Hace falta
Es un lugar común entre los bautizados hablar de la crisis de la Iglesia. Ya ni los más optimistas la ocultan, pero cada uno echa las culpas a otro de su origen. Tal vez los últimos años se haya agudizado (escándalos en el clero, confusión doctrinal, apostasía masiva), pero no es nueva. Se esbozan mil causas diversas, y probablemente, en mayor o menor medida, todas son ciertas.
Pero no importa el problema. Importa la solución. Y en nuestro caso, la solución es siempre la misma: volver a Él. Porque todos los problemas provienen de alejarse de Él.