A los Obispos y Sacerdotes Fieles

Quiero dirigirme hoy a los obispos y sacerdotes santos, que haberlos, haylos y alguno me leerá. Y quisiera transmitirles un mensaje de apoyo y, sobre todo, de gratitud. Porque sabemos que muchos sacerdotes y obispos buenos y fieles a Jesucristo lo están pasando muy mal en estos tiempos terribles que nos está tocando vivir por los designios siempre misteriosos de la Divina Providencia: hágase siempre la Voluntad de Dios. A mí me habría gustado vivir tiempos más apacibles y tranquilos pero si Dios dispuso que viviéramos nosotros en esta época tan turbulenta, Él sabrá por qué.

En el régimen de terror impuesto por la curia de la Anti-Iglesia (que decía Karol Wojtyla)[1] , cortar cabezas resulta tan habitual como el pan nuestro de cada día. Es lo que tienen los herejes liberales que defienden tanto la libertad: que ponen la guillotina a trabajar en la plaza pública para cortarles el pescuezo a quienes no piensen como ellos o a quienes no estén dispuestos a someterse a sus postulados. A eso lo llaman libertad de conciencia o libertad de expresión. Cada cual que piense como quiera, que cada individuo se autodetermine… pero que todos obedezcan sin rechistar lo que yo mando: lo propio de las tiranías. Porque aquí somos muy sinodales y proclamamos la descentralización pero para celebrar las misas tradicionales, los obispos es mejor que pidan permiso a Roma y que no decidan por su cuenta. No vaya a ser…

Los obispos y sacerdotes indietristas, rígidos, apegados a una ideología del pasado, con cara de pepinillos en vinagre; cerrados, tristes, atrapados y carreristas, (o sea, los obispos y sacerdotes fieles a la santa doctrina de siempre y a la liturgia de los santos) están siendo excluidos, cancelados, descartados, misericordiados. Dios los llamó a una vida santa por medio de Jesucristo y cargan con su cruz en medio de esta crisis atroz que sufre la Iglesia, en estos tiempos funestos del reinado del Anticristo.

Porque claro que quedan obispos y sacerdotes santos. Y muchos de ellos viven atemorizados, pasmados, asombrados, desconcertados, atónitos…

Afligidos en todo, pero no agobiados; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos; llevando siempre en el cuerpo por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. (2 Cor. 4, 8-18).

Yo creo que no hay nada más penoso ni más martirial que ser un sacerdote fiel o un obispo como Dios manda en estos tiempos de apostasía y de herejía. Hay mucho sufrimiento.

Resistir a la Iglesia del Anticristo no es fácil. Para los laicos está siendo un verdadero calvario. Pero para los obispos y sacerdotes fieles a Jesucristo resulta aún peor, si cabe. Sobre todo por la soledad, que puede conducir, Dios no lo permita, a la desesperación.

A los herejes los animan a «hacer lío», a seguir adelante con sus herejías y sus maldades. Al P. James Martin sj, lo reciben, le mandan cartas, lo halagan y lo animan a seguir pisoteando la doctrina católica, promoviendo la ideología LGTBI dentro de la Iglesia. Mientras tanto, el cardenal Schönborn ve legítimo bloquear las carreteras para combatir el cambio climático y otro jesuita, Jorge Costadoat, pretende acabar de una tirada con el sacramento de la penitencia y con el del orden sacerdotal:

«El proceso sinodal en curso exige superar las asimetrías eclesiásticas que impiden la eclesialidad como la que tiene lugar en la confesión, originada a su vez por el sacramento del orden que ubica a los ministros en un grado jerárquico superior».

Estos son buenos ejemplos de pastores con olor a oveja, aunque ni las ovejas ni los pastores olieron jamás a azufre, como huelen estos falsos pastores, siervos del demonio.

El cardenal Marx, el obispo Bätzing; los Zanchetta, Hollerich, McElroy, Tobin, Cupich…¡Menuda tropa! Y no permita Dios, como señaló recientemente el obispo Paprocki, que cardenales herejes, excomulgados latae sententiae, participen en un cónclave.

Todos esos que «arman lío» son agasajados y alabados por la secta del Anticristo. Todo lo malo es aplaudido. Y todos los buenos, perseguidos sin piedad. A los cardenales de los Dubia nunca tuvieron tiempo de recibirlos. Ni al cardenal Zen, que esperó infructuosamente. Los buenos son ninguneados, cesados sin explicaciones ni contemplaciones y de manera fulminante. Las órdenes religiosas fieles son intervenidas sin piedad mientras los herejes campan a sus anchas. A los católicos tradicionales se les pesigue por querer celebrar la misa de los santos, la de toda la vida, y a quienes comenten toda clase de abusos doctrinales y litúrgicos se les permite todo con un a sonrisa.

El Anticristo se ha venido arriba y los suyos se ríen, insolentes, soberbios y orgullosos de sus herejías, de sus blasfemias y sus sacrilegios. No tienen temor de Dios porque no tiene fe. Algunos son infiltrados de la masonería o de cualquier otra secta enemiga de Cristo. Otros son apóstatas; todos, en fin, funcionarios del Diablo y ministros de Lucifer.

Por eso os ruego a los buenos pastores que sigáis siendo fieles a Jesucristo. Os suplico encarecidamente delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su Reino, que prediquéis la palabra de Dios y que instéis a la conversión a tiempo y a destiempo. Refutad, reprended, exhortad con toda paciencia y doctrina, porque ya estamos en esos tiempos profetizados en los que muchos ya no soportan la sana doctrina, sino que, teniendo deseos de oír novedades, se van tras los falsos maestros, impíos y blasfemos, que dejándose arrastrar por sus propias pasiones, se apartan de la verdad y se dedican a propagar los cuentos de la ecología y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; o a difundir las doctrinas LGTBI o a las leyendas paganas e idolátricas de la Pachamama.

Vosotros, en cambio, sed sobrios en todo, soportad las aflicciones, predicad el Evangelio, cumplid vuestro ministerio con fidelidad a Cristo. Os necesitamos más que nunca. Necesitamos que nos prediquen y nos hablen en la lengua de los santos y de los mártires, en la lengua católica y universal de Dios.

No estáis solos. No os desaniméis, no desfallezcáis. Al contrario: rechazando todo fingimiento indigno y toda doblez, en vez de adulterar la palabra de Dios, manifestad la verdad y encomendadnos a todos nosotros ante Dios.

Quien resucitó al Señor Jesús, también con Jesús nos resucitará, así que no desmayéis, pues por esta tribulación pasajera, Dios nos prepara una recompensa eterna de gloria incalculable. No pongamos nuestros ojos en las cosas visibles, sino en las invisibles; pues las visibles son temporales; las invisibles, eternas.

Dios os bendiga y recompense la entrega de vuestras vidas con el ciento por uno y os preserve para la vida eterna. Muchos rezamos por vosotros.

Muchísimas gracias


[1] En el Congreso Eucarístico de Pennsylvania, en 1977, Karol Wojtyla profetizó: «Estamos ahora ante la confrontación histórica más grande que la humanidad jamás haya pasado. Estamos ante la contienda final entre la Iglesia y la anti-iglesia, el Evangelio y el anti-evangelio. Esta confrontación descansa dentro de los planes de la Divina Providencia y es un reto que la Iglesia entera tiene que aceptar».


He aquí un buen obispo

 


Post Scriptum

Acabo de leer en Adelante la fe un magnífico artículo de Roberto de Mattei, en el que recoge una oración que no conocía: una hermosa oración de San Pedro Canisio, que hago mía al cien por cien:

Ante Vos, Padre y Señor del Cielo y de la Tierra, Creador y Redentor mío, fuerza y salvación mía que desde mis más tiernos años no habéis dejado de nutrirme con el pan sagrado de vuestra Palabra y de conformar mi corazón, hago profesión de mi fe. Para que no anduviese errante con los ovejas descarriadas que no tienen Pastor, me recogisteis en el seno de vuestra Iglesia. Una vez en el redil, me educaste; y una vez educado, me conservaste, instruyéndome por la voz de los Pastores a través de los cuales quisiste ser escuchado y obedecido  por vuestros fieles como si estuviéramos en vuestra presencia misma. 

Para mi salvación, confieso en voz alta todo lo que los católicos, con razón han creído siempre en sus corazones. Aborrezco a Lutero, odio a Calvino, maldigo a todos los herejes; no quiero tener nada en común con ellos, porque no hablan ni escuchan rectamente, y no poseen la única regla de la verdadera fe propuesta por la Iglesia, una, santa, católica, apostólica y romana. Me uno en comunión con Ella, abrazo la fe, sigo la religión y apruebo la doctrina de los que escuchan y siguen a Cristo, no sólo cuanto se enseña en las Escrituras, sino incluso en los Concilios Ecuménicos y lo que se define por boca de la Cátedra de Pedro, testificándola con la autoridad de los Padres. También me declaro hijo de la Iglesia Romana, a la que los impíos y blasfemos persiguen, desprecian y abominan como si fuera anticristiana; no me alejo en ningún punto de su autoridad, ni me niego a dar la vida y derramar mi sangre en su defensa. Creo que la salvación por los méritos de Cristo sólo podemos alcanzarla en unidad de esta misma Iglesia.

Con San Jerónimo, declaro permanecer unido con todos los que están unidos a la Cátedra de Pedro; con San Ambrosio, prometo seguir en todo a la Iglesia Romana a la que reconozco respetuosamente; con San Cipriano, como la raíz y madre de la Iglesia universal. Me baso en esta fe en la doctrina que aprendí de niño, que de joven confirmé como me la enseñaron los adultos y que, hasta ahora, con mis débiles fuerzas defendí. Para hacer esta profesión no me mueve otra razón que la gloria y el honor de Dios, la conciencia de la verdad, la autoridad canónica de la Santa Escritura, el consenso de los Padres de la Iglesia, el testimonio de fe que debo dar a mis hermanos y, finalmente, la salvación eterna en el Cielo y la felicidad prometida a los verdaderos creyentes.

Si se da el caso de que debido a mi fe, soy despreciado, maltratado y perseguido, lo consideraré como una extraordinaria gracia y favor, porque significará que Vos, mi Dios, me concedéis la oportunidad de sufrir por la justicia y no queréis que me sean benévolos aquellos que, como enemigos declarados de la Iglesia y de la verdad católica, no pueden ser vuestros amigos. Sin embargo, perdonadlos, Señor, porque instigados por el diablo, y cegados por el brillo de una doctrina falsa, no saben o no quieren saber lo que hacen.

Concededme esta gracia, tanto en la vida como en la muerte, y que siempre sea testigo fidedigno de la sinceridad y fidelidad que os debo a Vos, a la Iglesia y a la verdad, que no me aleje de vuestro santo amor y que permanezca en comunión con aquellos que temen y guardan vuestros preceptos en la Santa Iglesia Romana, a cuyo juicio me someto yo y todas mis obras, con ánimo pronto y respetuoso. Que todos los santos, triunfantes en el cielo o militantes en la tierra, unidos indisolublemente en el vínculo de la paz con la Iglesia Católica exaltando vuestra inmensa bondad, rueguen por mí. A Vos, que sois el principio y fin de todos mis bienes, sea todo honor y gloria por los siglos de los siglos.

20 comentarios

  
Fulgencio
Muchas gracias. Dios bendiga sus trabajos a favor de la verdad y la sana doctrina. No se desanime usted tampoco, que la Iglesia le necesita.
05/03/23 9:34 AM
  
Juan Mariner
Disiento de lo del cardenal Zen (tesorero de la oposición liberal en Hong Kong, repasar su historial proNOM) y de los nicaragüenses y venezolanos (valedores de la oposición liberal pronorteamericana NOM). Los hay que, con tal conseguir sus intereses, pasan de heterodoxos a ortodoxos a conveniencia.
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Pedro L. Llera
No sé si el cardenal Zen es pro Nuevo Orden Mundial. Ignoro si los obispos nicaragüenses o venezolanos lo son igualmente.
De lo que estoy seguro es de que los comunistas chinos, venezolanos y nicaragüenses son una banda colosal de hijos de la gran puta. Son enemigos de Dios, tiranos, corruptos y asesinos hasta decir basta.
Y yo estaré siempre con cualquiera que esté contra esos comunistas.
05/03/23 11:42 AM
  
JUAN NADIE
JUAN MARINER
Desde siempre se ha dicho que no hay cosa mas tonta que un obrero de derechas... es el tipico chiste de izquierdas que miente hasta en los chistes. No es exageración, es tomar a los obreros por imbéciles.
Si estudiamos donde viven mejor los obreros comprobaremos que en los paises de derechas, donde tienen derechos reales y pueden ganarse la vida y son libres.
En los paises de izquierdas de esos que en lo mas profundo te gustan a ti, tipo Venezuela, Cuba, China, etc, los obreros normalmente viven en su gran mayoría en la miseria con verdaderas dificultades para ganarse la vida, sin derechos, con unas enormes carencias, y ademas son oprimidos y encarcelados o asesinados a la primera de cambio.
Tendríamos que reconocer, salvo que fuesemos idiotas o unos sinverguenzas, que no hay nada mas estúpido que un obrero de izquierdas.
Sin embargo si que hay algo todavía mucho mas tonto que un obrero de izquierdas, y es un católicos de izquierdas.
05/03/23 12:16 PM
  
Pedro L. Llera
Por favor, no desvíen el tema en los comentarios.
05/03/23 2:08 PM
  
África Marteache
Al contrario que Mariner yo rezo todos los días, desde hace muchos, años por la Iglesia de China e incluso he contagiado a alguna y algunos. El Cardenal Zen hace la buena lucha contra el PCH que es el torturador de católicos fieles, Cada uno lucha en la trinchera que Dios le da y la suya no es la nuestra. Nosotros estamos llamados a luchar contra un Occidente materialista y ateo, pero ellos deben luchar contra el PC también materialista y ateo. Nuestra situación es algo mejor que la de ellos porque es imposible un blog como éste en China, ya que la boa constrictor ahoga más o menos y no con la misma intensidad.
La miserable actitud de injuriar a los perseguidos no puede ser bendecida por Dios en ningún caso porque que Mariner pretenda que es de recibo cambiar a Cristo por Xi Jinping solamente porque éste no cede ante las presiones occidentales, es nauseabundo.
Nadie lleva 20 años en un cárcel por defender al NOM, llevan ese tiempo en la cárcel por no abjurar de Jesucristo. No hay forma de saber dónde y cómo se encuentra el Obispo Agustín Cui Tai, por ejemplo, y que Mariner sostenga que está bien dónde está clama al Cielo. Que Dios no se lo tenga en cuenta porque no sabe lo que dice.
05/03/23 2:33 PM
  
hornero (Argentina)
La situación calamitosa de la Iglesia, la tribulación purificadora que padece, tienen por causa el rechazo sistemático a la Virgen, ostentoso, que no ocultan la jerarquía, sacerdotes y fieles.
La Virgen no es un amanuense para escribir nuestros mensajes al cielo, ni una tramitadora ante Cristo.
Es la Madre de Dios, la Esposa del Espíritu Santo, la que dio a Luz a Cristo, el Trono y Santuario de la Sma. Trinidad.
Se permiten acallarla, desoír y negar sus Mensajes, rechazarla en nombre de un cristo-centrismo sin María, que silencia el Triunfo de Su Corazón Inmaculado en el mundo.
Se puede invocar a la Virgen, se puede rezar el Rosario, se pueden hacer peregrinaciones, lo que no se puede es reducirla a la dimensión que el demonio quiere.
Porque el demonio sabe que Ella, La Señora Vestida de Sol, pisará su cabeza.
Cristo ha definido los bandos: “Quien rechaza a Mi Madre, a Mi Me rechaza” (Mens. de Jesús en S.Nicolás).
O aceptamos su Conducción, o la rechazamos. No hay término medio frente a la Majestad de María.
05/03/23 4:06 PM
  
claudio
Respetado Pedro Luis.

Es imprescindible, un derecho y un deber de los bautizados rezar fervientemente para que los sacerdotes perseveren en la verdad, ayudemos a que lo hagan y aguanten ya que el que persevere triunfará.
Sobre todo pidamos que Cristo que fue traicionado por Judas evite que sean traicionados los fieles ordenados o no.
Tengamos mucho cuidado porque la traición siempre es de adentro...

Me permito reiterar que estamos avisados por Nuestra Señora y el pedido de conversión y reparación de los pecados que efectúa en beneficio nuestro, personal, de cada uno frente al Señor, como bautizados, ordenados o no ordenados.

Mensajes de Nuestra Señora de Akita Japón (tomados de Catholic.net)

"La obra del demonio infiltrará hasta dentro de la Iglesia de tal manera que se verán cardenales contra cardenales, obispos contra obispos.
Los sacerdotes que me veneran serán despreciados y encontrarán oposición de sus compañeros... iglesias y altares saqueados.
La Iglesia estará llena de aquellos que aceptan componendas y el demonio presionará a muchos sacerdotes y almas consagradas a dejar el servicio del Señor.
"El demonio será especialmente implacable contra las almas consagradas a Dios. Pensar en la pérdida de tantas almas es la causa de mi tristeza.
Si los pecados aumentan en número y gravedad, no habrá ya perdón para ellos.
"Con valentía, habla con tu superior. El sabrá como dar a cada uno valor para rezar y lograr obras de reparación".

05/03/23 6:49 PM
  
rocamador
Triste la entrevista concedida por el cardenal Herranz, que de miserias e infiltraciones sabe mucho; otro que pone en boca de Benedicto XVI lo que el difunto Papa no puede desmentir; y que, muy sibilino, se coloca equidistante, entre dos Conferencias Episcopales que no menciona, cómo si fueran igualmente perniciosas: la alemana (hereje) y la norteamericana (“indietrista”, aunque todos sus últimos cardenales sean francisquistas). No creo que se libre de la guadaña la Universidad de la Santa Cruz, y acaso sea el merecido final.
05/03/23 7:19 PM
  
Diácono
Pues aunque no nos incluye en su artículo, sr. Llera, los diáconos que intentamos ser fieles, también lo estamos pasando muy pero que muy mal. Y, personalmente, quien me lo está pasando hacer peor son los curas infieles. Los laicos... hay de todo. Pero los fieles a la doctrina también sufren, aunque les falta formación en liturgia y no conocen muchas rúbricas.
Claro que los curas como Dios manda en mi diócesis, y muy buenos, pero mi destino pastoral ha sido un parroquia muy progre en la que párroco y vicario se saltan a la torera liturgia y doctrina.
Imagínese lo que es escuchar homilías llenas de sandeces y herejías, y observar continuamente abusos en la liturgia, saltándose a la torera, sin motivo, rúbricas del misal o de los rituales.
Y de nada sirve acudir a vicarios episcopales o al mismo obispo porque están a otra cosa y les da igual lo que les digas. Nunca sancionarán a ningún cura por esos temas.
05/03/23 9:13 PM
  
hornero (Argentina)
Comprendo las insistencias de referir la tragedia actual de la Iglesia, Al respecto, la Virgen y Jesús también son insistentes.

“¡Oh, hija mía, está por descender sobre el mundo la Justicia de Dios! Este mundo ya está corrompido, Yo les digo a mis hijos: Venid al Refugio que es Mi Corazón Inmaculado” (La Virgen - S. Nicolás, 20-enero-1998).

“Está llegando la Hora de la Justicia y de la Gran Misericordia de Dios…Estad bajo Mi Manto Maternal” (id. 11-diciembre- 1997).

“Una gran tempestad se avecina, pero vosotros no temáis si estáis con esta Madre” (id. 15-agisto-1997).

“Este es el Tiempo de Mi Amor, mas, pronto sobrevendrá el Tiempo de Mi Justicia” (Jesús en S. Nicolás
05/03/23 10:11 PM
  
Nova
Al diácono:
No creo que D. Pedro Luis se haya olvidado de los diáconos, aunque no los nombre en su artículo. Él sabe que mucha gente buena en la Iglesia lo está pasando muy mal. Yo, en mis oraciones por la Jerarquía de la Iglesia, suelo nombrar explícitamente a los diáconos y a los seminaristas. No dudo que muchos de ellos estarán pasando un verdadero calvario... Qué pena, Dios mío... Dios se apiade de su Iglesia.
¡No perdáis el ánimo, queridos diáconos y seminaristas, necesitamos buenos sacerdotes...! Sin ellos, sin vosotros, no podemos tener a Jesús... No existe desgracia mayor. Tened piedad de los pobres fieles y, con ayuda de la Gracia de Dios, por favor, ¡Aguantad firmes en la fe y el amor al Señor, que os ha llamado a su seguimiento...!
06/03/23 12:46 AM
  
Vicente
Dios nunca pierde batalllas.
06/03/23 1:21 AM
  
hornero (Argentina)
Me uno a lo dicho en el artículo, y desearía añadir A los Obispos y Sacerdotes Fieles, consideren mi sugerencia de que la Iglesia cree una diócesis inédita: la que se corresponda con la total realidad de nuestra galaxia, es decir, a la que pertenece la Tierra, y por consiguiente constituye una parte de ésta.

Encomiendo mi extravagancia teológico-eclesial a la bendición de Don Quijote y al realismo de Sancho Panza. Seguro estoy que esta “ínsula” contará con algún obispo émulo de Sancho, porque las faenas que exige tan grande latitud superan los cálculos humanos.

Entender qué sea una diócesis así, evaluar sus patrimonios y menesteres, no es irracional, pero sí poco tradicional. ¡Ojalá nuestros “progres” fueran capaces de trasponer el horizonte inmediato de la Tierra!

Quiera el Señor que la Iglesia supere a los poetas, científicos y políticos, meditando y reflexionando arduamente sobre esos legados de tres Papas excepcionales: “restablecer la armonía primitiva, a fin de edificar todo un mundo desde sus fundamentos” (Pío XII); instaurar la Civilización del Amor (S.P. VI); “Cruzar el umbral de la Esperanza” (S.J.P. II).

Quizás nuestra galaxia tenga algo que ver con estas esperanzas.

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Pedro L. Llera
Por favor, limítese a este mundo y déjese de galaxias.
06/03/23 2:09 AM
  
hornero (Argentina)
Pedro L. Llera
“Por favor, limítese a este mundo y déjese de galaxias”.

Ese límite en el cual usted cree poder tratar las cuestiones de la Iglesia y del mundo es radicalmente insuficiente. El Reino de Cristo, y la Iglesia a la que Él lo confió, comprenden todo el Universo, así con mayúsculas, inteligible, sacro y litúrgico, que proclama incesante el Discurso de Dios Creador.

El Triunfo del Corazón Inmaculado de María se realiza sobre toda la Creación, de la que Ella es Madre, Madre de Cristo Rey del Universo.

La miseria actual de la Iglesia, de la ciencia y demás cosas humanas se debe a esta visión limitada de la realidad cristiana de la Encarnación-Redención: “Todo fue creado por Él, en Él y para Él, y todo consta en El” (Fil 1, 15-17).

Si Cristo asumió toda lo creado en Él, ángeles, hombres y cosmos, no podemos tratar del Reino reduciéndolo a la comarca de la tierra.


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Pedro L. Llera
Que sí. Que Cristo reina en todo el Universo.
Pero es que eso no tiene nada que ver con mi artículo. Céntrese en el tema que nos ocupa.
06/03/23 7:58 AM
  
hornero (Argentina)
Pedro L. Llera: su condición de docente lo lleva a pensar que puede dirigirse a los demás desde su pupitre. Esa actitud limita los comentarios a su enfoque personal,
Usted pretende que los comentarios se encuadren dentro de su visión que adolece del mal general de la sociedad moderna. La cristiandad occidental ha descendido en general al analfabetismo teológico, filosófico y científico.
Víctima de los errores del irracionalismo-nihilista-ateo, del materialismo marxista, de la democracia masónica, deambula desorientada ante los prodigios de la técnica que la cobijan como a mascota del NOM.

Es probable que esta afirmación se aparta de su artículo según su entender.
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Pedro L. Llera
Vamos a ver. Este es mi blog. Y mi blog se limita a los asuntos que me preocupan desde mi enfoque personal.
Debería usted abrirse un blog personal suyo y no utilizar los comentarios a mis artículos para expresar sus enfoques personales.
Gracias.
06/03/23 9:12 AM
  
Alber
Excelente artículo, como siempre. Y muy oportuno.

En medio de la vorágine de disparates que nos rodea, es cierto que se corre el riesgo de olvidarnos de tantos sacerdotes y obispos que están sufriendo muchísimo: les duele la Iglesia.
Puedo hablar con algunos sacerdotes, y hay un punto en común: se sienten solos y están faltos de cariño.
El agradecimiento que muestran cuando estás con ellos escuchándoles (¡cuánto lo necesitan!), charlando, riendo, paseando... no tiene precio. Esto se observa, sobre todo, en los mayores, pero también en algún que otro joven.

Se presupone -nunca he sabido el "motivo"- que no lo necesitan, dado que están preparados para aguantar todo mal, y hasta es improcedente... olvidando que también son humanos.

Que Nuestro Señor Jesucristo le bendiga y proteja, D. Pedro.

Oremos
06/03/23 10:52 PM
  
Iñaki de Chile
Dios quiera poder encontrar uno de esos sacerdotes u obispos que usted dice. Yo por lo menos no accedo a ellos en mi país.
07/03/23 9:51 AM
  
templario
Actualmente es tal la confusión doctrinal, sobre todo de la cúspide de la Iglesia, que no se puede uno fiar de cualquier consagrado. Pero segun los planes divinos, es necesario que sucedan estos eventos para poner de manifiesto quienes son fieles y quienes no lo son.
Cuando sea abolida la Eucaristía, segun el profeta Daniel 9,27, llegaremos al cisma y nacerá oficialmente la falsa iglesia que surge de la verdadera, como nos reveló el arzobispo Fulton Scheen. Entonces surgirá el anti-cristo, para separar la cizaña del trigo con su marca o sello, chip-666.
Apocalipsis 14: quienes se dejen colocar el sello de la bestia se condenarán.
07/03/23 11:54 AM
  
Maria Lambour
Muchas gracias don Pedro Luis, usted pone en palabras el pensar de muchos católicos de a pie, de esos que somos del montón y que no tenemos incidencia en ninguna parte. Eso sí, somos de los pocos que, porque amamos a la Iglesia, estamos informados de lo que sucede y de los tiempos tan duros que corren. Usted nos da una voz, pone la denuncia y llega a muchas más almas de las que podríamos alcanzar con nuestros 200 seguidores en redes sociales. Si tengo la suerte de llegar a un buen sacerdote , a un Obispo fiel, a un laico entregado, les doy la gracias por su fidelidad a Cristo y que algún día nos encontremos en el Cielo.
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Pedro L. Llera
Muchas gracias a usted.
09/03/23 4:14 AM
  
Susana Labeque desde Argentina
«El Espíritu Santo abandonará quizá este cuerpo social histórico, llamado Cristiandad, arrebatando consigo a la soledad más total a los suyos, dándoles dos alas de águila para volar al desierto. Y entonces la estructura temporal de la Iglesia existente será presa del Anticristo, fornicará con los reyes de la tierra -al menos una parte ostensible de ella, como pasó ya en su historia-, y la abominación de la desolación entrará en el lugar santo. “Cuando veáis la desolación abominable entrar adonde no debe, entonces ya es.”» P. Leonardo Castellani SJ Argentina. 1899 - 1981



10/03/23 9:48 PM

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