Reflexiona, entre otras cosas, sobre la situación de la Iglesia en Alemania
Abadesa de Mariendonk: «Lo que me preocupa es la inseguridad de muchos de nuestros obispos, sus guiños a la opinión pública»
«A las fuerzas motrices de este mundo, el dinero, el poder y la sexualidad, Jesús contrapuso la pobreza, la obediencia y la virginidad. Nuestro mundo se ríe de esto y muchos en la iglesia se unen a esa risa. Al mismo tiempo, cada vez está más claro cómo el despilfarro, la dominación y el libertinaje sexual están destruyendo nuestro mundo y la Iglesia».







