136 - USA, CHINA Y PERU: LA COACCION COMO MEDIO DE CONTROL DE NATALIDAD

USA, CHINA Y PERU: LA COACCION COMO MEDIO DE CONTROL DE NATALIDAD

La enmienda Tiahrt intenta poner fin a la ayuda a planes coactivos

-Fuentes en general: Population Research Institute Review, vol. 8, n. 4, julio-octubre 1998; HLI Reports, vol. 11, nº 16, diciembre 1998

-Fuentes sobre Perú: El País, Madrid, 20-12-1998; The Guardian y The Times, Londres, 22-12-98; Página 12, Buenos Aires, 23-12-98; The Washington Times, Washington, 29-12-1998

-Fuentes sobre China: The Economist, 21-11-98 y 19-12-98; IPPF News, 24-12-98

Por Juan C. Sanahuja

Carta del Encargado de Pastoral de Vida e Infancia de la Arquidiócesis de Managua a la Ministro de Salud

El Congreso de la Estados Unidos comprobó los abusos en contra de la libertad de las personas por parte del Fondo para la Población de las Naciones Unidas y la Agencia Internacional de Desarrollo (USAID, AID) de su gobierno, que usaban diversos modos de coacción para implantar servicios de planificación familiar. Los casos de China y Perú, fueron los detonantes de esta investigación.

Por eso, el representante republicano Todd Tiahrt, de Kansas, con el apoyo técnico del Population Research Institute, presentó un proyecto que fue aprobado por el Congreso, y posteriormente promulgado como ley por el Presidente. Promulgar esta ley fue la moneda de cambio que usó el Congreso para autorizar al Presidente a pagar la enorme deuda que tenía Estados Unidos con las Naciones Unidas, (cfr. Noticias Globales 113).

El 22 de octubre, con la firma de Clinton, entró en vigencia la llamada "enmienda Tiahrt", por la que el gobierno de Estados Unidos no financiará programas de control de la natalidad que incluyan la promoción del aborto como "método de planificación familiar", (caso China), y que usen la coacción para lograr sus objetivos, (caso China y Perú).

Según la enmienda Tihart, ningún programa que reciba financiación estadounidense puede incluir cuotas, metas u objetivos numéricos en vistas a reducir los nacimientos; los programas tampoco pueden fijar cifras máximas o mínimas de usuarias para algún método concreto planificación familiar, o cifras de usuarias de métodos anticonceptivos en general.

La ley dice también que los programas financiados por los Estados Unidos no podrán incluir el pago de incentivos, gratificaciones, comisiones o financiación de cualquier tipo a ninguna persona, a cambio de someterse a determinados métodos anticonceptivos ni a los agentes sanitarios para lograr objetivos preestablecidos.

Asimismo según la ley, someterse a los servicios de control de natalidad, no puede ser condición para el ejercicio de otros derechos como, por ejemplo, el derecho al acceso o participación en los programas de subsidios o al cuidado de la salud.

La enmienda manda que los proyectos deben proveer a los "usuarios" información comprensible sobre los beneficios sanitarios y los riesgos del método anticonceptivo que escojan, así como las condiciones en las que no pueden usarse determinados métodos y los efectos secundarios que éstos pueden producir.

Los proyectos también deben excluir la aplicación de drogas o procedimientos médicos en fase experimental, salvo en el contexto de estudios científicos en el que los participantes conozcan los riesgos y beneficios potenciales.

Finalmente, manda a los administradores de la USAID (AID) denunciar las irregularidades y/o violaciones de la enmienda ante cuatro comisiones del Congreso.

Mientras tanto, según IPPF News (24-12-98), Zhang Weiqing, ministro de Planificación Familiar del gobierno chino anunció que su pais seguiría con la política de un hijo por pareja reforzando los servicios de planificación familiar -que incluyen el aborto compulsivo-, en las zonas rurales. Zhang explicó que "romper el círculo vicioso: a pobreza más hijos, y a más hijos más pobreza", es un objetivo a largo plazo de las políticas de planificación familiar en China. Para 1998 la meta fijada por el gobierno fue la misma que para 1997, no superar un crecimiento de 16 por mil habitantes. China mediante métodos compulsivos -principalmente el aborto coaccionado-, bajó el número de hijos por mujer de 5,8 en los años 70, a 2 en 1997, pero aún quedan zonas rurales que resisten la política oficial.

En este orden de cosas, la revista inglesa The Economist (19-12-98), puso de manifiesto hace pocas semanas que la "política de un sólo hijo" provocó que se mantenga en China -aunque esté prohibida por la ley-, la milenaria y salvaje costumbre del infanticidio femenino. Nadie sabe explicar, si no es porque se practica el infanticidio femenino, por qué la mortalidad infantil de bebés mujeres es considerablemente más alta que la de bebés varones.

Ahora, esta situación se agrava con el infanticidio de bebés mujeres en gestación: el aborto de bebés de ese sexo con ayuda del diagnóstico prenatal. La tradicional postura feminista "pro-choice" (aborto sin restricciones), se vuelve en China contra las mismas mujeres que las feministas dicen defender, comenta The Economist. Según William Lavely, demógrafo de la Universidad de Washington citado por la revista, en el período 1975-1995, se "perdieron" 8.7 millones de nacientos de bebés del sexo femenino. La imposición en todos los países del mundo de la posibilidad de abortar sin restricciones es parte de los objetivos de la IPPF, Population Action International, Family Care, Family Health International, etc., cuya propaganda se basa también en una aparente defensa de las mujeres.

Continúa la revista inglesa diciendo que la tasa normal de nacimiento de varones y mujeres es de 106 chicos por cada 100 chicas. En China fue variando dramáticamente. En 1982, 107 nacimientos de varones cada 100 nacimientos de mujeres. En 1990, 110 cada 100 y en 1995, 118 cada 100.

El desequilibrio entre población de sexo masculino y población de sexo femenino traerá sin duda, graves problemas demográficos a ese pais y, sigue diciendo The Economist, esta situación se agrava por la caída de la fertilidad general por debajo de los niveles de reemplazo de generaciones. El nivel mínimo para asegurar un cierto equilibrio, es de 2,1 hijos por mujer. En Asia, Taiwan y Corea del Sur tienen una tasa de 1,4 nacimientos por mujer, Hong Kong 1,25 hijos por mujer. La cifra oficial de China -aunque algunos demógrafos occidentales piensan que es más alta- está entre los 1,5 y 1,4 hijos por mujer, incluyendo zonas como la de Shanghai en donde la tasa de 0,96 hijos por mujer deja estupefacto. FIN.