¿Ágora = Hipatia?, hay que ser ateo para ser tan crédulo
No me voy a cebar con las carencias de la película. Es un entretenimiento, gusta o no gusta; ahí está «Torrente», record en taquilla de la producción hispana. Tampoco merece la pena perder el tiempo con una crítica de fondo, Amenábar da para lo que da. Hay quien sigue creyéndose que «El Código Da Vinci» es un documental, con ese tipo de público, creo que poco puede hacerse.
Hace unos días el director nos decía que con el rodaje había dejado de ser agnóstico y se declaraba ateo, pues que «le vaya bonito», y en el precalentamiento del estreno le contó al entrevistador —supongo que será verdad, lo dice el propio Amenábar— que:
Las personas que había a mi alrededor dijeron al acabar la película qué hijos de p… son los cristianos
Según vayan los dos primeros fines de semana de estreno (que son los que miden el éxito) nos encontraremos con expresiones cada vez más gruesas, intentando encontrar una polémica que les permita salvar la taquilla, cincuenta millones de euros, que en los tiempo que corren son muchos euros. Ya se intentó antes con «Camino» de Fresser. El fracaso con la distribución en USA apunta a que contemplaremos un buen batacazo económico. Lástima que lo terminemos sufragando parcialmente vía ZP.
De todas formas, por si alguno todavía pica, os dejo los poquitos datos de la verdadera Hipatia, admirada mujer de su tiempo sobre la que presuntamente se basa la película:
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