501 - ONU: CUMBRE DE LOS NIÑOS, INTERVENCIÓN DEL CARDENAL LÓPEZ TRUJILLO

ONU: CUMBRE DE LOS NIÑOS, INTERVENCIÓN DEL CARDENAL LÓPEZ TRUJILLO

Fuentes: Propias y VIS (10-05-02)

El cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Pontificio Consejo para la Familia y representante de la Santa Sede en la XXVII sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los Niños, intervino ayer en la asamblea.

"El reconocimiento pleno de la dignidad humana del niño, de todos los niños -dijo-, imágenes de Dios, desde el momento de su concepción, parece que se ha perdido y tiene que ser renovado. La verdadera medida de la grandeza de una sociedad es aquella con la que se reconoce y protege la dignidad y los derechos humanos y asegura el bienestar de todos sus miembros, especialmente los niños".

El cardenal subrayó que "el criterio central" de la Convención sobre los Derechos del Niño es que "debe prevalecer el bien superior del Niño". "El proceso del desarrollo humano en todos sus aspectos (…) es el resultado -prosiguió- de una sinergia entre la familia y la sociedad. (…)

"Mi Delegación sostiene que ha de obtenerse una legislación de protección de la niñez que preserve a los niños de todas las formas de explotación y abuso, como por ejemplo el incesto y la pedofilia, ya sea en el trabajo, en la esclavitud, en los delitos abominables de la prostitución y la pornografía, en los secuestros o en su utilización como soldados o guerrilleros, ya sea como víctimas de conflictos armados o de las sanciones internacionales o unilaterales impuestas a algunos países; plagas todas ellas que afrentan y escandalizan a la humanidad. Estas variadas formas de violencia no deben quedar impunes".

"'El interés superior del niño' hace necesario que todo niño tenga una adecuada relación con la familia, basada en el matrimonio, cuna y santuario de la vida, lugar para el crecimiento personal, los afectos, la solidaridad, las normas y la transmisión intergeneracional de la cultura. Al servicio de los niños, la comunidad internacional debe comprometerse a defender los valores de la familia y el respeto para la vida humana desde el momento de la concepción. Estos son valores que pertenecen a la gramática básica del diálogo y la coexistencia humana entre los pueblos".

"Más aún la Santa Sede cree que los derechos de los niños y los derechos de la familia deben estar unidos. Como institución fundamental para la vida de la sociedad la familia basada en el matrimonio, debe ser entendida como el pacto en el cual un hombre y una mujer establecen una relación para toda la vida,…el cual por su propia naturaleza está ordenado hacia el bienestar de los esposos, a la procreación y a la crianza y educación de los niños".

"Sólo cuando falta la familia, la sociedad y el Estado han de brindar lo que al niño le es necesario, ojalá en un ambiente que ofrezca la calidad como de una familia, por su acogida, dedicación, respeto y ternura". (…)

Al final de su intervención el cardenal López Trujillo afirmó que la Santa Sede deseaba subrayar que "no se reconoce el bien superior del niño cuando, condicionados por el mito de la sobrepoblación -mito que los datos y tendencias demográficas recientemente reconocidos muestran como infundado- se imponen políticas de población contra los derechos de la familia y de los niños. Debe ser reconocido, en primer lugar, el derecho fundamental a la vida". FIN, 10-05-02.