Conozca la vida de Emanuele Brunatto, el primer hijo espiritual del Padre Pío
Laureano Benítez Grande-Caballero, autor de varias obras sobre el Padre Pío, describe la conversión de Brunatto, primer discípulo espiritual varón del santo de Pietrelcina que llegó a ser su hombre de confianza y uno de sus principales defensores en las persecuciones que se desataron contra él.
Como sucede con todos los conversos, en Emanuele Brunatto hay una vida antes y después de la conversión, radicalmente distintas. ¿Cómo era su vida antes de experimentar la gracia de la conversión?
Antes de su conversión, fue el típico hombre de mundo, vividor y aventurero, involucrado plenamente en la trilogía del mal: mundo, demonio y carne. Mujeriego, rebelde, embaucador, llevó una vida desordenada y rebelde: fue comediante, buzo en América, sastre de señoras en Milán, jockey en Bolonia, comerciante en Palermo, empresario, arquitecto, economista… pero su principal ocupación era estar metido en turbios negocios y empresas que caían de lleno en el mundo de la delincuencia.
Una de sus ocupaciones fue la de representante de una famosa cantante de cabaret en Nápoles. Precisamente fue en esa ciudad italiana donde, el 20 de junio de 1919, mientras estaba sentado en un bar, leyó en el periódico «Il Mattino» noticias sobre un milagro realizado por un fraile estigmatizado. Inmediatamente, creyó en aquel prodigio, y comenzó a venerar al santo que lo protagonizó, aun sin conocerle.