¿También tiene Dios un propósito con las acciones de los malvados?

Estimado Fray Nelson: En el libro de los Proverbios capitulo 16 versículo 4, se expresa: “Yahveh ha hecho todo con un propósito; inclusive al malvado para el día fatal". ¿Qué quiere decir esto? .Un amigo seminarista me dijo que Dios ha hecho absolutamente todo con una finalidad y que los delincuentes por ejemplo tenían como misión perjudicar a otros y que ése daño purificaba a los agraviados; si esto es así y los “malvados” tienen un propósito desde su creación ¿cómo pueden ir al infierno por ejemplo si estarían cumpliendo su “misión"? Acláreme por favor Fray Nelson y le agradezco todas las respuestas que gentilmente concede a mis preguntas. – G-S.H.P.

* * *

En ese versículo hay varios temas teológicos–todos muy densos–que salen a la vista. Podemos presentarlos en forma de preguntas:

1. ¿Dios creó al malvado? ¿Es entonces el creador del mal? ¿O en qué sentido se relaciona Dios como creador con el hecho incontestable de la existencia del mal?

2. ¿Hay verdadera libertad en el ser humano, y en particular, hay libertad en los malvados, bajo la suposición de que están respondiendo a un propósito que no es de ellos sino de Dios?

3. ¿Qué responsabilidad puede haber si no hay verdadera libertad? Y si no hay completa responsabilidad, ¿qué justicia es la que implica un castigo?

Para las respuestas vamos a apoyarnos especialmente en textos de Santo Tomás de Aquino.

1. Dios es creador de la naturaleza libre del malvado, lo mismo que es creador de la naturaleza de todo ser humano. Evidentemente sin ser creados no podrían ser malvados los malvados como tampoco podrían ser buenos los buenos. Pero nuestra naturaleza no es la causa íntegra y completa de nuestros actos. Es posible tomar decisiones; hay un margen de libertad en el ser humano. El uso que cada quien haga dentro de ese margen de libertad no depende de la naturaleza ni tiene entonces como responsable a Dios, a pesar de que Dios y sólo Dios es el único creador.

2. Cuando hablamos de los propósitos o planes de Dios debemos recordar que Dios no se contradice a sí mismo, y en particular: Dios no elimina la libertad que con amor y sabiduría quiso darnos. No debemos entonces imaginar el gobierno de Dios sobre la creación, o equivalentemente: el cumplimiento de sus propósitos, como una interrupción en nuestra naturaleza, que significaría una negación de la obra creadora de Dios mismo. Dios gobierna, sí, pero su gobierno no debemos imaginarlo como la supresión de la causalidad que nuestra libertad tiene, incluso si esa causalidad es limitada e imperfecta de muchas formas.

De hecho, es la limitación de nuestra causalidad la que hace posible que Dios dirija la Historia sin negar nuestra libertad. Resulta que nuestra libertad opera en los límites de nuestro conocimiento, que nunca puede abarcar la totalidad de los factores implicados incluso en una pequeña decisión. Por eso enseña Santo Tomás que cuando una persona cree estar saliendo del querer de Dios en un sentido no puede evitar obedecer ese querer en otro sentido. No podemos eliminar las consecuencias de nuestros actos. Esas consecuencias, que son primero internas que externas, marcan el “reingreso” del malvado en el gobierno divino.

Ahora bien, nuestras acciones tienen efecto más allá de nosotros mismos, alcanzando a menudo otras historias y vidas. No es impensable entonces que las consecuencias mismas de los actos perversos sean una especie de acto natural de justicia no sólo sobre personas sino sobre grupos humanos enteros. Dice Santo Tomás que lo que la Biblia llama “ira divina” (la del “día fatal” que menciona el texto de Proverbios) no es otra cosa que el desenlace de la acumulación de las consecuencias de nuestros pecados que, multiplicando su daño por vía de acumulación y composición, terminan produciendo un resultado devastador. Siendo eso así, no es extraño afirmar que también la maldad misma se convierte en vehículo de justicia divina, no porque tal haya sido el propósito del malvado sino porque él no puede evitar que sus pecados tengan consecuencias.

3. Queda claro entonces que en principio sí hay un margen de libertad en todos, incluyendo los malvados, y por eso ciertamente hay responsabilidad. La pregunta sería: Si Dios saca algo bueno, por ejemplo en términos de hacer justicia, de la maldad de los malvados, ¿por qué castiga al malvado? Para responder hay que tener en cuenta que, según Santo Tomás, en todo acto voluntario hay tres elementos: objeto, intención y circunstancias. La valoración moral, de la que depende si hay mérito o castigo, sigue ese mismo orden: qué has hecho, por qué lo has hecho, y en qué condiciones lo has hecho. Obsérvese que las consecuencias desconocidas, que son como una derivación de las circunstancias, tienen un peso ínfimo o nulo en la valoración moral. Por ejemplo, si alguien comete un acto terrorista derribando una inmensa torre, digamos en Alemania, y al caer la torre se descubre que debajo había una bomba atómica del tiempo de los nazis, que hubiera podido explotar en cualquier momento, nadie consideraría meritorio el acto del terrorista, puesto que en el contexto real de su acción ni el objeto ni la intención ni las circunstancias eran virtuosas. Eso explica por qué las consecuencias limitadamente positivas de los actos perversos no eliminan el lado perverso de las acciones de los malvados.

7 comentarios

  
Tulkas
Omnis malus aut ideo vivit, ut corrigatur, aut ideo vivit ut per illum bonus excerceatur. (San Agustín)

08/12/15 12:53 AM
  
JOSÉ IGNACIO LESACA ESEVERRI
Un artículo muy interesante.
09/12/15 4:44 PM
  
Mariana
Fray Nelson....me fundiste el cerebro...jajajajajaja....wow qué artículo más bueno.....voy a leerlo todo de nuevo...a meditarlo...a estudiarlo y a aprendérmelo...Gracias !!
09/12/15 4:44 PM
  
Falco Lombardi
El actuar de Dios en nuestra historia es un tema muy interesante y que genera muchas preguntas.

Por ejemplo, la frase "...es la limitación de nuestra causalidad la que hace posible que Dios dirija la Historia sin negar nuestra libertad..." ¿puede responder de alguna forma el cómo actúa la providencia divina?


Nota de fray Nelson: Estoy de acuerdo con lo que dices.
11/12/15 5:41 PM
  
Pepito
Todo acto moral tiene sus consecuencias, pero creo que hay que distinguir entre aquellas consecuencias que se derivan de por sí y solo de dicho acto, y las consecuencias que se derivan de él dependiendo de la buena o mala disposición del afectado por dicho acto.

Así un acto malo puede tener buenas consecuencias, por ejemplo asesinar a un cristiano (acto malo) puede tener la buena consecuencia de hacerle mártir y así cooperar e incluso asegurar su salvación, pero tal consecuencia buena no se debe a solo dicho acto malo en sí y de por sí (asesinar al cristiano) sino a la buena disposición, debida a la gracia divina, con que éste recibe la muerte.

Por lo cual la consecuencia buena del acto malo no se debe a dicho acto, y por tanto no se puede decir propiamente que con dicho acto el malo hace algo bueno, por lo cual justamente es castigado el malo por su mal acto y premiado el bueno por soportarlo o recibirlo con buena disposición debida a la gracia divina. Así pues es perfectamente compatible con que Dios quiera o tenga el propósito de castigar al malo con que dicho acto pueda tener buenas consecuencias, porque estas no se deben de suyo y de por sí al acto malo, sino a la buena disposición con que lo soporta el bueno.



12/12/15 2:31 PM
  
Gracias por la reflexión.
Gracias, Fray Nelson! Qué enseñanza tan clara!.. Yo quiero aportar, desde el punto de vista del sufrimiento aceptado por Amor a Dios: cuando "alguien, un hermano" me ha hecho sufrir... y yo he aprendido en la humillación, y luego me siento purificada... con nueva enseñanza, yo bendigo y oro por ese hermano que me ha hecho sufrir, porque pienso que fue Voluntad Divina y ocasión de mi aprendizaje de humildad y purificación. Ahora, si veo en el hermano que se ufana orgullosamente de haberme hecho sufrir, pues tengo que seguir orando por él. Y si alcanzo que vuelva a ser la persona buena, aunque me haya hecho sufrir, he vivido lo que me pide el Padrenuestro: "perdonar"... y puedo pensar que fue útil en ese momento para hacerme sufrir, por Voluntad de Dios. Así me es un poco más fácil aprender a perdonar. ( aunque la confianza fraterna quede despedazada...) Más para ofrecer...
Leí en el volumen 8° último capítulo, "Do Cielo" de la Sierva de Dios Luisa Piccarreta, que no debemos preguntar el por qué? de las cosas, pues la respuesta solamente la tendremos en el Cielo, y los condenados nunca la obtendrán. Creo que es la misma dirección de la cuestión.
Yo me quiebro la cabeza con la manera de vivir la política colombiana... Sin embargo, he encontrado en este pensamiento, la Paz que necesito para vivir y convivir, a pesar de las circunstancias tan adversas... Y creo que es purificación en el sufrimiento, y creo que es Voluntad o permisión divina! El nada te turbe, nada te espante, Sólo Dios Basta! Es hermoso, esperanzador y me llena de Paz! Lo mismo pienso cuando leo cosas de la Iglesia... Que sea objeto de saber "ofrecer" y Orar, mi incapacidad de entender lo que pasa!!! De esa manera viví la tan temible adolescencia de mi hijo - hoy un profesional honrado de 30 años-, las secuelas del alcoholismo de mi esposo, y, ... hoy le doy infinitas gracias a Dios y a Nuestra Señora!!! De verdad que TODO pasa... queda lo que se ha "ofrecido con Amor a Dios". Y, La Familia es la Cuna de la vida cristiana!!! Gracias, Fray Nelson!!! soy asidua lectora suya... en La Red.
12/12/15 6:36 PM
  
Luis Capdevila Juan
Un artículo bueno aunque con un exceso de especulación teológica. A mi modesto juicio, creo que,en definitiva, lo que se plantea es el contundente dilema que sostiene que si Dios quiere evitar el mal y no puede, no es omnipotente; si puede y no quiere ( o se abstiene ), no es bueno. Una niña filipina le preguntó a Francisco I porqué Dios permite tanto sufrimiento y porqué los malos destruyen personas y bosques. La respuesta del Santo Padre fue: " no lo se ". La respuesta me impresionó por su humilde sinceridad.Y es que sin misterio no hay religión. "(...) has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a gente sencilla" (Lc.10.21-22).
Con fraternidad

Nota de fray Nelson: "Especulación" es una palabra que puede significar: afirmación sin base suficiente. Si eso es lo que realmente quisiste decir, te pido que le des más bases a tus palabras. Dios te bendiga.
13/12/15 5:42 AM

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