InfoCatólica / Liturgia, fuente y culmen / Archivos para: 2020

9.06.20

«Oremos» - ¿Y por qué no te callas? -¡Espérate un poco, por favor!

Oración colecta La oración colecta es la primera oración que el sacerdote recita in nomine Ecclesiae. Pero va precedida por un “Oremos".

“Oremos”. ¿Qué es este “Oremos”? ¡Una invitación a orar, a callarse, a recogerse y rezar en el silencio del corazón!

“Oremos”. ¡¡Hay que pararse!! No se trata de un aviso para que, del tirón, corriendo, sin respirar, se recite ya la oración colecta.

“Oremos”. ¡Vamos a rezar! Despacio, sin prisas. Pausa. Silencio. El sacerdote se detiene para rezar y todos los fieles también.

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2.06.20

Mirada al Reino y su Banquete (Plegaria euc.- XVI)

  escaton    La plegaria eucarística, como no podía ser menos, contiene una alusión final a la escatología, al Reino que viene, al Banquete de bodas del Cordero, a la eternidad…

      Y es que la Eucaristía ahora celebrada, aquí en la tierra, es prenda y anticipo del banquete celestial. Cristo mismo expuso el Reino de Dios con parábolas que aluden al banquete y banquete nupcial.

      Ya unidos a la Virgen María y a todos los santos, rodeados de los ángeles y arcángeles, la Misa en la tierra nos abre al cielo, adonde deseamos vivir eternamente y gozar de Dios y de la compañía de los santos.

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26.05.20

La incensación o saber manejar un incensario (y de paso, D. Marcelo de Toledo y también una película)

incensar   Siempre me ha parecido, y así intento practicarlo, que el rito de incensar debe ser profundamente orante…, y por tanto, más que correr, apresurarse, pegar una zancada para acabar pronto y dar golpes del incensario en sus cadenillas (¡que se oiga, que retumbe!), hay que ir suavemente incensando, sin mover en exceso ni hacer ruido con el incensario, sino dejando que el humo del incienso vaya cubriéndolo todo y esparciendo su dulce aroma en la Iglesia santa, subiendo a Dios como oración fervorosa.

     Saber manejar un incensario bien, suavemente, e incensar dejando que salga el humo del incienso es un arte, y como todas las artes, hay que practicar mucho antes de conseguir soltura, la técnica que ayude.

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19.05.20

Celebrar «ad orientem»: modo y manera

Benedicto XVI, misa privada ad orientem Más de una vez me consultan sobre celebrar ad orientem con el Misal romano actual, el de San Pablo VI con la tercera edición típica de San Juan Pablo II.

Alguna consulta ha girado sobre la conveniencia o no de celebrar así. Otras, sobre si para celebrar así tenían que pedir permiso al Obispo o al Vicario episcopal correspondiente. Finalmente, alguna consulta sobre las rúbricas exactas para celebrar y ajustarse al Misal con su Ordo. A esas cuestiones trataré de responder con este artículo.

1.- Conveniencia

¿Se puede, se debe hacer? ¿No lo prohibió el Concilio Vaticano II y dijo que sólo y exclusivamente Misa vuelto hacia el pueblo? Simplemente, nada de eso aparece en los textos del Concilio Ecuménico Vaticano II ni en su Constitución sobre la sagrada liturgia. Ni a favor ni en contra. Y desde luego, no es argumento aducir el “espíritu” del Vaticano II que es un fantasma que revolotea y se aplica para todo y poco tiene que ver con la letra de sus documentos.

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12.05.20

Cosas que faltan y sobran en la profesión de los religiosos ( y 2ª parte)

abrazo paz 

    -En el rito de la paz, nuevo desbarajuste, efusión emocional latente; de la sobriedad del rito se pasa a la afectividad a flor de piel, incluyendo el beso de la paz a todos los que están en el presbiterio y, en ocasiones, bajando a la nave para dar también besos “de paz” a toda la familia que asiste, lógicamente, emocionada. Es un rito de preparación a la comunión, por lo que requiere sobriedad: sólo a los más cercanos, a izquierda y derecha, incluidos los nuevos profesos (cf. IGMR 83); el sacerdote –ya sea Obispo diocesano eminentísimo o Provincial flamante y recién elegido- no abandona el presbiterio (IGMR 154). Eso sí: dará el abrazo de paz a cada uno de los nuevos profesos  o profesas (Ceremoniale, n. 786).

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