Darwin a juicio (2)
Comentario de: Phillip E. Johnson, Darwin on Trial, InterVarsity Press, Downers Grove – Illinois, 2010, 3rd edition; foreword by Michael Behe.
En el presente post comenzaré a presentar de forma resumida el excelente análisis que, en la segunda parte del Capítulo 2, Phillip Johnson hace de las cuatro formas diferentes en que los darwinistas consideran la selección natural: como una tautología, como un argumento deductivo, como una hipótesis científica y como una necesidad filosófica.
1. La selección natural como una tautología (cf. pp. 39-43)
Muchos darwinistas prominentes han presentado la selección natural como una tautología, una forma de decir lo mismo dos veces. Johnson ilustra este punto con citas de J. B. S. Haldane, Ernst Mayr, George Gaylord Simpson y C. H. Waddington. En su formulación tautológica, la teoría darwinista predice que los organismos más aptos producirán la mayor descendencia, y define los organismos más aptos como aquellos que producen la mayor descendencia. Por lo tanto, esa teoría se reduce a la tautología de que los organismos que dejan la mayor descendencia dejan la mayor descendencia.
Johnson dice que la cita de Waddington “merece ser preservada para la posteridad”: “La principal contribución de Darwin fue, por supuesto, la sugerencia de que la evolución puede ser explicada por la selección natural de variaciones aleatorias. La selección natural, que al principio fue considerada como si fuera una hipótesis que necesitaba una confirmación experimental u observacional, en una inspección más cercana resulta ser una tautología, una afirmación de una relación inevitable pero previamente no reconocida. Afirma que los individuos más aptos en una población (definidos como aquellos que dejan una mayor descendencia) dejarán una mayor descendencia. Este hecho de ningún modo reduce la magnitud del logro de Darwin; sólo después de que fue claramente formulado, los biólogos pudieron darse cuenta del enorme poder del principio como un arma de explicación.” (pp. 41-42).
Waddington escribió esto en un artículo presentado en un gran evento de la Universidad de Chicago en 1959, celebrando el 100º aniversario de la publicación de El origen de las especies. Johnson comenta: “Aparentemente, ninguna de las distinguidas autoridades presentes dijo a Waddington que una tautología no explica nada. Cuando quiero saber cómo un pez puede convertirse en un hombre, no soy iluminado si se me dice que los organismos que dejan la mayor descendencia son los que dejan la mayor descendencia.” (p. 42).
El famoso filósofo de la ciencia Karl Popper criticó duramente la formulación tautológica de la selección natural. Desde entonces, acusando el golpe, los darwinistas intentan no enunciarla, aunque a menudo continúan empleándola en la práctica.