este acontecimiento me exaltó."

Dice Santo Tomás (STh II-II, q. 13, a. 1, co.):
"El concepto de blasfemia parece implicar cierta negación de alguna bondad excelente, y sobre todo de la divina. Pero Dios, como afirma Dionisio en De div. nom., es la esencia misma de la bondad, y por eso, lo que compete a Dios pertenece a su bondad; lo que no le compete, en cambio, queda lejos de la razón perfecta de bondad, que constituye su esencia. Por lo tanto, todo el que o niega algo que compete a Dios o afirma de él lo que no le pertenece, deroga la bondad divina. Y esto puede ocurrir de dos maneras: o por la sola estimación del entendimiento, o unida con detestación del afecto, del mismo modo que, a la inversa, la fe en Dios se perfecciona con su amor. Por lo tanto, la derogación de la bondad divina se da, o solamente en el entendimiento, o también en el afecto. Si pues se da únicamente en el corazón, se llama blasfemia del corazón. Pero si se manifiesta al exterior por el lenguaje, es la blasfemia verbal. En este segundo sentido se opone la blasfemia a la confesión de fe."
Evidentemente, Santo Tomás habla fundamentalmente aquí de la blasfemia contra Dios como algo opuesto a la confesión de fe, de lo que se sigue que el que niega la verdad de fe respecto de otros artículos, como es el de la Virginidad de María, también blasfema, aunque en grado diverso. Como blasfema en grado diverso el que ofende directamente a la Divinidad y el que ofende a la Madre de Dios, siendo ambos pecados gravísimos.
23/01/21 11:34 AM
  
Maria
A mi patecer lonque mas daño le hace a la amada esposa de Jesucristo (la Iglesia) son los pecados, a veces verdaderamente crimenes, que acontecen dentro de ella y por los cuales se acrecentan las persecuciones del mundo. Para acabar con tanta blasfemia unos santos remedios para nosotros, los que damos escandalo dentro de la Iglesia:
Oracion, arrepentimiento continuo, conversion continua, ayuno, penitencia, confesion y eucaristia, y sobre todo amar la Voluntad de Dios y procurar someterse a ella en todo momento, ya haga frio, calor, persecucion u otra cualquiera cosa que venga sobre nosotros...
23/01/21 11:45 AM
  
Oscar de Caracas
Con el debido respeto tenemos una iglesia llena de "maulas", palabra castiza que define a estos religiosos y jerarcas eclesiásticos.
23/01/21 12:36 PM
  
Diácono
En desacuerdo. Mejor me parece lo que dice el Catecismo de la Iglesia diferenciando por un lado herejía, por otro blasfemia.

2148 La blasfemia se opone directamente al segundo mandamiento. Consiste en proferir contra Dios —interior o exteriormente— palabras de odio, de reproche, de desafío; en injuriar a Dios, faltarle al respeto en las expresiones, en abusar del nombre de Dios. Santiago reprueba a “los que blasfeman el hermoso Nombre (de Jesús) que ha sido invocado sobre ellos” (St 2, 7). La prohibición de la blasfemia se extiende a las palabras contra la Iglesia de Cristo, los santos y las cosas sagradas. Es también blasfemo recurrir al nombre de Dios para justificar prácticas criminales, reducir pueblos a servidumbre, torturar o dar muerte. El abuso del nombre de Dios para cometer un crimen provoca el rechazo de la religión.

La blasfemia es contraria al respeto debido a Dios y a su santo nombre. Es de suyo un pecado grave (cf CIC can. 1396).

2089... “Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma....

Ya ve que son diferentes.

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FJD: Muy bien. Tiene usted razón. Siga con su catecismo.
23/01/21 2:42 PM
  
maru
Muy buen artículo. Qué lamentable la bb posición de la mayoría de los obispos en un tema tan importante y transcendente para la fe.
23/01/21 3:43 PM
  
África Marteache
Diácono: La inmaculada Concepción de María es un dogma de Fe desde 1854, la negación o burla de un dogma constituye una forma de herejía como dice el catecismo: “Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma...." usted mismo lo ha dicho. El que aquí se le trate como blasfemia no empece para que, además, sea herejía.


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FJD: Es que, como le he intentado explicar sin éxito, la herejía es, según Santo Tomás, una forma de blasfemia. Así que es mejor dejarlo. Cada uno llega a lo que llega y tiene la humildad que tiene.
23/01/21 4:38 PM
  
Carmen L
Y quienes han sido los perpetradores de la destrucción de la cruz, espero que Dios los trate como a la mujer de Pilato
23/01/21 5:04 PM
  
Oscar
Pensé que la mujer de Pilato creía en Jesucristo y le insistió a su marido en que era inocente y no se metiera con el. No fue así?
23/01/21 5:17 PM
  
Tulkas
Por supuesto, es evidente: la herejía es una forma de blasfemia.
Basta conocer bien un par de herejías para percatarse de ello.
Si a la herejía se le quita la blasfemia queda simplemente una opinión dudosa, o falsa.
23/01/21 7:32 PM
  
Oscar Alejandro Campillay Paz
En todo de acuerdo con el articulo.

Sin embargo me dejó pasmado una contestación suya a un comentario:
"Siga con su catecismo"

No sería: "el catecismo" o "nuestro catecismo"??

O usted maneja otro catecismo?

Podría por caridad aclararlo?
Bendiciones

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FJD: Podría haberle mandado a esparragar, pero me pareció que eso era más elegante.
23/01/21 10:29 PM
  
Oscar Alejandro Campillay Paz
Mariela
Con todo respeto: El Papá nunca dijo que María no nacio santa de ese modo textual que usted elige interpretar

Dijo que santo no se nace, se hace.(diciendo que esto cuesta, no es facil) Y que esto valía también para ellos. Es decir que progresaron, con cada acto personalisimo, en santidad.
Segun su interpretación sería blasfemo el evangelista cuando dice de Nuestro Señor: "crecia en sabiduría, en gracia y en estatura delante de Dios y de los hombres"

Le dejo un enlace donde el Santo Padre defiende el dogma de la Inmaculada Concepción:
“Por esto la Virgen María, nunca contagiada por el pecado está siempre llena de Dios, es madre de una humanidad nueva”, subrayó. www.aciprensa.com/noticias/el-papa-francis…

Bendiciones.
23/01/21 11:14 PM
  
Luis C.
El terrorismo es una figura delictiva en nuestro ordenamiento, la blasfemia no lo es.

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FJD: Si habla del ordenamiento español, está equivocado: la ofensa a los sentimientos religiosos figura en el art. 525 del Código Penal. Y en cualquier caso lo que diga el "ordenamiento" me importa bastante poco.
23/01/21 11:40 PM
  
Luis C.
Si, me refiero al español y no, el artículo al que hace referencia del código civil no pena la blasfemia, pena la ofensa, que ha de ser con escarnio, de los llamados sentimientos religiosos. Es mas, usted ha citado el 525.1 pero.también existe un 525.2

525. 2. En las mismas penas incurrirán los que hagan públicamente escarnio, de palabra o por escrito, de quienes no profesan religión o creencia alguna.

Es decir, el artículo 525 que usted cita no pena la blasfemia, pena el escarnio de las creencias religiosas y el escarnio de las increencias. Ambas con las mismas penas por cierto.

Pero claro, si ya partimos de la base de que a usted le importa "bastante poco" el ordenamiento jurídico vamos mal. Afortunadamente al ordenamiento jurídico si que le da igual lo que a usted o a mi nos importe "bastante poco", ambos estamos sometidos y obligados a respetarlo.

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FJD: Es decir, que sí pena la blasfemia, que supone, obviamente, una ofensa de los sentimientos religiosos. El ordenamiento jurídico hay que respetarlo si es justo. Y en un país donde ese ordenamiento permite descuartizar niños en el vientre de sus madres y, próximamente, asesinar enfermos, el ordenamiento jurídico no es justo, al menos en esos aspectos.
Por cierto, en el ordenamiento de este blog se prohíbe ser pesado, así que le ruego que no insista en el asunto.
24/01/21 1:28 AM
  
MARIELA
Oscar Alejandro Campillay Paz.
Lo que sucede con el Papa es que crea confusión con sus palabras a propósito o no, eso ya no lo sé, aunque me lo figuro. En una ocasión mandó "hacer lío"
La interpretación que yo haga o la que haga usted de las palabras de Francisco, da igual porque la confusión y el lío, están servidos.
Hablando de la Virgen cortos nos quedamos con decir que nació santa. Así que más corto se queda quien dice que no nació santa, sino que se hizo.
24/01/21 2:29 AM
  
Luis C.
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FJD: No. No tiene razón.
24/01/21 10:00 PM
  
Estupefacta
Que usted hable de blasfemias cuando justifico la de que "por las venas de Jesús corre sangre pagana" humanamente es muy cómico. Pero desgarra el Corazón de Jesús. Arrepientase y pida perdón. Todavía está a tiempo de salvarse.

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FJD: Buena memoria. Y lo sigo diciendo, con Santo Tomás. Y entre Santo Tomás y usted, pues qué quiere que le diga...
25/01/21 1:04 AM
  
Estupefacta
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FJD: Mi conocida y celebrada humildad me impide publicar un comentario tan halagador como el que me dirige. Me alegra saber que disfruta escuchando nuestra Sacristía de la Vendée y le agradezco los ánimos que nos da. Espero que nos siga viendo mucho tiempo.
26/01/21 2:21 AM
  
Nachost
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FJD: En este blog no se publican blasfemias contra la Virgen. Si quiere entender el sentido de los dogmas marianos, comience con el Catecismo. Después encontrará muchos manuales de Mariología. Le recomiendo el del P. Cándido Pozo.
02/02/21 7:25 PM
  
Jorge Cantu
Padre Francisco:

El odio, acoso y ofensa a Dios y a lo que le pertenece, a lo sagrado, a Su Iglesia, a Sus santos, a las Verdades de la fe cristiana católica en general y en particular, nos han acompañado desde que el mundo es "Mundo".

San Pablo nos avisa: «Mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios» (1Cor 1,22-23).

Hoy en día pareciera que la malicia de muchos les tuviera programados para atacar y ofender tan solo enterarse que algo es sagrado o verdad divina, una especie de "pecado contra el Espíritu Santo" o franca posesión diabólica.

Queda claro que la persecución ha acompañado a los fieles del Señor desde la caída de Adán y Eva.

Además de la herejía y la blasfemia, los creyentes sufrimos con nuestro Señor (o le podemos hacer sufrir también nosotros mismos, por nuestra inconciencia, descuido o malicia) los numerosos sacrilegios que obran sin descanso los siervos de Satanás.

Respecto a burlas blasfemas, cabe recordar el famoso "grafito de Alexámenos" (conocido también como grafito del Palatino), es un grafiti encontrado en un muro en el monte Palatino, en Roma. Se lo considera la primera representación pictórica conocida de la crucifixión de Jesús. Se conserva en el Museo Antiquarium Forense o Antiquarium Palatino de Roma.

La imagen representa a un hombre crucificado con cabeza de burro. A la izquierda hay otro hombre que levanta una mano. Bajo la cruz hay una leyenda escrita en griego. Αλεξαμενοϲ ϲεβετε θεον (Alexámenos sébete theón). Varias fuentes sugieren que el significado de la frase se traduciría como «Alexámenos adorando a su dios» u otras variantes similares.

Inicialmente, el consenso general señaló que el grafito se remonta a algún año en el siglo III. Sin embargo, considerando la época de adquisición de la vivienda para el palacio imperial y su posterior conversión en Paedagogium, se sugirió como fecha aproximada el año 85-95, bajo el emperador Domiciano, ya que posteriormente habría permanecido sellada la casa.

El grafito fue descubierto en 1857, cuando el edificio denominado domus Gelotiana fue desenterrado en el monte Palatino. El emperador Calígula había adquirido la vivienda para el palacio imperial, que después de la muerte del emperador se convirtió en un Paedagogium o internado para los pajes imperiales. Luego, la calle donde se ubicaba la casa fue separada con un muro para dar soporte a las extensiones del edificio, por lo que permaneció sellada durante siglos hasta su hallazgo.

(Con información de Wikipedia)
05/02/21 1:20 AM
  
Alfonso Madruga Quebradas
Muchas gracias por este esclarecedor artículo.
Desearía adquirir el libro donde D. Plinio expone su pensamiento y examen sobre el trabajo.sobre el "Terrorismo de la blasfemia"
Sé que entrando en la página correspondiente podría bajarlo parte por parte, pero deseo no emplear el tiempo si está a la venta en librerías de Zaragoza.
Muchas gracias.
05/02/21 1:29 PM
  
Alfonso Madruga Quebradas
En el enlace "«terrorismo de blasfemias». aparece el trabajo de la
Parte III que titula "La psicocirugía revolucionaria en cámara lenta". He ido bajando las partes que lo constituye, pero es trabajoso y lento elaborar un documento completo.
Siendo un estudioso de cuanto se publica aquí, y que es digno de estudio ¿sería posible publicar este trabajo completo o indicar un enlace en que está totalmente acabado? Sería muy provechoso para mis estudios sobre el tema que estoy elaborando "La ciudad del Mundo".
Considero que la publicación del apartado que expone aquí me es muy útil.
Muchas gracias.
Le encomiendo al Señor y a la Santísima Virgen.
Saludos

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FJD: En esta página se puede encontrar una visualización de la edición impresa, para poder citar.
El libro se puede encontrar seguramente en librerías de viejo. Aquí, por ejemplo, en iberlibro.
Contesto así al comentario anterior.
07/02/21 8:41 PM

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