InfoCatólica / De profesión, cura / Archivos para: Mayo 2022

5.05.22

Rafaela conoce a los Heraldos del Evangelio

Sorprendida se quedó Rafaela al ver a los Heraldos del Evangelio en la tele. Sorprendida, sobre todo, porque escuchó cosas raras y no le entraban en sus esquemas. Así que llamadita a un servidor:

-        Oye, cura, ¿esos Heraldos del Evangelio no son los que estuvieron por el pueblo una vez con la Virgen de Fátima, que la fueron llevando por las casas y se quedaron unos días rezando y organizando cosas con la gente?

-        Sí, esos mismos. ¿Por qué me lo preguntas?

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3.05.22

La "pulicidad" (sic)

Ya lo había descubierto mi abuela hace más de medio siglo: “aquí todo es pulicidad” (sic). Si eso era antes, imaginen ahora. Lo que no está en las redes no existe. Y al revés, parece que todo lo que se haga si no está en los medios es tiempo perdido, insignificancia, nada y vacío. Más aún, llega un momento en el que uno ya no sabe si el objetivo es la caridad o si la caridad es el medio para tener “pulicidad", de forma que el auténtico objetivo sea el publicitario.

Al hilo de todo esto me surgen reflexiones:

Una de ellas, lo de la mano izquierda y la derecha, comprendiendo que a todos nos encanta nuestro minuto de gloria. 

Sigo preguntándome si la caridad publicitada o la publicidad caritativa están ofreciendo al mundo la imagen real de la Iglesia o más bien una visión distorsionada de lo que es la evangelización la conversión, la santidad y el cielo.

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2.05.22

La suegra de Pedro

Ayer me acordé de ella. Qué cosas. De la suegra, de la mujer y de los amigos de buena voluntad que tuviera en Cafarnaum. Me extrañaría que se estuvieran calladitos ante las ocurrencias de Pedro el pescador.

Pedro era un bocazas y un busca broncas, un deslenguado y un provocador. Su actitud ante el sumo sacerdote, que ayer pudimos escuchar, es cualquier cosa menos ponderada, prudente, discreta y centrada. No solo se pasa por el forro de sus principios la prohibición de enseñar en nombre de Cristo con el viejo argumento de obedecer a Dios antes que a los hombres, sino que, además, llama directamente asesino al sumo sacerdote y todos los suyos: “El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero". 

Aquí es donde me empecé a acordar de la suegra, la mujer y los amigos. Me extrañaría que no le hicieran una llamada a la prudencia:

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