28.11.23

Disfrutar de lo que tenemos

No soy de muchas reuniones, pero ayer acudí a Madrid a un encuentro de sacerdotes que comenzamos con un retiro que impartió el cardenal arzobispo, D. José Cobo. Siempre he sostenido que D. José es muy buen comunicador y que sabe llegar a la gente. También a los sacerdotes, y les aseguro que no somos un público fácil.

Evidentemente no pretendo hacer aquí un resumen de su predicación, pero sí hacerme eco de algo que personalmente me hizo bien, y es una idea que repitió y que básicamente es el título de este post: “vamos a disfrutar de lo que tenemos".

Leer más... »

25.11.23

No sé ni para qué viene

Ayer viernes tocaba misa en Piñuécar. Suelen acompañarme dos religiosas, pero fallaron. Al comenzar la exposición y el rosario, una señora. Un poco más tarde, otra. Dos en misa. No está mal.

Al acabar, una de ellas me dice: “no sé ni para qué viene, hoy estamos las dos, pero en cuanto el día esté regular no vamos a poder venir, así que no vale la pena“.

No es la primera vez que lo oigo de parte de los feligreses y también de parte de compañeros: “no merece la pena". La verdad es que aparentemente tienen su razón.

Aparentemente, pero solo aparentemente. 

Leer más... »

24.11.23

La conferencia episcopal hace encaje de bolillos

No lo tienen nada fácil. Son nada menos que 113 obispos de edades diversas y, como se dice ahora, sensiblidades diferentes, a pesar de eso que se afirma de que no hay nada más parecido a un obispo que otro obispo. 

La situación religiosa de España es, vamos a dejarlo ahí, preocupante. El panorama político, desolador. 

Hoy termina la asamblea plenaria de la CEE y no queda más remedio que sacar algo sobre lo que está ocurriendo en España ahora mismo. Complicadísimo.

Complicadísimo porque tiene que ser una nota capaz de hacer encaje de bolillos para que diga lo que tiene que decir, sin decirlo del todo y dejando, si no satisfechos de todo, al menos no demasiado enojados a algunos.

Leer más... »

22.11.23

Solo y no de Dios

Recuerdo a Justina con mucho afecto a pesar de los años transcurridos desde su muerte. A la mente me viene una mujer serena, en paz, y con una medio sonrisa permanente yo creo que fruto de su serenidad interior. Acudía a llevarle la comunión de cuando en cuando y siempre estaba sola. 

- Pero bueno, ¿otra vez sola?

- Sola sí, pero no de Dios.

Estos días en los pueblos son de especial soledad. A las seis de la tarde es prácticamente de noche y cuando acabo las misas vespertinas, que celebro precisamente a las seis de la tarde, es como si la vida se hubiera refugiado en el último rincón. Acabas la misa, saludas a las de siempre y vuelta a casa. En alguna ocasión todavía acudes a ver a alguien, pero sabiendo que los serranos son de poca visita. 

Leer más... »

20.11.23

Transmutarse de ardilla a caballo

No lo digo yo. Es que verán, hace algún tiempo, hablando con un “muy alto” clérigo -y se quedan con las ganas de conocer mis fuentes- me decía que, tras los grandes éxitos pastorales de los últimos años, lo mismo era tiempo de dar cerrojazo a reuniones, iniciativas, congresos, coordinadoras, talleres, asambleas, consejos, comisiones permanentes, experiencias, alternativas, delegaciones, tertulias, círculos y demás similares para dedicarnos, al menos durante dos años, a nada más que rezar, exponer el Santísimo, dirigir el santo rosario, confesar, celebrar misa y predicar  

Fíjate, me decía, si hiciéramos el compromiso de dedicar la mitad del tiempo que se nos va en reuniones y papeles, solo la mitad, a estar en la iglesia rezando, confesando y diciendo misa. 

Leer más... »