Crónica de última hora de la señora Rafaela: pastores con olor a oveja
Que dice que no se viene a España todavía, que se lo está pasando en grande y que por lo menos hasta después de reyes que no contemos con ella.
Nochebuena en el portal de Belén. Me dice, me cuenta asombrada, que llegó al portalico coincidencias de la vida, a la vez que María y José. Una vez acomodados, no sabía donde meterse, por la cosa de la privacidad del parto y porque aquello la superaba en todos los aspectos.
- A ver, Rafaela, a mí, que soy tu cura de siempre, algo me podrás contar del alumbramiento.
- Pues que efectivamente fue un alumbramiento.
- Cuenta.
- Cuento.

Esto ya es pura rechifla. Hoy, festividad de los santos inocentes, las miradas de mucha gente de bien se dirigen al drama de los niños abortados cada año, es decir, llamemos a las cosas por su nombre, a los niños asesinados en el vientre de sus madres. 15.000 abortos en la Comunidad de Madrid en el pasado año 2020. Casi 100.000 en toda España.
Me van a perdonar mis lectores por un post tan poco piadoso en estos días navideños, pero es que me ha salido del alma dar hoy gracias a Dios por la compañía de Socio.
Esto no es lo que era. Este año el ángel no va a poder anunciar el nacimiento de Cristo porque han llegado muchas almas al cielo de humanos víctimas del COVID y al final se han dado varios positivos entre los coros de los ángeles, incluyendo un par de arcángeles y numerosos querubines y serafines. El padre Dios no ha querido asumir riesgos y, habida cuenta los medios técnicos, ha preferido apostar por las redes sociales.
Contaban de un pobre rabino, de justas luces y escasos conocimientos, que, tras sus explicaciones de los libros sagrados, ante cualquier pregunta incómoda, simplemente respondía: “pecado preguntar".