Roma cede ante Pekín a la hora de reorganizar las diócesis chinas
Las banderas del Vaticano y China pintadas sobre una pared agrietada | © Getty Images

El acuerdo entre Roma y Pekín consiste en someterse a la dictadura

Roma cede ante Pekín a la hora de reorganizar las diócesis chinas

El Papa León XIV ha aprobado la supresión de las diócesis de Xuanhua y Xiwanzi, erigidas en 1946 por Pío XII, para erigir la nueva diócesis de Zhangjiakou. El cambio, anunciado el 8 de julio de 2025, se inscribe en el Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China, firmado en 2018 y renovado en varias ocasiones, y busca «promover la unidad pastoral» y reconciliar divisiones históricas. Traducido: Roma cede ante Pekín

(InfoCatólica)  La reconfiguración, que calca los límites administrativos chinos, suscita elogios por su eficacia organizativa entre los que apoyan el acuerdo entre la Santa Sede y el régime chino, pero también críticas por lo que cabe interpretar como una validación eclesial de estructuras diseñadas por el Partido Comunista Chino (PCCh).

Contexto histórico de la Iglesia en China

La presencia católica en China hunde sus raíces en el siglo VII (influencias nestorianas) y, de modo decisivo, desde el XVI con jesuitas como Matteo Ricci, que buscaron el diálogo cultural. Tras 1949, el régimen comunista trató el influjo religioso extranjero como una amenaza: expulsó misioneros y nacionalizó bienes eclesiásticos. En 1957 creó la Asociación Patriótica Católica China (APCC), aparato estatal que pretendía una Iglesia «autogobernada, autosuficiente y autopropagada», al margen de Roma. Nació así una fractura de fondo: la Iglesia «oficial», controlada por la APCC, y la Iglesia «clandestina», fiel a la Santa Sede y forzada a la semiclandestinidad. Hubo ordenaciones episcopales sin mandato pontificio, con las consiguientes sanciones canónicas. La Revolución Cultural (1966-1976) llevó la represión al paroxismo: templos arrasados, clero encarcelado y culto asfixiado. Tras 1978 se permitió un resurgir limitado, siempre bajo estrecha tutela. Obispos como Melchior Zhang Kexing o Andrew Hao Jinli padecieron prisión y trabajos forzados por su fidelidad a Roma.

El Acuerdo Provisional de 2018, renovado —incluida una extensión de cuatro años a finales de 2024—, pretendía unificar la Iglesia mediante una participación china en los nombramientos episcopales, con veto final del Papa. Sus críticos, entre ellos el cardenal Joseph Zen, sostienen que legitima el control político y desprotege a los fieles clandestinos. Para 2025, bajo León XIV, el pacto ha facilitado alrededor de diez nombramientos, un tercio de las sedes, y sirve de marco para una reorganización que alinea las fronteras eclesiásticas con las divisiones administrativas de la República Popular, bajo continua supervisión estatal.

Detalles de la reorganización en Hebei

El 8 de julio de 2025, León XIV suprimió Xuanhua y Xiwanzi (erigidas el 11 de abril de 1946 por Pío XII) y erigió la diócesis de Zhangjiakou, sufragánea de Pekín, con catedral en la iglesia de Zhangjiakou. El nuevo territorio abarca los distritos de Xuanhua, Qiaodong, Xiahuayuan, Chongli, Qiaoxi y Wanquan, y los condados de Chicheng, Huailai, Zhuolu, Weixian, Yangyuan, Huai’an, Shangyi, Zhangbei, Guyuan y Kangbao. Además, el barrio de Yanqing se integra en la archidiócesis de Pekín y la ciudad de Xilinguolemeng pasa a Jining.

Zhangjiakou cubre 36.357 km², con 4.032.600 habitantes, de los que unos 85.000 son católicos atendidos por 89 sacerdotes. La diócesis coincide con la capital homónima y fusiona dos sedes históricas que fueron referentes misioneros en el norte y puerta hacia Mongolia.

El 10 de septiembre de 2025 fue ordenado obispo de Zhangjiakou el presbítero Giuseppe Wang Zhengui, con nombramiento del Santo Padre y candidatura «aprobada» en el marco del Acuerdo Provisional. Nacido el 19 de noviembre de 1962, formado en el Seminario de Hebei (1984-1988) y ordenado en 1990 para Xianxian, ejerció después en Xuanhua y ha estado vinculado a la Iglesia oficial bajo control del PCCh. La ordenación, en la Sagrada Familia de Zhangjiakou —sede olímpica en Pekín 2022—, fue presidida por Li Shan, arzobispo de Pekín y presidente de la APCC, junto a Guo Jincai (Chengde), Feng Xinmao (Hengshui), Li Liangui (Cangzhou), Sun Jigen (Handan) y An Shuxin (Baoding). Asistieron más de 50 sacerdotes y 300 representantes de vida consagrada y laicos.

El 12 de septiembre de 2025 se reconoció civilmente el ministerio del obispo emérito Agostino Cui Tai (Xuanhua) y de Giuseppe Ma Yan’en, nombrado auxiliar de Zhangjiakou el 4 de septiembre. Ma Yan’en (Baoding, 15 de enero de 1960), ordenado en 1985 para Yixian, fue vicario general allí y, desde 2013, obispo de Xiwanzi bajo Benedicto XVI, sin reconocimiento previo de Pekín. En su ceremonia, presidida por Wang Zhengui, el padre Yang Yu leyó una carta de aprobación del Consejo de Obispos Católicos Chinos. Según se informó, Ma Yan’en juró respetar la Constitución china, salvaguardar la unidad nacional, amar a la patria y a la Iglesia, sostener la independencia y autogestión eclesiástica, adherirse a la sinización del catolicismo y contribuir a «la construcción socialista» y al «renacimiento nacional». Hubo luego Misa de acción de gracias.

Para Cui Tai, de 75 años, coadjutor desde 2013 y símbolo de la Iglesia clandestina tras múltiples detenciones desde 1993 por rechazar la APCC, el acto fue sobrio, con unas 50 personas. Se le atribuyó un discurso sobre patriotismo, independencia eclesiástica y sinización, extremo que fuentes consideran inverosímil dada su trayectoria, y no consta concelebración con otros obispos. El Vaticano, por boca del director de la Sala de Prensa, Matteo Bruni, acogió estos reconocimientos como fruto del diálogo y «paso importante hacia la comunión» en la nueva diócesis.

Perspectivas críticas y memoria de los perseguidos

La reorganización actual legitima de hecho la diócesis de Zhangjiakou, creada unilateralmente por el régimen en 1980 al fusionar Xuanhua y Xiwanzi, estructuras no reconocidas por la Santa Sede durante décadas. A ojos de muchos fieles, esto supone subordinar la cartografía eclesial a un diseño estatal y diluir la herencia de Pío XII, desmoralizando a la comunidad clandestina que resistió persecuciones —desde la masacre de Xiwanzi (1946) y ejecuciones de sacerdotes, hasta la devastación de la Revolución Cultural—. En una Iglesia donde figuras como Augustine Cui Tai han vivido arrestos y hostigamiento por su fidelidad a Roma, el nuevo esquema refuerza a la Iglesia oficial y relega al olvido el testimonio de quienes sostuvieron la comunión en la adversidad. En Shanghái, por ejemplo, se organizaron proyecciones colectivas del desfile militar por el 80.º aniversario del fin de la guerra en Asia, muestra del encuadre político que se impone también al ámbito religioso.

El reciente fallecimiento del obispo clandestino Placidus Pei Ronggui (6 de septiembre de 2025), trapense de Hebei, ordenado en 1981 tras la Revolución Cultural y encarcelado varias veces por rechazar la APCC, vuelve a poner en foco el núcleo del problema. Coajudtor de Luoyang junto a Peter Li Hongye y retirado en 2011 a su aldea, convirtió una habitación en capilla. En 2016 afirmó:

«No puede existir una Iglesia independiente en China, porque contradice los principios católicos; es el gobierno chino el que debe cambiar».

Y recordaba:

«En China, mantener una fe pura conduce inevitablemente a la persecución. Pero si sufrimos para dar testimonio de Dios, de todos modos es una bendición».

Mientras Pekín presenta los recientes nombramientos como una victoria política -atribuyendo a Cui Tai y Ma Yan’en lemas de independencia eclesiástica y patriotismo-, se asienta una división entre católicos fieles al estado y el acuerdo con Roma y los que permanecen fieles a la Iglesia fiel que sufrió y sufre la persecución. Entre fieles clandestinos circulan burlas contra algunos prelados, a quienes se tilda de «tortugas» por supuesta falta de valor. Sus defensores replican que la figura de Pei encarna sufrimientos del pasado y que el acuerdo reduce ordenaciones ilícitas y abre vías de ministerio legítimo para muchos prelados y sacerdotes.

¿Unidad a cualquier precio?

Antes de 2018, la Santa Sede rechazaba estructuras impuestas por el PCCh como Zhangjiakou y mantenía las diócesis de 1946 como referencia canónica y memoria de una resistencia. En 2025, las decisiones de León XIV —suprimir esas sedes e integrar obispos clandestinos bajo marcos aprobados por el Estado— priorizan la «unidad» y el acceso pastoral, pero acomodan la «sinización» exigida por el PCCh, que reclama adhesión a valores socialistas y juramentos como los citados. Los defensores aducen que la medida estabiliza la vida eclesial de 85.000 católicos en Zhangjiakou; los críticos objetan que socava el testimonio de la Iglesia subterránea, valida el tutelaje estatal y expone a la comunidad a una infiltración ideológica sostenida.

La pregunta de fondo permanece abierta: ¿unidad a cualquier precio? El hilo que une la muerte de Pei, el reconocimiento civil de Cui Tai y Ma Yan’en y la fusión de diócesis históricas es el mismo: un itinerario que puede pacificar estructuras, pero al precio de una creciente dependencia de los criterios políticos de la dictadura comunista.

14 comentarios

Giacomo Arlecchi
Someterse a las dictaduras diabólicas del modernismo del s. XXI. Pero no someterse al evangelio... dogma fundamental de la Iglesia heretica de Francisco... muy bien! sigamos así. Todo cambió para todo siga igual. El nuevo pontificado... pura poesía... la Iglesia del martirio no cuenta.
17/09/25 12:20 AM
Lector
Nadie se somete a nadie en este caso: son distintas secciones del mismo movimiento global coordinándose. Que no se quiera ver no cambia la realidad.
17/09/25 1:53 AM
JSP
1. Según León XIV predica: «No hay separación en la personalidad de una persona pública: no hay, por un lado, el político y, por otro, el cristiano»
2. Consejos vendo que para mí no tengo.
3. Es preferible las catacumbas por fidelidad a Jesucristo Señor Nuestro, que la sinización del Partido Comunista.
17/09/25 2:19 AM
Francisco Javier
Ya nos acostumbramos a ver a Roma cediendo ante todo, clérigos acobardados, dialogantes, dan pena.
17/09/25 2:58 AM
,,,
«Quiénes son mi madre y mis hermanos?».
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».
17/09/25 7:27 AM
jandro
"Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo". ( Mateo 24:13 )

Pastelear y rendirse ante una dictadura no es perseverar a no ser que el significado de perseverar haya sido cambiado también.

En realidad el acuerdo es:
China: Tu pones la marca "Roma" y nosotros organizamos todo
Roma: Vale, pero firmamos un papel para que parezca una negociación
17/09/25 8:54 AM
luismi
Sería también bueno que en España se hiciera una reconfiguración provincial de las diócesis a ejemplo de China.
17/09/25 11:03 AM
Julián B
Que cómodo para algunos es decir: es preferible un cristiano perseguido que ceder. Claro, lo dicen en la comodidad de hogar con la comida caliente. Para mí, si se pueden llegar a acuerdos para que los cristianos puedan estar tranquilos, es mejor. La persecución no es un estado deseado del cristiano, es un sub producto de la Fe que se tolera y se vive con entereza, pero no se puede pretender mantenerlos en ese estado solo por ?no ceder?.
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LF:
No es eso lo que piensan los mártires y confesores chinos, como bien explica la noticia con citas de un confesor.
17/09/25 1:03 PM
Jose
Por el momento... cal y arena, cal y arenas... y menos cal y más arena...y así, poco a poco.
En fin.
17/09/25 3:25 PM
Urbel
Lo grave no es ceder ante Pekín a la hora de reorganizar las demarcaciones diocesanas en China.

Lo grave es hacerlo sin conseguir a cambio el fin del cisma de la Asociación Católica Patriótica y la libertad para el culto público de la Iglesia.

Pío VII hizo enormes sacrificios y concesiones a Napoleón en el Concordato de 1801, incluyendo la supresión de muchas diócesis francesas para hacerlas coincidir con los departamentos creados por la Revolución.

Pío VII llegó incluso a pedir la renuncia a todos los obispos que habían rechazado la cismática Constitución Civil del Clero, y destituyó incluso a los que se negaron a renunciar.

Llegó incluso Pío VII a coronar a Napoleón en la catedral de Nuestra Señora de París en 1804.

Hizo todas las concesiones posibles, llegó al límite y únicamente se negó a reducir a la Sede Apostólica al vasallaje de Napoleón. Quien por ello se anexionó los Estados Pontificios y tuvo cautivo a Pío VII hasta la caída del Emperador en 1814.

Pero Pío VII consiguió el fin del cisma revolucionario y la libertad del culto público para la Iglesia. Comienzo del extraordinario renacimiento del catolicismo francés en el siglo XIX, que tantos frutos dio en Francia y hasta en la Iglesia universal.

¿Qué se ha conseguido para la Iglesia con el acuerdo secreto con Pekín?
17/09/25 4:45 PM
Ángel Manuel González Fernández
Lo importante en este Mundo es que en cualquier territorio se pueda celebrar en libertad: la Consagración del Cuerpo y Sangre del Señor, impartir los Sacramentos y el rezo del rosario ante la Madre de Dios y Madre Nuestra.
(Qué es obligatorio pedir por el jefe de turno de la nación que es un disctador, que es un criminal, que es un mal nacido...; pues se pide, al igual que se ha pedido por los Papas de turno que no han querido hacer la Consagración como pidió la Madre de Dios hace más de un siglo; y al igual que se pide por la caterva de turno de cardenales y obispos: el Señor nos lo dijo muy clarito según Mateo 5: 44-48 y Lucas 6:27-35).
17/09/25 7:18 PM
hornero (Argentina)
Mientras prescindan de la Virgen irán al precipicio.
17/09/25 10:49 PM
Gabriel Galán Imola
Estimados hermanos en Cristo Jesús y María Santísima, cuanta exasperación en los comentarios, cuanto juzgamiento, opinar es bueno para construir.- Por ejemplo criticamos la solución China?, bien y cual es la que se propone? el .."animémosnos pero vayan porque donde estoy vamos cómodos no hay persecución violenta sino la sutil y cotidiana del laicismo radical ??..." Antes de opinar habría que ponerse en los zapatos de quienes viven en una dictadura "comunista" sus sufrimientos en el plano espiritual. También tengan en cuenta en lo político, de que Democracia hablan? la Griega Ateniense de 500 ciudadanos libres con 80 mil esclavos? (una farsa como otras tantas) . AHHH!!! si hubieran podido preguntar a Aristóteles que opinaba de esa "Democracia".- Miren la Historia China, corrompida por los Británicos imperialistas Victorianos, Siglo XIX , inundada por los Ingleses de opio para derrumbar un pueblo y cultura milenaria.- Luego invasión Rusa Zarista y Japonesa . Todos perseguidores de los Cristianos, porque corromper a un Pueblo de miles de millones de habitantes , hambrearlos es perseguir a Cristo directamente.- Ustedes no creen que los encomenderos Británicos no "presionaron" a la Iglesia de su momento, ni hablar la Anglicana? Ustedes consideraban una "Democracia la Norteamericana hasta 1980" ? los Afrodescendientes y mestizos no podían subir al mismo ómnibus que los blancos, en 1967 asesinaron al Martin Luther King. por su lucha
18/09/25 12:18 AM
Gabriel Galán Imola
Asiste razón al comentarista de nombre Homero, Oremos a nuestra Madre Santísima que nos regaló Jesús en la Cruz.- Gabriel
18/09/25 12:20 AM

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