InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Cultura de la muerte

5.07.08

El PSOE, al servicio de la cultura de la muerte

Nihil novum sub sole” podría ser perfectamente el titular que resume lo ocurrido este fin de semana durante el 37º Congreso del PSOE celebrado en Madrid. Los socialistas han dado un par de pasos hacia adelante en su política a favor de la cultura de la muerte y del laicismo decimonónico. Nada nuevo que no supiéramos. Podían haber avanzado tres pasos en vez de dos, pero deducir de eso que el lobo se ha convertido en un gato, como hacen los que se empeñan en ponerse una venda en los ojos, no tiene sentido. Este PSOE ya era lobo antes de este congreso y lo seguirá siendo tras el mismo. Eso sí, un lobo muy orgulloso de ser lo que es.

Cuando el país está hundiéndose en las arenas movedizas de una crisis económica que promete ser la mayor de la historia moderna, los socialistas quieren acompañar a la sinfonía de la pobreza de los bolsillos con los coros de la miseria del alma de la sociedad española. Se saben en mayoría y presumen de ello. A diferencia del otro gran partido nacional, hoy en manos de una panda de cobardes y tibios que se avergüenzan de llamarse de derechas, los socialistas no tienen el menor problema en decir que son de izquierdas. Son rojos y como rojos de toda la vida se comportan. Por eso su éxito electoral pasado. Han ocupado electoralmente toda la izquierda. Y España está dividida políticamente en dos pero el plato de la izquierda pesa un poco más que el de la derecha.

Ha dicho Celestino Corbacho, a la sazón ministro de Trabajo e Inmigración, que en España no hay colas en las iglesias para santiguarse. Eso se entiende de alguien que viene de Cataluña, que es con diferencia la región más descristianizada por obra y gracia del nacional-progrecatolicismo allá reinante durante décadas. Pero si yo fuera él no me las prometería muy felices. Esa especie de orgullo anticristiano con ribetes satánicos, del que ahora hacen gala los zapaterinos, siempre ha tenido los días contados cuando enfrente ha tenido a una Iglesia fiel a su Señor y a sí misma. El cristianismo tiene la particularidad de dar lo mejor de sí mismo cuando es atacado. Y por mucho aborto, mucha eutanasia y mucha EpC que el PSOE quiera echarnos encima, los cristianos sabremos plantarles cara y estar dispuestos a ofrecer a la sociedad la solución al marasmo en el que ya está metida.

La cultura de la muerte, por su propia naturaleza, jamás puede perdurar en el tiempo. Puede tardar más o menos tiempo, pero la luz siempre triunfa sobre las tinieblas. En ese sentido, la pregunta no es qué es lo que va a hacer el PSOE en los próximos años sino qué es lo que hará la Iglesia de Cristo. El futuro no está en manos de los que sirven al mal sino de los que hemos puesto nuestras vidas al servicio de Dios. Si nosotros somos fieles, podemos ser optimistas a largo plazo. Si somos tibios, seremos los que más sufriremos las consecuencias de esa cultura de muerte. Pero es que además nos lo habremos merecido.

Luis Fernando Pérez Bustamante

28.06.08

El fenómeno Peter Singer y el “proyecto gran simio”

Tengo el placer de poner en mi blog el siguiente artículo sobre Peter Signer y el proyecto Gran Simio del padre Leopoldo Prieto López, LC, Profesor de filosofía en el Ateneo pontificio Regina Apostolorum.

Os recomiendo vivamente la lectura completa del artículo porque así no os quedará duda alguna sobre la gravísima irresponsabilidad e indecente comportamiento del Parlamento español al pedir al gobierno que se adhiera a dicho proyecto infame.

El padre Prieto ha escrito recientemente el libro “El hombre y el animal: nuevas fronteras de la antropología” (Bac, Madrid 2008), que se puede adquirir tanto aquí como aquí

Os dejo pues, con el artículo de don Leopoldo.

El fenómeno Peter Singer y el “proyecto gran simio”
P. Leopoldo Prieto López, LC
Profesor de filosofía en el Ateneo pontificio Regina Apostolorum (Roma)

1. Perfil biográfico de Peter Singer

Peter Singer es un filósofo moral australiano. Hijo de una familia judía austriaca obligada a abandonar su país en 1938 y a emigrar a Australia, Singer nació en Melbourne en 1946. Estudió en las universidades de Melbourne y de Oxford. Fundó el Green Party de Victoria (British Columbia, Canadá). En 1999 se trasladó a los EE.UU., donde enseña actualmente filosofía moral en el Center for Human Values de la universidad de Princeton, en la que es titular de la cátedra «Ira W. DeCamp». Es el fundador de la Asociación internacional de Bioética y coeditor, junto con Elga Kuhse, del Journal of Bioethics. Entre sus obras se cuentan Liberación animal (1975), Ética práctica (1979), En defensa de los animales (1986), Ética para vivir mejor (1993), Repensar la vida y la muerte (1994) o Una Izquierda darwinista (1999), Una vida ética: escritos (2001). En 1993, Singer encabezó junto a otras figuras destacadas por sus intereses animalistas la iniciativa conocida como Proyecto Gran Simio, que además apareció en forma de publicación colectiva ese mismo año, editado por el propio Singer y la animalista italiana Paola Cavalieri.

2. El estilo de su pensamiento

Singer se define “materialista en sentido filosófico”, darwinista, políticamente de izquierdas, aunque crítico con la “vieja izquierda”, anquilosada e inmóvil, y sobre todo, antinaturalista. En realidad su procedencia intelectual está fuertemente marcada por dos rasgos: el pragmatismo sensista, fuertemente inspirado en J. Bentham, y el laicismo militante, alérgico a lo sobrenatural y ateo.

En lo que respecta a su opinión de la izquierda, como dice en Izquierda darwiniana, ésta se ha convertido en una cultura construida sobre unos cimientos antinaturalistas (entiéndase antimaterialistas) en una peculiar simbiosis con las “filosofías religiosas y devotas que exorcizan la naturaleza”, que la han privado de una adecuada comprensión de determinados rasgos de la naturaleza humana (como son la tendencia a adoptar funciones sociales diversas en razón del sexo o la tendencia a formar jerarquías) que modelan de un modo uniforme y persistente el comportamiento humano, por lo que ningún proyecto de reforma social debería desconocerlos ni intentar suprimirlos para crear un hombre nuevo liberado de la naturaleza.

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26.06.08

Del gaymonio al Gran Simio

Cuando el zapaterismo gobernante aprobó la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, uno de los argumentos usados por sus defensores fue que no afectaba al derecho de los matrimonios heterosexuales. Era típico oir “¿en qué afecta a tu matrimonio el que dos homosexuales puedan casarse?". El truco del almendruco consistía en presentar la cuestión como una ampliación de derechos. O sea, no se quita nada a nadie sino que se da a los que no tenían.

Ese tipo de razonamiento sirve para justificar cualquier barbaridad. Por ejemplo, la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Congreso ha aprobado una proposición no de ley de IU-ICV que insta al Ejecutivo a adherirse al proyecto Gran Simio. Joan Herrera explicó que el objetivo de la propuesta es evitar la desaparición de los grandes simios, “devolverles la dignidad", prohibir su tortura, muerte y esclavitud, y garantizar “una vida digna” para la especie. Y para apoyar su propuesta, el diputado ha dicho que los bichos esos “son seres con capacidad para conocerse a sí mismos, con capacidad cognitivas amplias y complejas".

Es cuestión de tiempo que aparezca alguna mente bienpensante del progresismo patrio para decirnos que conceder a los monos parte de los derechos que corresponden a los seres humanos no disminuye en nada la dignidad de los hombres pues, al fin y al cabo, esto no es sino una “ampliación de derechos". A los hombres no se les quita nada, sólo se les da a los simios. Nuevamente se demuestra la falacia de dicha argumentación. Y es sangrante, por no usar otro calificativo más grueso, que en este país los hijos de la mona Chita puedan tener más derecho a vivir, a la libertad y a no ser torturados que un pobre feto humano de 5 meses que tenga la desgracia de que su madre quiera quitárselo de en medio.

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5.06.08

Confirman que Manel Pousa pagó al menos un aborto y que Sistach lo sabe

Julián Moreno, blogger de Religión Digital, nos confirma hoy en su blog que el sacerdote Manel Pousa pagó al menos un aborto a una chica “desesperada". Nos cuenta Julián:

Al parecer el cura en cuestión se encontró un día con una joven parroquiana, la cual estaba en una situación verdaderamente lamentable, y que tras sopesar otras posibilidades, no le quedó otro remedio que darle parte del dinero para costear la intervención. Hasta donde ha podido saber este amigo, la chiquilla estaba verdaderamente desesperada. Hay quedó la cosa, más sobre ella no se puede saber más porque el cura en cuestión hace lo imposible por evitar que trascienda dato alguno que la identifique.

Hasta donde yo sé, nadie ha intentado ni intentará averiguar la identidad de esa joven. Jamás debió abortar pero Dios es fiel para perdonarla si se arrepiente. Más culpa tiene el que, siendo cura, en vez de llevarla a cualquiera de las asociaciones provida que hacen lo indecible para ayudar a las embarazadas en problemas, decidió pagarle el aborto.

Pero a lo que vamos: se confirma que Pousa pagó al menos UN aborto. Él afirmó en el Periódico haber pagado ABORTOS. Es decir, probablemente ese no haya sido el único caso, aunque con uno ya es suficiente para estar automáticamente excomulgado.

Pero Julián, o su fuente, va más allá y nos da detalles de lo que hizo el cardenal Sistach:

El arzobispo Lluis Martínez le hizo llamar, le interrogó acerca de esto, y le exigió que esto no volviera a ocurrir nunca más o sino le suspende. Y ahí quedó la cosa, Lluis Martínez corrige a su sacerdote.

Si eso es cierto, está claro que el cardenal Sistach SABE que el cura pagó abortos. Y que se conformó con decirle que no volviera a hacerlo. Hombre, ¡¡¡FALTARÍA MÁS!!!, estaría bueno que el cardenal le dijera: Manel, tú a lo tuyo. Sigue pagando abortos cuando lo creas oportuno.

No, señores, vamos a ver si queda clara una cosa. Lo que hizo Pousa la Iglesia lo pena con la excomunión. Eso no es discutible. Sencilla y llanamente ES. Y la Iglesia no dice que basta con no volver a hacerlo para levantar la excomunión. No, hay que ARREPENTIRSE de haberlo hecho. Y si se ha “presumido” públicamente de haber pagado abortos, público ha de ser el arrepentimiento. Si hay escándalo público, y eso es evidente, pública ha de ser la reparación. No hace falta ser cardenal para saber eso. No hace falta ser arzobispo para entender eso. No hace falta ser obispo para comprender eso. No hace falta ser cura para estar de acuerdo con eso. Ni diácono ni seglar. Sólo hace falta sentido común para afirmar eso.

Y ahora, nos preguntamos: ¿Se hará eco L´Osservatore romano de esta noticia?, ¿informarán de que en Barcelona un cura ha pagado abortos y que su cardenal se conforma con pedirle que no lo haga más?, ¿qué opina el cardenal secretario de Estado de este asunto?, ¿lo conoce el Papa?; ¿y De Prada? ¿tiene algo que decir?; ¿ tienen algo que decir en Forum Libertas y e-cristians?

Seguiremos esta noticia hasta que se dé una solución medianamente aceptable. Ahora no nos vale con que se niegue lo que se hizo. Ya sabemos que Pousa pagó para que un ser humano fuera aniquilado en su seno materno. No nos hace falta conocer los datos de la madre ni de la clínica abortiva -aunque tendría su aquel que fuera del doctor Morín-. Lo que queremos es que se cumpla lo que la ley de la Iglesia marca para estos casos. Es lo menos que se puede en honor a esa vida, o vidas, humana que no pudo ver la luz del sol.

Monseñor Sistach, en su tejado sigue estando la pelota.

Luis Fernando Pérez Bustamante

22.05.08

Monseñor Sistach, usted me perdonará, pero…

Emmo. y Rvmo. Sr. D. Lluís Martínez Sistach, créame que no tengo la más mínima animadversión hacia su persona. Si el Papa Benedicto XVI le ha creado cardenal, sin duda ha debido de ver en usted las condiciones necesarias para hacerle un príncipe de nuestra amada Iglesia. Por tanto, nada de lo que le pueda decir o incluso criticar desde Religión en Libertad es fruto de algún tipo de manía personal contra usted, sino de mi preocupación por la imagen que a veces se da desde su archidiócesis, que, primado tarraconense aparte, es la más importante de Cataluña y de las más importantes en España y en el mundo.

No creo que esté de más volver a recordarle que mosén Pousa todavía no ha desmentido explícitamente su explícita afirmación de haber pagado abortos. Dado que usted ha estado en Roma esta misma semana, es posible que sepa si ese caso ha llegado ya al Vaticano. Yo lo desconozco. Lo que tenga que ser, será.

El caso es que otro de sus sacerdotes, D. Francesc Vergés i Tuset, que en este caso además es párroco, ha pedido en el diario Avui que los catalanes no marquen la X en la declaración de la renta. Sus razones son cuasi-esotéricas pero eso es lo de menos. Todos estamos convencidos de que usted está en desacuerdo con ese cura, pero muchos somos los que nos gustaría que meditara si es conveniente reparar públicamente el daño que públicamente ha causado su sacerdote.

Créame, estimado cardenal, que ese tipo de declaraciones realizadas por un cura con nombre y apellidos son mucho más censurables que las críticas, anónimas o no, que usted pueda recibir por parte de quienes desearían ver libre a su archidiócesis de elementos que, a ojos vista, no conducen a la iglesia barcelonesa por el buen camino.

Luis Fernando Pérez Bustamante