Crear enemigos, su razón de ser y existir

O sea: las Ideologías masonico-marxistas, ATEAS por Esencia y Definición.

La razón de ser, mantenerse “vivos” y perpetuarse  siempre en el Poder o de cara a él, del mundo Rojelio o asimilado -léase socialismo, “científico” o peleón y de paredón: todo un ADN específico y de nacimiento de este personal-, es CREARSE enemigos a los que combatir y ELIMINAR. Sin miramiento alguno: entrando a MATAR, literalmente.

No me resisto a contarlo. En Rusia, con el Comunismo en el Poder más absoluto, desconocido en el mundo hasta esas fechas, se llevó a Dios a los tribunales: el ateísmo al poder tiene estás cosas, y no se paran en tonterias.

Como “buenos” y al unísono con el Poder, se le juzgó; y, como no podía ser de otra manera, se le condenó a ser fusilado. Y se “ejecutó” la sentencia.

Como no tenían “cuerpo” del que echar mano, se formó el pelotón, se dieron las órdenes pertinentes…, y se disparó hacia lo alto, hacia el cielo. También con las órdenes de rigor, se recogió el pelotón, y “a otra cosa mariposa". Misión cumplida. Rompan filas!!!

Porque a los catalogados y denunciados como “enemigos", se les liquida a como dé lugar: el método es lo de menos. Para ésto viven los Ideólogos y sus mangutas y/o mandados; o sea: la carne de cañón para toda faena de sangre, o de cualquier otra especie.

Ésto es así desde la Revolución Francesa, icono de cualquier “revolución” que se precie: siempre de signo ateo y violento: ahí están, después del mundo masón, y criados a sus pechos, el marxismo y el nazismo, hijos de la misma Madre, para verlo y demostrarlo.

Viven en aquella máxima, venerada y aplicada a rajatabla: “El único enemigo ‘bueno’ es el enemigo ‘muerto’". Y no añaden “amén", por ateos de bien, y cumplidores…

Es lo que tienen las “idealogias": para ésto surgen, se reciclan y perduran. Marx fue el Gran Maestro.

De origen judío, pero ateo prácticamente desde siempre -todo “de familia": de ahí la inquina , entre otras causas que también, con todo lo que fuese y oliese a “familia"-, no fue el inventor de “las Ideologías": el término ya existía en Inglaterra, y él se lo encontró.

Pero vio ahí un filón: un potencial incalculable si se lo cocinaba convenientemente, y acertó; lo agarró, lo manipuló y lo explotó a conciencia y éxito: en su favor, claro; que los ateos militantes, sean de la ganadería que sean, no pasan de aquí ni de acá: “To’ pa’l pueblo"; o sea: pa’ “la clase" o “la casta"; es decir: “pa’ forrarse los capitostes, que de algo hay que vivir…

Explicó y rebautizó las “Ideologías” como: “el instrumento” o el sistema perfecto, para “crear o poner ‘mala conciencia’ al personal -vulgo: “cabrear contra el enemigo"-, para luego lanzarlo contra el tal, creado de modo artificial".

De ahí la famosa “Lucha de clases", que dió nombre y contenido al Sistema; claro que, para que “las clases” puedan luchar, primero hay que establecerlas; es decir: crearlas; para luego ya enfrentarlas, estimuladas con el pertinente cabreo.

Porque NO existen realmente las clases antagónicas. Existen personas y circunstancias distintas: ni somos fotocopias, ni vivimos en el mismo nicho “ecológico": ni falta que nos hace.

Curiosamente, crea “la clase PROLETARIA", para erigirla en “paladín” -o sea: la muy necesaria y conveniente “carne de cañón"-, usada siempre a favor de la “clase dirigente” del tal proletariado: siempre hay “mando", para abusar de los pardillos de  turno… Porque claro, las clases NO son iguales, faltaría más: de ahí lo de “clases".

Eso sí: después de “adoctrinarlos” a conciencia, prometiendoles “el oro y el moro": o sea, “el paraíso terrenal".

No es que lo tengan, ni que sea suyo, pero algo hay que prometer. Es decir: “el poder del proletariado"; al que, como nunca llegan, siguen prometiendo que cada vez está más al caer. De este modo se perpetúa la clase en el Poder. 

Los marxistas, “canonizaron” el Sistema, la “lucha de clases” -tienen auténtica devoción por los “instintos religiosos” que cumplen su función, y los explotan a conciencia -para ser “rogelio” hace falta mucha más fe que para creer en Dios y en la Biblia-, y les funciona; porque “el hombre es religioso por naturaleza” si lo sabrán ellos…

Un inciso: hoy “el Sistema", en todos los países, muy en especial del Primer Mundo, se llama “Corrupción", y vive instalado en “la Mentira". Todo, producto marxista de primera calidad, aunque se llamen “democracias". Que así se llamaban todos los regímenes marxistas de medio mundo.

Como es lógico, “secuestraron” el Lenguaje, que es una de las fuerzas más imponentes que tenemos, después de la Religión, pues mueve a la gente: somos Racionales; aunque viendo tantas cosas trágicamente desgraciadas como se ven, podría dudarse del dato; pero no admite duda alguna: somos así, por expreso deseo de Dios.

Y comenzó todo el trampeo y los engaños a nivel “industrial"; o sea: en serie y sin parar máquinas: si hacen falta turnos, o hay que prolongar la jornada, se monta. Y si se resisten: se les elimina, y se ponen otros. Pero la máquinaria marxista no puede detenerse.

Eso sí: al Lenguaje se le da una “nueva carga semántica": las palabras son las mismas -en la Iglesia, porque todo ésto tiene su correlativo aqui, se acude al “no se cambia la Doctrina"; eso sí: todo se determina y se hace de muy distinta manera: se cambia la “praxis": puro marxismo-; pero el nuevo significado se lo da “el Partido". Que es la única Entidad que “ordena y manda". Y al que pretende hablar, se le enmudece.

Muy en concreto: casi 150 millones de muertos “directos” se atribuyen a la historia del marxismo: más que centenaria ya, que se sepan; y avalan no sólo su trayectoria mundial, sino también mi reiterada afirmación.

El primer “enemigo” que señala Marx, y siguen Hegel, Fichte, Feuerbach, Lenin, Stalin y demás sicarios -me dejó unos cuantos-, es “la Iglesia” que sirve, acoge y celebra la Religión; es decir: el trato con Dios, de Adoración y Culto, por parte del hombre. De entrada, la Iglesia Católica. La Ortodoxa claudicó muy pronto. Y ya por extensión, todas las que pretenden mantenerse en pié. O sea: ninguna. Ya, ni la Católica, aún sin acabar el Concilio último.

Ahí está la deriva del Vaticano respecto al marxismo, en los años 60. La tristemente “celebre” Teología de la Liberación, neto marxismo “, por lo Eclesial que arrasó gran parte de la Iglesia Católica n Europa Y en América; y arrasó porque NO se la combatió con las armas necesarias. Y, a día de hoy, el Tratado con China -"el tapado"- con el papa Francisco, renovado hace bien poco.

El corte a esta trayectoria fue san Juan Pablo II: y cayó el muro. Pero NO se ha sabido explotar el evento, y estamos como estamos.

Seguiremos: que estamos a mitad únicamente. Porque ésto, como es natural y lógico, trae cola.