InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Apologética católica

9.07.11

José María Castillo no es católico pero tiene razón

José María Castillo es un sacerdote que hace bastante tiempo que dejó de ser católico, si entendemos por fiel católico no sólo a aquel que ha sido bautizado en la Iglesia Católica sino que también cree en todos los dogmas católicos. Pretender ser católico y negar pertinazmente los dogmas de la Iglesia es una falta de honestidad intelectual y espiritual de primer orden. Y parece mentira que algo tan obvio tenga que ser argumentado desde blogs como este. El mero sentido común debería llevar a todo el mundo a aceptar algo tan evidente.

No sé si alguna Castillo fue verdaderamente católico. No conozco, ni me interesa, la evolución de su pensamiento en relación a la Revelación cristiana y la dogmática católica. Parece que su desacuerdo con la doctrina de la Iglesia viene de largo, pero seguramente sólo Dios sabe en qué día, semana, mes o año, don José María decidió que su interpretación particular de la Palabra de Dios -Escritura y Tradición- debía primar sobre la autoridad del magisterio, abandonando de esa manera el rebaño católico. Si algo me preocupa, y no poco, es que tal circunstancia ocurriera mientras era catedrático en la Facultad de Teología de Granada, además de profesor invitado en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, en la Universidad Pontificia Comillas en Madrid y en la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” de El Salvador. Hasta el año 1988 no se le apartó de la docencia. Tener como catedrático y profesor de teología a una persona que no profesa la fe católica es como tener de catedrático y profesor de Medicina a un chamán o curandero. Tal cosa sólo es posible, y no sólo en el caso de Castillo, cuando los pastores de la Iglesia faltan gravísimamente a su deber. Pero algunos de los responsables de semejante despropósito ya habrán tenido que dar cuentas a Dios por ello o estarán cerca de tener que hacerlo.

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28.06.11

Dios de Dios, luz de luz... o no eres cristiano

A lo largo de los evangelios son muchas las ocasiones en las que Jesucristo mantiene un diálogo “a solas” con sus discípulos. El Señor no sólo predicada el evangelio al pueblo de Israel, sino que a su vez iba formando a los apóstoles en todo lo necesario para que la fe cristiana volara alto, alcanzando el grado sumo de la Revelación de Dios para los hombres. Como explica el autor de Hebreos al principio de su carta (Heb 1,1-2), todo lo que Dios nos tenía que decir, nos lo dijo en Cristo. De hecho, cuando llega el Espíritu Santo, lo que hace es dar testimonio del Hijo de Dios (Jn 15,26).

Estaremos todos de acuerdo en que para ser cristiano hay que saber bien quién es Cristo. No sólo qué fue lo que hizo y lo que enseñó, que también, sino sobre todo, quién fue, quién es, quién será por siempre. Por ello resulta esencial lo acontecido en Cesarea de Filipo, cuando el Señor hizo la pregunta clave a sus discípulos. Lo leemos en el evangelio de Mateo:

Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?” Ellos dijeron: “Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas".
Él les dijo: “Y vosotros ¿quién decís que soy yo?”
Mat 16,13-15

En las palabras de Cristo y la primera respuesta de los discípulos vemos que la gente no era todavía consciente de la verdadera identidad de Aquel que iba predicando el evangelio, perdonando pecados y realizando todo tipo de milagros. A todo lo más que llegaban era a considerarle un gran profeta, un hombre de Dios. ¿Podía ser que le ocurriera lo mismo a sus discípulos? El primero (protos) de ellos contesta en nombre de todos:

Simón Pedro contestó: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo".
Replicando Jesús le dijo: “Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos".
Mat 16,16-19

En la respuesta de Pedro y las palabras consiguientes de Jesús está presente el alma de la fe católica. Pedro, iluminado por el Padre, confiesa quién es Cristo y Cristo confiesa quién es Pedro y su papel en la Iglesia. Desgraciadamente son muchos los cristianos que no aceptan las palabras de Cristo sobre Pedro, pero todos, sin excepción, aceptan las palabras de Pedro sobre Cristo, de tal manera que quien no cree en ellas no puede ser considerado como cristiano.

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19.06.11

Olegario cae en la trampa de José Manuel Vidal

Hace unos días se hizo pública la concesión del Premio Ratzinger, de reciente creación, a tres teólogos católicos. Entre ellos se encuentra el P. Olegario González de Cardedal, sacerdote y teólogo abulense. Muchos se han alegrado por ello. Otros decidieron mantener un prudente silencio. Y finalmente, los que viven e incluso trabajan profesionalmente por y para conseguir el triunfo de la secularización de la Iglesia, vieron el cielo abierto y le tendieron una trampa al propio Olegario. El insigne teólogo cayó en ella.

En la Sala de Prensa vaticana, en la presentación del Premio, el periodista y bloguero Andrés Beltramo, cuyo blog tenemos el placer de alojar en nuestro portal, tomó la palabra en el turno de preguntas. Copio acá lo que él explica en su blog:

“El autor de estas líneas preguntó al cardenal Camillo Ruini (presidente del comité científico de la Fundación Joseph Ratzinger-Benedicto XVI) sobre los criterios de selección de los premiados, haciendo referencia a que el pensamiento cristológico de González de Cardedal “ha sido debatido y criticado en su país”. En la interrogante no se mencionaron nombres propios ni se hizo alusión a la supuesta “heterodoxia” del teólogo. Nada de eso.

“La respuesta de Ruini fue simple: “el debate es la sal de toda disciplina, incluso los grandes teólogos de la historia eran criticados; si la cristología de Olegario es debatida es una buena señal, quiere decir que su pensamiento es relevante”. Y nada más. Cero polémica, cero controversia. Hasta aquí los hechos.”

Alguien, supongo que José Manuel Vidal, debió decirle a Olegario que en Roma hubo un periodista que osó hacer mención de los diversos artículos publicados por teólogos españoles sobre su cristología. Y comoquiera que se conoce el nombre de dichos teólogos, dieron por hecho que los mismos se habían lanzado a tumba abierta para llevar a cabo una campaña contra González de Cardedal. Don Olegario ha comprado esa mentira y ha lanzado una acusación sin fundamento contra el P. José Antonio Sayés y contra el P. José María Iraburu. Ah, y de paso, contra el Opus Dei, que supongo que pasaba por allí y le tocaba recibir el palo nuestro de cada día que lleva recibiendo la Obra en las últimas décadas.

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18.05.11

Tele 5: Espiritismo en vivo y en directo. Farsa o abominación

Hace unos meses que Tele 5 lleva obsequiando a su audiencia con el espectáculo de una señora que dice tener el don de contactar con los muertos. Por el programa han pasado todo tipo de famosos y famosillos, que casi siempre han echado unas lagrimillas al creer que de verdad estaban recibiendo mensajes de sus seres difuntos. Como bien dijo Chesterton, “cuando se deja de creer en Dios enseguida se cree en cualquier cosa“. Esa gente quizás piensa que cree en Dios, pero a todo lo más que llegan es a creer en la existencia de un ser o entidad superior. No creen en el Dios de la Revelación cristiana, que tiene como característica el hecho de que no es fruto de lo que el hombre piensa que Dios es, sino que es Dios mismo revelándose al hombre tal cual es.

Entre las leyes que Dios ha dado a aquellos que no sólo creen en su existencia sino que además quieren ser fieles a Él, está la prohibición de intentar consultar con los muertos. Tal prohibición es clara en la ley mosaica pero es ratificada en el Nuevo Testamento, donde vemos a los apóstoles plantando cara a todo ese mundillo de hechiceros, magos y demás farándula, entre quienes sin duda hemos de incluir a los espiritistas. Se da la circunstancia de que San Pablo exorcizó a una joven que estaba poseída por un espíritu inmundo, que la hacía ser adivina:

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27.04.11

Huesos, paños, delantales...

El próximo domingo la Iglesia entera -salvo amargados de uno y otro extremo- celebrará con júbilo la beatificación de Juan Pablo II. Y la Santa Sede ha informado de que la reliquia que será expuesta a la veneración de los fieles con motivo de dicha beatificación es una pequeña ampolla que contiene la sangre del Papa polaco. En los comentarios a la noticia en InfoCatólica ha asomado la típica acusación de idolatría a los católicos porque veneramos reliquias de santos. Uno de los comentaristas, probablemente protestante evangélico, dice:

Esto es pura idolatria y va en contra de lo que dice la Biblia. Nada de adoracion de hombres. El apostol Pedro no acepto el intento de adoracion de Cornelio. La adoracion exclusivamente para DIOS.Asi lo espreso el mismo Jesucristo en Mateo 4:10.

Otro, tras asegurar que aprecia mucho al nuevo beato, dice sentirse más protestante que católico en este asunto:

Pero lo que sí afirmo es que me parece, no sé cómo decirlo, muy ‘fuerte’, o surrealista, quizá absurdo, incluso idolátrico, exponer la sangre de un Papa a la veneración de los fieles. Me parece incluso algo fuera de lugar y sin duda de muy mal gusto. En esto, y en otras pocas cosas, sí que reconozco que me siento bastante más protestante que católico.

Y un último comentarista añade:

Yo el peligro que le veo es que la gente confundan la sangre de un Papa al que van a beatificar, y se le de culto de latria.

Pues bien, como este domingo no escribí post sobre mis debates de años pasados con protestantes, creo que merece la pena que lo haga ahora.

La aparición de las reliquias nace prácticamente con el cristianismo y la llegada de los primeros mártires. Por ejemplo, he aquí este texto del siglo II (negritas mías):

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