Jóvenes y adultos de Costa Rica que han asistido a misa tridentina durante tanto tiempo

Escribo con el corazon en la mano y espero que sirva también para jóvenes y adultos en otros países que, al igual que nosotros, se puedan ver privados de la misa de antes.

Les adelanto que aquí leerán algo de sensiblería pero también un poco de lo que debe ser dicho.

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Parte I

Sepan que comprendo que para ustedes es como haber estado en el cielo y que los regresen a la tierra; pero por eso mismo están mejor capacitados que muchos para moverse por el mundo como portadores de esa luz que conocieron.

Miren a esa luz que es el mismo Cristo y la verán en otras celebraciones litúrgicas pero principalmente dentro de sus almas en estado de gracia.

Ya saben, el cielo que aparentemente perdieron está en sus almas.

No estén tristes.

Parte II

Mírenme nada más, en esta década apenas pude asistir a misa tridentina como 5 veces, el resto tuve que asistir a mi parroquia en un pueblito abandonado del arzobispo por donde han pasado como 10 párrocos en los últimos tiempos. Una comunidad con mala formación en la fe y sobre todo en la liturgia; escuchando coros, con excepciones, que mas que cantar dan ganas de llorar. 

Y así con todo lo que concierne a la liturgia y otros asuntos parroquiales.

De hecho, 6 años deambulé en busca de donde escuchar misa debido a que varios sacerdotes me recomendaron no asistir a misa con uno de esos párracos que tuve; es decir, quién más que yo ama esa misa y se ha visto privada de ella?

Y, sin embargo, voy a la misa con mi querido párroco que es tan bueno y que Dios me mandó recientemente y, a pesar de todas las distracciones, encuentro a mi Jesús dentro de mí, en mi párroco y en cada uno sentado cerca de mí, y en todo lo que allí sucede. En todo. 

Es que, una vez nos hemos encontrado con Cristo en la liturgia y, en la santa misa como sacrificio, es imposible no encontrárselo donde él se permita estar haciéndose ofrenda.

Ustedes y yo lo sabemos porque la riqueza y abundancia teológico y doctrinal de las rúbricas de la misa de ante nos lo han dejado la mar de claro.

Aprovechemos tan singular oportunidad.

Como les dije en la primera parte, yo sé que estuvimos en el cielo y nos regresaron a la tierra, ahora nos toca vivir bajo la certeza de la bondad, la verdad y la belleza que nos esperan.

Aquí o allá todo va estar bien; con o sin la misa tridentina, todo estará bien.

Con mi vida el Señor lo demuestra.

Parte III

Yo sé que muchos de los adultos, sino la mayoría, tienen vida y responsabilidades en sus parroquias, aunque podría ser que los jóvenes no las tengan, les digo ahora que deben tenerlas o recuperarlas.

El primer paso deberá ser el perdón: perdonar a quienes los hayan maltratado por su predilección hacia la misa tridentina pero también perdonarse a ustedes mismos por las faltas de caridad en las que hayan incurrido por causa de su predilección.

De tal manera que, lo primero es el perdón.

Y perdonar a los obispos de Costa Rica por haberlos obligado a renunciar a un bien tan preciado aduciendo el bien común pero, sin haberse dado tiempo para conocerlos personalmente y sin que, aparentemente, les parezca importante su destino pastoral.

Ya se lo he mencionado al obispo de Alajuela; permita el Señor que podamos hacer algo al respecto.

Y le pedí a monseñor Garita le diera, por caridad, a leer este documento al resto de los obispos; aunque no sé si querrá o podrá hacerlo.

Pidamos a María santísima que en cada Rosario nos regale su abrazo y una caricia lo mismo que San José, a quién tanto le importamos.

María y José valoran la forma en que nos conducimos en la casa de Dios así que comprenden a quienes aman la liturgia.

Roguemos a San Miguel arcángel que nos defienda de las asechanzas del enemigo ya que, cuando el corazón está herido, somos presa fácil.

Pidamos al Señor, nuestro Dios, nos dé el querer y el hacer para que vivamos como personas que han conocido el cielo.

Amén

Nota: Para quienes no me conozcan, he sido quien apoyó a los primeros jóvenes de Costa Rica a pedir la misa hace más de 10 años.