La Hora del Poder de las Tinieblas
Todas las ideologías modernas prescinden o niegan la existencia de Dios cerrilmente. En uno de mis últimos artículos, me refería a las ideologías modernas, con un lenguaje pretendidamente apocalíptico, como a las bestias, a las tarascas, que blasfeman contra Dios y vociferan contra el Creador su bilis nauseabunda. Parafraseo a Gregorio XVI en Mirari vos:
Verdaderamente, podríamos decir que ésta es la hora del poder de las tinieblas para cribar, como trigo, a los hijos de elección. Sí; la tierra está en duelo y perece, infectada por la corrupción de sus habitantes, porque han violado las leyes, han alterado el derecho, han roto la alianza eterna. Es el triunfo de una malicia sin freno, de una ciencia sin pudor, de una disolución sin límite. Se desprecia la santidad de las cosas sagradas; y la majestad del divino culto, que es tan poderosa como necesaria, es censurada, profanada y escarnecida: De ahí que se corrompa la santa doctrina y que se diseminen con audacia errores de todo género. Ni las leyes sagradas, ni los derechos, ni las instituciones, ni las santas enseñanzas están a salvo de los ataques de las lenguas malvadas.
La democracia liberal puede ser un sistema perfecto para elegir al alcalde de tu pueblo pero resulta perversa cuando se considera la “soberanía nacional” como el fundamente último de la moral y de las leyes. Cuando el bien y el mal lo determinan las mayorías, el pueblo suele elegir a Barrabás y mandar a Cristo al suplicio y a la muerte en la cruz.
Y fue la cruz de Cristo la que creó y fundó la civilización occidental, con su cultura y su modo de vida centrada en Dios. Y durante muchos siglos, fue la Caridad el fundamento de las leyes y Cristo el Soberano y Rey verdadero. Hasta que el “antropocentrismo”, el “humanismo”, la persona humana decidió endiosarse, arrastrada por la soberbia, y rebelarse contra el señorío de Dios. De ahí nacen todos los males que nos aquejan ahora.
Todas las ideologías son herejías y apostasías. Todas las ideologías son mentirosas porque son hijas del padre de la mentira y príncipe de este mundo. Todas las ideologías ofrecen su propia utopía y ofrecen el paraíso en la tierra y la solución a todos los problemas sociales. Todas las ideologías prometen la felicidad al hombre; pero se trata de una felicidad puramente de tejas para abajo: el bienestar económico, la justicia social, la fraternidad universal, el derecho al orgasmo… Cada una, con su rollo. Todas mentiras. Todas falsas felicidades. Porque sin Dios, lo único que cabe esperar es un mundo tenebroso de pecado, desgracia y desesperación. Un mundo sin Dios es el infierno anticipado ya aquí en la tierra.
El Liberalismo
Todos los males de la modernidad y la postmodernidad empiezan con las revoluciones liberales que destronan a Cristo y colocan al hombre en su lugar. La Revolución acabó con la soberanía de Dios y pretendió abolir su Santa Ley para proclamar la autonomía del hombre; la independencia, la rebelión y el orgullo de la criatura respecto a su Creador. Siguiendo a Lucifer, el liberalismo niega cualquier dependencia del hombre respecto a Dios y proclama con la misma soberbia del ángel caído el “non serviam”. El hombre no reconoce su dependencia respecto a Dios y pretende ser dueño absoluto de su vida y libre para buscar su felicidad al margen de Dios: la libertad como licencia para pecar. Los pobres necios se creen que pueden algo sin Dios y no se dan cuenta de que, si vivimos, es porque Dios lo quiere; y que no hay otra felicidad que la Bondad, la Belleza y la Verdad, que son atributos de Dios mismo; que todo lo que el hombre anhela es Dios, es a su Creador; y que jamás será feliz lejos de Dios. La falsa felicidad del hedonismo, del disfrute inmoderado de los placeres de este mundo, acaba en soledad, en desgracia, en vacío; acaba en la pocilga donde el hombre llega a envidiar las algarrobas de los cerdos.
El liberalismo ofrece su mito del progreso. La historia siempre va a mejor y, así, el presente siempre es mejor que el pasado y será peor que el futuro. Al final de la historia, la cosmópolis, el gobierno mundial, acabará con las guerras y el mundo alcanzará la paz perpetua que pronosticaba Kant. Con el Estado de Derecho, incluso una sociedad de demonios viviría en paz, solo con que cumplieran las leyes aprobadas por la soberanía del pueblo expresada en los parlamentos democráticos. Por eso hay que legislar sobre todo: hasta sobre si puedes fumar o no en tu propio coche o si se puede comer carne roja o no. Un mundo feliz liberal supondría el fin de las naciones estado que provocan conflictos y guerras de manera constante.
Dentro del ámbito liberal, hay que dedicar un apartado específico para la democracia cristiana mariteniana. Don José Guerra Campos calificaba como escandalosa la complicidad de algunos eclesiásticos con gobernantes que se profesan católicos o que están ligados a asociaciones apostólicas de máximo predicamento ante la Santa Sede y que no sólo practican la permisividad frente a las corrientes de opinión adversas, sino que dejan desamparados valores morales que hay que tutelar a toda costa. Si don José levantara la cabeza… Los liberales católicos son políticos que no dejan pasar la ocasión de desamparar o de agredir los valores sagrados y ahí han estado siempre dispuestos a votar a favor del divorcio, del aborto, de las leyes de género, de las leyes LGTBI y de lo que sea menester. El humanismo cristiano de algunos partidos liberales, reformistas o demócrata cristianos, acaba volviéndose un humanismo impío e irreligioso; es el suyo un cristianismo edulcorado que les permite codearse con los que rechazan la moral cristiana sin desentonar con ellos. “No hacen falta partidos políticos católicos, sino católicos en todos los partidos”: no solo en los liberales, también en los socialistas o en los comunistas. Porque también dicen muchos eclesiásticos que «son los comunistas los que piensan como los cristianos».
Totalitarismos: Nacionalismo, Fascismo y Comunismo
El liberalismo y la democracia representan la rebelión del hombre contra Dios, el “seréis como Dios” y “no moriréis” con el que la Serpiente mentirosa tentó a nuestros primeros padres en el Paraíso. Los fascismos y los comunismos van un paso más allá y, tras despreciar la ley de Dios, llegaron al cainismo: al odio al hermano, al asesinato, a la tortura, al mal en estado puro. Y convirtieron los Estados en imágenes de la Bestia que devora a sus propios hijos. Los estados comunistas y los fascistas o nazis fueron y, en algunos casos, siguen siendo verdaderas máquinas de matar y de hacer “desaparecer” al disidente.
Detrás de la exaltación de la libertad para pecar, llegó la llamada al resentimiento, al odio y a la envidia como fundamentos de la política. Ya no era el amor - la caridad - el cimiento de las naciones, sino la división y el odio. Los nacionalistas atizaron el odio entre los pueblos. Los comunistas cimentaron su ideología “científica” sobre el odio entre las clases sociales.
Sobre la base de que Dios no existe y de que el hombre es autónomo y fin en sí mimo, viendo los conflictos constantes entre pueblos, entre colectivos y clases sociales, los totalitarismos establecieron que no es el hombre individual el soberano de sí mismo, sino que el individuo tenía que supeditarse al interés general (que no hay que confundir con el bien común) y que el sujeto de la soberanía no era el individuo sino el Estado. Y así, el líder y el partido único se convirtieron en un dios omnipotente que podía decidir quién es digno de vivir y quién no. Y construyeron campos de concentración y exterminaron sistemáticamente a todos cuantos se opusieran a la voluntad omnímoda del Leviatán. Y el Estado se convirtió en una máquina poderosa y en un monstruo devorador de los individuos, en una bestia malvada. Eso fue el Estado Nazi, el Fascismo; y en el otro extremo, el Comunismo: solo tienen que ver lo que son aún hoy China, Corea del Norte, Cuba, Venezuela o Nicaragua.
El Comunismo ofrece su versión del paraíso: un pseudomesianismo y una pseudorredención puramente inmanentes; una sociedad justa e igualitaria, sin explotadores ni explotados, sin ricos ni pobres; sin propiedad privada. Una sociedad en la que cada uno aportaría lo mejor de sí mismo al Estado y el Estado le daría a cada uno según sus necesidades. Todo es de todos y todos tienen lo suficiente para vivir. La felicidad llegará cuando se acaben las clases y todos vivamos como hermanos. El paraíso será aquí, en este mundo y en esta vida, porque no hay Dios ni vida eterna; ni cielo ni infierno. El cielo lo queremos aquí y ahora; y el infierno es la injusticia social, la pobreza y la explotación.
El nacionalismo y los fascismos embelesan a los ciudadanos con la grandeza de la patria, con la supremacía sobre las demás naciones, sobre las otras razas inferiores. Y enciende el odio racial, el desprecio a las demás culturas y el culto idolátrico a la nación y al líder. La grandeza de la nación nos conducirá hacia un paraíso de riqueza y bienestar nunca vistos. Los nacionalismos llegan a decir que la independencia y la soberanía terminarán con todos sus males, incluso con las enfermedades.
Los nacionalistas catalanes más delirantes, por ejemplo, inventan su propia versión de la Historia y llegan a atribuirse el descubrimiento de América o el origen catalán de Santa Teresa de Jesús. La noticia de la Agencia Efe, firmada por José Oliva y recogida en el ABC, dejaba en evidencia el delirio y los disparates de los nacionalistas catalanes:
Un grupo de historiadores que pertenece a la fundación Nova Historia, en los últimos años ha atribuido una procedencia catalana a personajes históricos como Cristóbal Colón, Américo Vespucio, Cervantes, Hernán Cortés o Bartolomé de las Casas.
Según Jordi Bilbeny, fundador de Nova Historia, Teresa de Cardona Enríquez (1494-1562), que fue abadesa de Pedralbes desde 1521 hasta que murió, era en realidad Santa Teresa y «la formación de una princesa catalana explicaría la calidad de la obra de Teresa de Jesús, que en ningún caso podría haber sido creada por una simple priora, una monja pía y pobre».
El Pensamiento Único
La cuarta bestia es la del Pensamiento Único hodierno. Ese Pensamiento Único asume la rebelión contra Dios del Liberalismo y lleva el concepto de libertad negativa y de autodeterminación del ser humano al paroxismo: yo soy mi propio y único creador y decido qué soy, quién soy, cómo soy… Tengo derecho a vivir como me dé la gana, a acostarme con quien quiera y a superar los límites de la propia naturaleza. La Ideología de Género asume que el ser humano nace con un sexo asignado pero que cada uno elige y decide a lo largo de su vida su propia orientación sexual. El Pensamiento Único establece el derecho humano a la libre determinación sexual, al margen de las evidencias biológicas.
Con la ideología de género, llegan la destrucción de la familia tradicional y del concepto del amor vinculado a ella. El Pensamiento Único es hijo del nihilismo, de la revolución sexual del 68, del feminismo marxista que aplica el concepto de lucha de clases (el principio del odio) a las relaciones entre hombres y mujeres; y del vitalismo amoral de Nietzsche. El Pensamiento Único es radicalmente anticristiano y su fin último es acabar con los restos de la civilización cristiana en Occidente. El Pensamiento Único odia a Dios sobre todas las cosas y, en consecuencia, odia a la Iglesia y odia al catolicismo muy especialmente.
Pero ese Pensamiento Único no solo es Ideología de Género. Otros ingredientes fundamentales son el mundialismo – volvemos al cosmopolitismo y a la paz perpetua kantiana – y el ecologismo político, que ahora traslada la dialéctica maniquea del marxismo al enfrentamiento entre el hombre y el Planeta. “El ser humano sería un virus que amenaza de muerte la supervivencia de nuestra casa común. El desarrollo industrial, el uso de combustibles fósiles, el consumo excesivo de carne, el abuso que supone una explotación excesiva de los recursos naturales amenazan incluso la supervivencia a medio plazo de la especie humana sobre la tierra. El hombre es una amenaza para sí mismo y para la Pacha Mama y hay que tomar decisiones drásticas y urgentes para salvarnos de la autodestrucción. Hay que reiniciar la vida sobre el planeta: dejar de consumir y de gastar energía para reducir nuestra “huella de carbono”. Por eso hay que subir el precio de la energía para que se consuma menos y para que contaminemos menos. Hay que gravar con impuestos los carburantes, la electricidad, la carne, los productos azucarados, el tabaco, el alcohol… “No tendréis nada pero seréis felices”. Hay que empobrecer a todo el mundo: quieren quitarnos lo mucho o lo poco que tengamos.”
Hay que someter a los seres humanos para que seamos dóciles al poder mundial y para ello no dudan en recurrir al miedo, al discurso apocalíptico ambiental (el planeta se calentará y se derretirán los polos y el nivel del agua inundará las costas y hará desaparecer las islas) y sanitario – vendrán nuevas pandemias y serán peores que la actual – y violan los derechos individuales y nos confinan saltándose todas las leyes y las constituciones. Tienen que salvarnos y tenemos que dejarnos salvar, incluso contra nuestra propia voluntad y violando la libertad individual.
El Pensamiento Único empieza alcanzando el clímax delirante de la autonomía personal y termina en un proyecto totalitario que amenaza nuestra propia libertad porque se ve en la obligación de salvarnos de nosotros mismos, incluso a la fuerza: pasaportes Covid, vacunaciones obligatorias, etc. Al final, la única libertad que nos van a dejar es la libertad de la bragueta para que desfilemos como adefesios en los desfiles del orgullo con banderitas arco iris.
Las ideologías nos ofrecen paraísos aquí y ahora, sin Dios y contra Dios. “No nos hace falta Dios para nada. Nosotros cambiaremos el mundo y seremos como dioses, dueños del bien y del mal, creadores de nosotros mismo. Y el edén lo construiremos nosotros. Cambiaremos el mundo y acabaremos con el mal nosotros solos y construiremos una torre que nos proteja contra todos los peligros de la naturaleza y ya no habrá diluvio ni fuego que caiga del cielo que pueda acabar con nosotros. Las ideologías son la torre de babel que la soberbia del hombre edifica sobre sus propias fuerzas contra Dios.”
Pero esa torre de babel tiene los pies de barro: está edificada sobre arenas movedizas. Y cuando llegue la tempestad se vendrá abajo y no quedará de ella piedra sobre piedra. El Antropocentrismo es herejía y es apostasía; es soberbia y ofensa a Dios. Pero Cristo vence, impera y reina.
El Sistema es el problema
Decía José María Aznar en una entrevista concedida al XL Semanal el pasado fin de semana:
“La Constitución es la solución, no es el problema; lo que hace falta es respetarla y cumplirla. Yo no tocaría nada de ella porque no es un problema para los españoles, aunque hay algunos españoles que tienen problemas con la Constitución. Pero ese es ’su’ problema, no el de los demás.”
Pues yo creo que el problema es un sistema que pisotea la ley de Dios y que ha expulsado a Dios de la vida pública; un sistema que ha omitido a Dios, nominal y realmente, de su Constitución y que no solo ignora, sino que desprecia la Ley de Dios y legisla abiertamente contra ella. La Constitución, el sistema liberal, es el problema. Ese es el verdadero problema de España: nos sobra orgullo y soberbia y nos falta Dios.
Todos los problemas vienen de las ideologías que hunden sus raíces en el liberalismo. Dice don José María que “fallan los políticos, no el sistema. Tenemos a los menos brillantes". Y es todo lo contrario. Tenemos los peores políticos porque lo que falla es el sistema. La partidocracia exige que cualquiera que quiera participar en la política tenga que obedecer y someterse con disciplina propia de una secta, a los dictados de los líderes y de los comités centrales de los partidos. Una persona brillante, un hombre que defienda vivir con la libertad de los hijos de Dios, no aceptará nunca ese sometimiento de su libertad a los criterios y a los chanchullos de los mandamases. Un hombre que quiera pensar por sí mismo, un hombre o una mujer con principios, con honor, no duran cinco minutos en un partido político. Porque un partido político es una maquinaria que no tiene otro fin que alcanzar el poder a cualquier precio y que está dispuesta a recurrir al mal, a la corrupción y a la mentira siempre que sea necesario con tal de llegar al gobierno y de mantenerse en él. La partidocracia es maquiavélica e inmoral por sistema. Así que los santos no pueden estar ahí. Y los sabios tampoco.
Refiriéndose al pueblo de Alcolea del Campo, donde había ido a trabajar Andrés Hurtado, Pío Baroja critica, en su novela El árbol de la ciencia, la política española de principios del siglo XX:
Esta perfección se conseguía haciendo que el más inepto fuera el que gobernara. La ley de selección en pueblos como aquél se cumplía al revés. El cedazo iba separando el grano de la paja, luego se recogía la paja y se desperdiciaba el grano.
Algún burlón hubiera dicho que este aprovechamiento de la paja entre españoles no era raro. Por aquella selección a la inversa, resultaba que los más aptos allí eran precisamente los más ineptos.
No han cambiado mucho las cosas en los algo más de cien años que han pasado desde que Baroja escribió El árbol de la ciencia en 1910. Los partidos políticos están plagados de sinvergüenzas, corruptos, mentirosos y trepas; aduladores del poderoso, a quien siempre han de estar dispuestos a lamerle el culo, como condición sine qua non para ascender y seguir aspirando a alguna bicoca ministerial, a alguna alcaldía, a alguna dirección general: lo que caiga…
En mi afán por hacer amigos, creo que no me queda ninguna ideología política por criticar: liberalismo, democracia cristiana, nacionalismo, fascismo, socialismo, comunismo, ecologismo, feminismo radical, ideología de género, homosexualismo político… Las ideologías son obras del demonio. Y a mí solo me interesa la opinión que le merezca a Dios.
Volver a Cristo: resistencia y contrarrevolución
Dice el P. Manuel Martínez Cano: “El mundo ha sido creado por Dios y Cristo reinará en todas las naciones. Quien no acepta ni se somete a la Ley de Cristo es un hereje. Y apóstatas son las naciones que vivieron siglos en el cristianismo y ahora viven en el paganismo y ateísmo.”
Cuando Jesús fue crucificado, las tinieblas invadieron toda la tierra. Eso es lo que ha pasado y lo que sigue pasando hoy en día. El mundo moderno excluye a Cristo de la vida pública y entonces, la oscuridad del pecado y de la muerte lo ocupa todo. Y toda depravación, todo vicio, todo mal tiene cabida en una sociedad corrupta y alejada de Dios. Son los frutos del orgullo y de la soberbia del mundo moderno.
Los sistemas liberales dividen la sociedad en partidos sectarios, enfrentados entre sí, con intereses contrapuestos y parten de la antropología y del concepto de libertad propios del liberalismo: sin Dios y contra Dios. Y sin Dios y contra Dios, sólo cabe una sociedad inhumana y cruel. Y si no nos convertimos, vamos a la perdición.
Santo Tomás Moro, patrón de los gobernantes y políticos católicos, supo testimoniar hasta el martirio la «inalienable dignidad de la conciencia». Rechazó toda componenda, y sin abandonar «la constante fidelidad a la autoridad y a las instituciones» que lo distinguía, afirmó con su vida y su muerte que «el hombre no se puede separar de Dios, ni la política de la moral».
El sistema es el problema: un sistema que niega a Cristo y excluye a Dios de la vida social, cultural y política y que pretende relegarlo al ámbito exclusivo de lo privado. Todas las ideologías modernas prescinden o niegan la existencia de Dios. Pero Cristo es Rey de reyes: Él reina por la Verdad. La Iglesia enseña que la auténtica libertad no existe sin la verdad. Juan Pablo II escribió en Fides et ratio que «verdad y libertad, o bien van juntas o juntas perecen miserablemente». En una sociedad donde no se llama la atención sobre la verdad ni se la trata de alcanzar, se debilita toda forma de ejercicio auténtico de la libertad, abriendo el camino al libertinaje y al individualismo, perjudiciales para la tutela del bien de la persona y de la entera sociedad; o al totalitarismo del partido único con poder omnímodo, que igualmente cambia el culto a Dios por el culto al líder y al partido.
La dictadura del relativismo es la negación de la Verdad. La libertad liberal es el libertinaje, la inmoralidad, la división, la muerte… Y sus consecuencias a la vista están: la epidemia de divorcios que está dejando una multitud de huérfanos con padres; la destrucción de la familia; el derecho al aborto, la eutanasia, la experimentación con embriones humanos; la instrumentalización de la escuela para destruir y pervertir las almas de los niños mediante el adoctrinamiento ideológico; las formas modernas de esclavitud (drogas, prostitución, pornografía…), la economía deshumanizada que explota al hombre para alcanzar los máximos beneficios, etc.
La visión irenista e ideológica de la paz resulta falsa y sumamente perniciosa porque hay en ella una búsqueda de consenso, de diálogo, de relativismo y de espíritu ecuménico, que hace que el Dogma de la Fe o las Verdades Fundamentales pasen a un segundo plano, haciendo desaparecer las convicciones personales. Por eso dice Pío XII que la única verdadera paz, no puede renacer y durar sino a condición de dejar reposar la sociedad humana sobre Cristo, para recoger, recapitular y reunir todo en Él.
He ahí la única solución: volver a Cristo, volver a la Tradición; reconocer la soberanía de Nuestro Señor Jesucristo y restaurar la Cristiandad. Sin Dios estamos perdidos. Sólo caben la resistencia y la contrarrevolución. Con la ayuda de la gracias de Dios, los hijos de María reconquistaremos España y la Hispanidad para Cristo, si esa es su santa voluntad: no por nuestras fuerzas, sino por el poder de Dios que hizo el Cielo y la Tiera. Nuestra felicidad es la gloria de Dios: es Cristo que nace en Belén y que nos espera en todos los sagrarios del mundo a que vayamos a adorarlo.
¡Hágase tu voluntad y venga a nosotros tu Reino!
¡Viva Cristo Rey!
28 comentarios
Contra este orden establecido Sólo caben la resistencia y la contrarrevolución.
Y si Dios deja que esto continúe en sus designios divinos para dejar al hombre en su sitio?.
Cuándo Dios lo decida será el momento de con la ayuda de la gracias de Dios, los hijos de María reconquistaremos España y la Hispanidad para Cristo, si esa es su santa voluntad.
No seamos ingenuos. Los pueblos no cambian las leyes ni la moral.
Es al revés. Son las leyes -redactadas por una minoría que cree en el progreso infinito, apoyados por una propaganda casi unánime- las que hacen cambiar a los pueblos.
Es España eso lo tiene clarísimo la izquierda, mientras que la derecha todavía no se ha enterado o no quiere enterarse. Y así nos va.
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Pedro L. Llera
Totalmente de acuerdo. A las mayorías se las manipula adecuadamente... Para eso está la propaganda. Hoy en día la propaganda política del "Pensamiento Único" se te mete en casa a través de la publicidad, de las series de televisión, de los telediarios, de las películas; y también a través de las redes sociales... El bombardeo es constante y el lavado de cerebros se hace de manera permanente. Así consiguen normalizar hasta lo más abominables, recurriendo siempre a los sentimientos, al emotivismo, etc.
El artículo suscrito de arriba abajo. Aunque no sé hasta qué punto la cristiandad pueda volver en occidente. Creo que nunca se dio la repetición de una cultura. O sí? Aunque lo importante del cristianismo no es la cultura originada, sino la Redención del hombre. Así que tal vez la gente pueda volver a decir sí a Dios. Lo veremos en las próximas décadas.
Que ha habido y hay otras civilizaciones nadie lo ha dudado, que yo sepa. Pero haber estado civilizados al máximo, hasta el punto de reducir al máximo la esclavitud, los asesinatos por aborto y eutanasia, los suicidios; después de haber dado dignidad a la vida de todos, ahora pretender volver a la barbarie es algo novedoso. Haber aceptado a todos como hombres y a todas como mujeres, y de repente fomentar el transexualismo, es algo impensable en otras épocas. Haber tenido reconocida nuestra dignidad como mujeres, como nunca antes, y volver a perderla por la derecha, con el escandaloso aumento del pu/erío y con los de corte talibán, y por izquierda con los fanáticos del abecedario y las feministas, es algo totalmente asqueroso. Haber sido defendida nuestra propiedad privada y nuestra libertad en un marco de caridad, mejorable, pero caridad, que de repente quieran robarnos eso, es totalmente satánico. Y a esto es a lo que van. Los cristianos que quedemos hemos de enfrentarnos con nuestra propia vida ante los que quieren hacer de dioses sobre nuestras vidas. Nosotros solo servimos a Dios. A Dios trino. Al único.
Y lo más importante, haber sido redimidos, con la felicidad y plenitud que eso trajo al corazón humano, y rechazar la Redención nunca había pasado.
Tarde o temprano, todos, los que creemos y los que no creéis, nos/os encontra/remos-réis con Cristo. El mundo no girará eternamente. Y no es una amenaza, es una oportunidad. Una oportunidad de Redención. Porque todos necesitamos la Redención.
Porque volver a Cristo está muy bien, pero el cristianismo no es una forma de gobierno.
La cuestión es cómo se gobierna un país de 47 millones de habitantes sin democracia liberal, sin partidos políticos y sin constitución.
¿Usted qué quiere, otra dictadura nacional-católica, un rey carlista con poderes cuasi absolutos, un estado corporativo al estilo de Salazar en Portugal o Dolfuss en Austria, un fascismo católico como la Croacia ustacha?.
Es usted muy ingenuo cuando limita la ideología al liberalismo o los totalitarismos, o tal vez se piensa que el carlismo y los autoritarismo católicos no son ideologías.
Y la Historia ya nos enseñó con quienes simpatizaron los regímenes católicos autoritarios antiliberales, con sus primos paganos los nazis.
¿Usted se piensa que porque con Franco no había partidos sino una cosa llamada el Movimiento, los españoles no estaban divididos? Pues claro que lo estaban porque una dictadura necesita enemigos para legitimarse, sean internos o externos, reales o imaginarios, los rojos de adentro o el contubernio
de afuera. Los españoles y los antiespañoles.
¿Usted habla de adoctrinamiento ideológico en las escuelas? Mi padre tuvo que estudiar "Formación del espíritu nacional" que era aprender a ser un buen falangista en la escuela.
Yo he conocido falangistas que me confesaron que en los setenta ayudaban a la policía como fuerza parapolicial a romper huelgas y apalear sindicalistas ¿qué libertad es esa para los trabajadores?.
También he conocido policías que me han confesado torturas en las comisarías con total impunidad, porque con Franco en las redacciones de los periódicos había un censor militar o eclesiástico que controlaba lo que se publicaba, y las radios a la hora de las noticias conectaban todas con Radio Nacional para dar el parte, de forma que solamente se escuchaba la versión oficial de lo que sucedía ¡Toma ya Orwell!.
Por mucho que mencionen a Dios, nadie garantiza que ciertos regímenes oficialmente católicos sean ejemplares.
Usted critica el pensamiento único pero reivindica la Mirari vos, que es la encíclica que condena la libertad de conciencia y de prensa.
Usted no quiere libertad, usted quiere que todos piensen como usted y a eso lo llama libertad.
Pero la libertad también es libertad para equivocarse, libertad para el error, porque no todos somos capaces de ver las evidentes bondades de la dictadura del proletariado, o del reinado social de Cristo.
La cuestión es que ahora en este régimen que a usted le parece tan terrible, Infocatólica existe sin problemas y usted puede criticar al gobierno y al sistema con entera libertad.
Pero si ustedes tuvieran poder político ¿cómo lo usarían? ¿Permitirían que existieran publicaciones que defendieran el marxismo, o el liberalismo, u otras religiones? Lo dudo porque siempre dicen que el error no tiene derechos.
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Pedro L. Llera
La solución pasa por la caridad y por la tradición. Por ahí pasa. Por volver a recuperar la ley natural y la Ley de Dios como fundamentos del gobierno y de las leyes.
Pasa por superar el odio, el egoísmo y los intereses particulares para buscar el bien común: la mayor felicidad posible en este mundo y la vida eterna en el otro.
Yo no soy falangista ni franquista: tenía 11 años cuando murió Franco. No sé si ha llegado en mi artículo al apartado en el que critico los fascismo... A lo mejor se aburrió antes de llegar a ese punto y no llegó a leer mi opinión sobre los totalitarismos del siglo XX.
La monarquía católica no es absolutista: ese es un tópico de los liberales. El rey estaba limitado por los fueros, por los parlamentos y por la Ley de Dios.
La libertad sin moral no es libertad: es libertinaje. Los católicos hemos defendido la libertad del hombre siempre contra todas las ideologías y las filosofías que negaban la libertad del ser humano. Pero la libertad es la otra cara de la caridad. Somos libres para amar a Dios y al prójimo. Nuestro lenguaje es el del amor: no el del odio ni el de la división. La libertad es libertad para el bien, para el amor, para la justicia, para proteger y cuidar a los más desfavorecidos, a los más pobres.
Por otra parte la fe no se puede imponer a nadie. Pero el lenguaje del amor y del bien lo entiende todo el mundo.
Por último, ningún sistema de gobierno humano es perfecto y ni va a serlo nunca. Los hombres somos imperfectos y pecadores. Y hacemos el mal, queriendo o sin querer; pero lo hacemos. La naturaleza humana está herida y tiende al mal: al egoísmo, al hedonismo, a la lujuria, a la gula, a la pereza, a la avaricia... Por eso, nada nunca va a ser perfecto: perfecto solo es Dios. Sin tener en cuenta el pecado original y la necesidad de la gracia de Dios para nuestra santificación, no vamos a ninguna parte. Prefiero un gobernante que se confiese, que vaya a misa, que rece el rosario; que sea piadoso y busque la mayor gloria de Dios y el mayor bien para los hermanos; que un impío hijo del demonio. Un santo dará frutos de santidad. Un impío dará malos frutos de corrupción, mentira, injusticias, depravación y muerte.
Le pongo un ejemplo de muchos que existen: el año pasado la mayoría de los consagrados cerraron las iglesias dejando a los católicos sin poder cumplir con el tercer mandamiento del decálogo divino. Con este dato se entiende muy bien en que situación se encuentran, dando mas importancia al cuerpo que al alma.
Dijo el profeta Daniel 12,11: Y desde el tiempo en que el sacrificio perpetuo sea abolido y puesta la abominación de la desolación, habrá mil doscientos noventa días. Bienaventurado quien aguante 1335 dias.
Non Nobis.
Y claro que no aceptamos el error. Por la verdad morimos si hace falta. Por eso somos los únicos que hemos pedido perdón por errores cometidos.
Razón de sobra existe para conocer que todo gobierno humano es imperfecto, unas tendencias políticas peor que otras, la historia nos lo ha enseñado es por eso que clamamos: Ven Señor Jesús, no tardes! llévanos a la Nueva Jerusalén, a la ciudad santa, donde tu reines por los siglos de los siglos.
La libertad que da Cristo, de su reinado social, a pesar de nuestros errores y ataduras, nunca la podrán dar otros. Espero que no tarden en verlo.
Hay quienes niegan que hay libertad cuando prohibimos el aborto. Porque la miopía no les deja ver que es el respeto a la vida de todos, es el derecho a vivir de todos, lo que prima en esa prohibición. Sin embargo cuando obligan a abortar ahí no hay libertad que valga. Y así con todo. Pero ciertamente sin la conversión del corazón y si la mayoría no lo ve, es inútil imponerlo por la fuerza, porque otra fuerza llevará las cosas al otro lado a la mínima ocasión.
...
Les digo mi solución, aunque no va a gustar. Da miedo y lo entiendo. La persecución. Es lo que toca ahora. Solo con la persecución los descreídos podrán volver a creer. Hemos de unirnos en esta persecución que de momento no es cruenta, pero es despiadada. Y mantenernos firmes. Firmes en la Fe.
Los masones manejan un arco con cuatro planes. El A, homosexualismo griego. El B, bisexualismo, orgías, bacanales romanas. Ambos marcan la degradación moral de la sociedad, en este caso, en tema sexual. Pero la corrupción es total en todos los temas. Eso viene de la Roma y Grecia paganas. Sin desmerecer cosas buenas que hayan aportado, representan la degradación moral. El C, persecución a los que se nieguen a esa degradación, a los cristianos por supuesto. El D, Cristiandad. El D solo es posible después de culminarse el C correctamente. La guerra civil frenó la persecución de entonces en España, pero debió ser antes de tiempo porque no cuajó el catolicismo más que en el tiempo del mandato del ganador. Los masones habían conseguido imponerse en las mentes en muchos temas.
Si Dios está con nosotros, nadie podrá contra nosotros.
Apocalipsis 19,11-16
[11]Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco: el que lo monta se llama «Fiel» y «Veraz»; y juzga y combate con justicia.
[12]Sus ojos, llama de fuego; sobre su cabeza, muchas diademas; lleva escrito un nombre que sólo él conoce;
[13]viste un manto empapado en sangre y su nombre es: el Verbo de Dios.
[14]Y los ejércitos del cielo, vestidos de lino blanco puro, le seguían sobre caballos blancos.
[15]De su boca sale una espada afilada para herir con ella a los paganos; él los regirá con cetro de hierro; él pisa el lagar del vino de la furiosa cólera de Dios, el Todopoderoso.
[16]Lleva escrito un nombre en su manto y en su muslo: Rey de Reyes y Señor de Señores.
Desde entonces, como en el cielo, se hará plenamente su voluntad en la tierra, plagada todavía de demonios y de pecadores.
¿Usted qué quiere, otra dictadura nacional-católica, un rey carlista con poderes cuasi absolutos (...)
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Si es una monarquía carlista el rey no tiene poderes cuasi absolutos
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Tamayo
Y la Historia ya nos enseñó con quienes simpatizaron los regímenes católicos autoritarios antiliberales, con sus primos paganos los nazis.
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O con los liberales estadounidenses. O con la quinta República francesa. LA historia también nos enseñó con quienes simpatizaron los regímienes liberales, con los comunistas de la Unón Soviética y con dictadorzuelos títere de todo pelaje. O con terroristas yihadistas.
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Tamayo
¿Usted se piensa que porque con Franco no había partidos sino una cosa llamada el Movimiento, los españoles no estaban divididos? Pues claro que lo estaban porque una dictadura necesita enemigos para legitimarse, sean internos o externos, reales o imaginarios, los rojos de adentro o el contubernio
de afuera. Los españoles y los antiespañoles.
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En el franquismo sí había partidos políticos. Estaba falanje, estaban los carlistas o estaba la rama del Opus Dei, por ejemplo. Los partidos o los movimientos sociales surgen de una forma natural, eso no es ningún problema. Lo que no había era partitocracia. ¿El franquismo necesitaba de españoles y antiespañoles? Jeje
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Tamayo
¿Usted habla de adoctrinamiento ideológico en las escuelas? Mi padre tuvo que estudiar .(...) ¡Toma ya Orwell!.
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Uy si, era un régimen de terror. No como la democracia liberal, en la que ya no se apaleó nuna mas a los huelguistas. ¿Sabe usted lo que es Guantánamo?¿Conoce usted el Experimento Tuskegee?¿Sabe de las políticas eugenésicas que se dieron en las democracias liberales en el primer tercio del siglo XX?
¿Sabe usted que en el franquismo había una cosa que se llamaba Fuero del trabajo?¿Por qué ni cuenta usted que muchas de esas huelgas las convocaban los comunistas y formaban parte de la estrategia comunista?
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Tamayo
Por mucho que mencionen a Dios, nadie garantiza que ciertos regímenes oficialmente católicos sean ejemplares
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Eso no quita que el franquismo fuese mejor que lo que hay hoy en día, que no es ya que sea un régimen inmoral que destruye al ser humano y a la familia, y que comete un permanente holocausto de niños en el vientre de su madre, es que es una cosa ridícula de paletos que se dedican a enfrentar a la sociedad, que ha destruido la capacidad de producir energía de los españoles, que ha demacrado su industria, que le ha generado una deuda que si no estubiese sostenida sobre los hombros de los españoles y hablásemos de una empresa privada ésta ya estaría quebrada, y en la que los politicuchos tienen la mirada puesta, como mucho, a cuatro años vista. Además de que en España ya no se decide nada ¿Qué régimen es ese en el que todas las políticas importantes vienen impuestas desde organismos internacionales y extrangeros?
¿No cree usted que de acuerdo a la ley abortera que ha perpetrado la tiranía esta en la que vivimos se debería de considerar el aborto de niños con síndrome de Down un asesinato?¿Por qué tendrían los niños con síndrome de Down que tener menos semanas de protección que otros niños? De acuerdo a la propia ley, digo, al espíritu de la ley, no de acuerdo a la recta moral en donde uno no puede ma que escandalizarse.
Usted critica el pensamiento único pero reivindica la Mirari vos, que es la encíclica que condena la libertad de conciencia y de prensa.
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Correcto. Adivine cual es la diferencia entre una cesura justa y otra injusta. ¿Qué es eso de libertad de conciencia?¿Qué significa eso, sería capaz de explicarlo?¿Tiene libertad de conciencia una persona cuya mente haya sido manipulada por influencias malignas o que es ignorante de temas sobre los que habla? ¿Ve la diferencia entre el pensamiento realista católico y el idealismo que hay detrás del pensamiento liberal?
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Tamayo
Usted no quiere libertad, usted quiere que todos piensen como usted y a eso lo llama libertad.
Pero la libertad también es libertad para equivocarse, libertad para el error
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Aparte de la grosería ¿Qué es eso de que la libertad es libertad para equivocarse?¿Hay libertad para pervertir a los niños, por ejemplo?
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Tamayo
porque no todos somos capaces de ver las evidentes bondades de la dictadura del proletariado, o del reinado social de Cristo.
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En la dictadura del proletariado no hay bondades -bueno, algunas puede haber, claro. No todo tendrá que ser malo- y en el régimen actual tampoco. Lo que usted vea o deje de ver es una cuestión particular pero, en general, la gente ve lo que el actual régimen quiere que vea.
Fíjese, en estos días vemos en regímenes liberales a la policía apalear no a trabajadores huelguistas, sino a ciudadanos que protestan contra el pasaporte Covid y todo el mundo parece verlo como normal. En Australia los meten en campos de concentración. Si algo parecido hubiese ocurrido en el franquismo aparecería mas veces en el telediario de lo que aparecen estos casos.
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Tamayo
La cuestión es que ahora en este régimen que a usted le parece tan terrible, Infocatólica existe sin problemas y usted puede criticar al gobierno y al sistema con entera libertad.
Pero si ustedes tuvieran poder político ¿cómo lo usarían? ¿Permitirían que existieran publicaciones que defendieran el marxismo, o el liberalismo, u otras religiones? Lo dudo porque siempre dicen que el error no tiene derechos.
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¿No sabe usted que en la democracia liberal número uno del mundo, la de EEUU, las redes sociales y la mayoría de medios de comunicación censuraron a Donald Trump en plena campaña electoral?¿Sabe usted las dificultades que tenía Vizcaíno Casas, que era un Best Seller, para publicar sus libros? Como si hoy en día no existiese la censura ¿No sabe usted como ha repartido la partitocracia la concesión de canales de televisión en TDT?
Y sobre todo, frente a la destrucción del ser humano y de la familia a la que estamos asistiendo ¿usted cree que la cuestión es esa?
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Tamayo
Pero oiga Pedro Luis, por enésima vez usted señala los problemas pero no ofrece soluciones concretas.
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No ofrece soluciones, dice. ¿Qué soluciones ofrece usted? En cualquier caso habrá que denunciar el mal que anida en el mundo actual. Y quien lo hace hoy en día se lo juega todo, se enfrenta el descrédito, la persecución, la muerte civil, la pérdida del trabajo. Hace falta mucho valor.
Es indudable que el cristianismo es una de las bases de la civilización occidental (...) Los paganos romanos también creyeron que se acababa el mundo cuando su cosmovisión se derrumbó y fue sustituido por el cristianismo, pero la vida siguió su curso, como seguirá ocurriendo.
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Solo le faltó decir "cuando cayó el meteorito mató a todos los dinosaurios y no pasó nada. El próximo que caiga extinguirá a la humanidad y el Universo seguira dando vueltas como si tal cosa".
Por todo lo narrado en él, un buen católico que obre en conciencia no puede sino votar en blanco o no votar.
Ni siquiera VOX, que es un partido liberal y que no en todo se alinea con el catolicismo, es digno de ser votado.
No sirve eso del mal menor, con Cristo se está de su lado o de su contra, no valen medias tintas.
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Pedro L. Llera
Llega usted a las conclusiones adecuadas.
El tal Cos está a la altura intelectual del dictador aquel que tanto le gusta.
Sí ese es el nivel de análisis, podemos estar tranquilos, aquellos tiempos no volverán.
D. Pedro, el problema es empeñarse en integrar política con convicciones religiosas. Mucha gente no es creyente. Allá ellos, no lo son. No tienen fe. Pero ... allá ellos. Se condenarán o no, pero es su decisión. Entienda que cuando hay libertad o sencillamente no hay un régimen nacionalcatólico que les obligue, mucha gente decide no ser católica.
Y no se acaba el mundo ni se acaba España.
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Pedro L. Llera
Nadie pretende que ser católico sea obligatorio. De hecho, en la época de Franco había de todo.
Ahora bien, si se acaba España, no se acaba el mundo pero sí la nación más antigua de Europa y una de las más antiguas del mundo. Y como usted comprenderá, para un patriota esa perspectiva no es aceptable.
Vuelvo a ponerle la cita de Tomás Moro: «el hombre no se puede separar de Dios, ni la política de la moral».
Volver al Siglo I de la era Cristiana.!!!
Aun así me tomaré la molestia de hacer unos apuntes:
1)Pregunta qué es la libertad de conciencia.
Pues es la libertad que tiene usted como adulto responsable de someter a crítica esas cosas que sus padres, la escuela, el gobierno, o cualquier otra fuente le hayan inculcado.
Y esa libertad debe funcionar en ambas direcciones.
No solamente para que los ateos, paganos y herejes puedan hacerse católicos, sino al revés también.
Esa libertad no la admite Gregorio XVI en su Mirari vos como el islam y otras religiones tampoco admiten la apostasía.
En Marruecos bautizarse puede costar cuatro años de cárcel. Y en Arabia Saudita probablemente la muerte.
En España el último ejecutado por herejía se llamaba Cayetano Ripoll y lo mataron en 1826.
Afortunadamente hoy en día en los países occidentales la gente tiene derecho a cambiar de opinión, y puedes pasar de una religión a otra, o de una ideología a otra sin temor a represalias.
Esta libertad de conciencia fue condenada por Gregorio XVI en su Mirari vos, quien consideraba que el católico no solamente no debía plantearse cambiar de religión, sino que tampoco era lícito cuestionar el poder absoluto y tiránico de los príncipes y rebelarse contra ellos, como era frecuente en aquella época.
Para el pontífice no había más remedio que obedecer y callar.
Y se quejan ustedes de dictadura del NOM..
2) Parece que usted no entiende que las facciones son distintas a los partidos.
Falangistas y carlistas fueron fusionados (muy a su pesar) dentro del Movimiento.
El Opus ni siquiera era un partido.
Es como decir que en la URSS podías elegir partidos porque estaban los estalinistas y los partidarios de Trotsky.
Tiene una visión muy idílica del franquismo.
Lea más e infórmese de la pobreza de aquella época, mucha mayor que ahora.
Empiece por la crisis del petróleo del 73.
3)Trump no fue censurado durante la campaña electoral, a Trump le cerraron su cuenta de Twitter después de la campaña cuando no aceptó los resultados y mandó a sus esbirros a dar un golpe de estado y asaltar el Capitolio, provocando la muerte de un policía y cuatro manifestantes.
Y Twitter es una empresa privada que como tal tiene derecho a no publicar lo que considere oportuno, igual que Infocatólica puede censurar el contenido inadecuado de cualquier comentario suyo o mío.
Esto es muy distinto a lo que Gregorio XVI señala en Mirari vos aplaudiendo la existencia de un Índice de libros prohibidos y la destrucción de documentos considerados heréticos.
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Pedro L. Llera
Una cosa es la libertad de conciencia y otra la libertad de las conciencias. Nosotros nos sentimos orgullosos de combatir el buen combate por la libertad de las conciencias, no por la libertad de conciencia, frase equívoca y frecuentemente utilizada para significar la absoluta independencia de la conciencia, cosa absurda en un alma creada y redimida por Dios. Nosotros entendemos la libertad como el don que Dios nos da para hacer el bien y para vivir bajo la ley de la caridad.
La liberta de conciencia proviene del liberalismo que proclama la autonomía, la independencia, del hombre respecto a Dios y a su Ley Eterna y Universal. Pero un católico no puede admitir desde la fe que su vida es independiente y autónoma respecto a Dios porque nosotros somos criaturas de Dios, vivimos porque Dios quiere que vivamos y nuestro fin último, nuestra Patria, es Dios. Una libertad para pecar no es libertad, es abuso de la libertad, es libertinaje, licencia... La libertad debe ir de la mano de la Verdad, de la Ley de Dios, de la Caridad.
¿Cómo vamos a ser independientes de Dios, si en Él vivimos, en Él nos movemos y en Él existimos? Nosotros dependemos de Dios siempre y en todo porque sin Él no podemos hacer nada. Y hasta cuando nos despedimos decimos aquello de "si Dios quiere".
Nosotros no somos como el rico necio de la parábola que, tras obtener una gran cosecha, se puso a pensar: “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde almacenar mi cosecha”. Por fin dijo: “Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes, donde pueda almacenar todo mi grano y mis bienes. Y diré: Alma mía, ya tienes bastantes cosas buenas guardadas para muchos años. Descansa, come, bebe y goza de la vida”. Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te van a reclamar la vida. ¿Y quién se quedará con lo que has acumulado?”
Como el sol de Dios brilla indistintamente sobre el género humano, así su ley no reconoce privilegios ni excepciones. Gobernantes y gobernados, coronados y no coronados, grandes y pequeños, ricos y pobres, dependen igualmente de su Ley. De la totalidad de sus derechos de Creador dimana esencialmente su exigencia de una obediencia absoluta por parte de los individuos y de toda la sociedad. Y esta exigencia de una obediencia absoluta se extiende a todas las esferas de la vida, en las que cuestiones de orden moral reclaman la conformidad con la ley divina y, por esto mismo, la armonía de los mudables ordenamientos humanos con el conjunto de los inmutables ordenamientos divinos.
La observancia concienzuda de los diez mandamientos de la ley de Dios y de los preceptos de la Iglesia es para todo individuo una incomparable escuela de disciplina. Es una escuela que exige mucho, pero no más de lo que podemos. Dios misericordioso, cuando ordena como legislador: «Tú debes», da con su gracia la posibilidad de ejecutar su mandato.
La revelación, que culminó en el Evangelio de Jesucristo, es definitiva y obligatoria para siempre y para todos. Sobre la fe en Dios, genuina y pura, se funda la moralidad del género humano. Todos los intentos de separar la doctrina del orden moral de la base granítica de la fe, para reconstruirla sobre la arena movediza de normas humanas, conducen, pronto o tarde, a los individuos y a las naciones a la decadencia moral. El necio que dice en su corazón "no hay Dios", se encamina a la corrupción moral (Sal 13[14],1). Y estos necios, que presumen separar la moral de la religión, constituyen hoy legión.
Es una nefasta característica del tiempo presente desgajar no solamente la doctrina moral, sino los mismos fundamentos del derecho y de su aplicación, de la verdadera fe en Dios y de las normas de la revelación divina.
Los enemigos de Cristo, externos e internos, que en vano sueñan con la desaparición de la Iglesia, reconocerán algún día que se han alegrado demasiado pronto y que han querido sepultarla demasiado deprisa. Porque vendrá el día en que, en vez de prematuros himnos de triunfo de los enemigos de Cristo, se elevará al cielo, de los corazones y de los labios de los fieles el Te Deum de la liberación, un Te Deum de acción de gracias al Altísimo, un Te Deum de júbilo, porque el pueblo español habrá encontrado el camino de la vuelta a la religión y doblará nuevamente su rodilla en presencia del Rey del tiempo y de la eternidad, Jesucristo, y se dispondrá a luchar contra los que niegan a Dios y destruyen el Occidente cristiano, en armonía con todos los hombres bienintencionados de las otras naciones y a cumplir la misión que le han asignado los planes del Eterno.
De lo que dijo me aburrió bastante y quizá en alguna cosa tenga razón. Ahora en los de TRUMP usted no sabe nada de nada, da nada... Repite como Loro Amazona. La historia es totalmente diferente . Y cuando se muera la conocerá como todos. Y yo no se la puedo contar aunque la sepa. (Y TIENE TODO QUE VER CON DIOS). Que le garúe finito como decimos en Argentina.
El tal Cos está a la altura intelectual del dictador aquel que tanto le gusta.
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Franco fue el mejor militar de su época y el jefe de estado durante el periodo de la historia de España en el que mas progreso se ha dado. Insinuar que era intelectualmente mediocre es hablar por hablar.
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Luisfer
D. Pedro, el problema es empeñarse en integrar política con convicciones religiosas.
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La política tiene que estar iluminada por la sana doctrina, lo mismo que el actuar de la persona ¿Cómo si no va a haber una política buena?
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Luisfer
Entienda que cuando hay libertad o sencillamente no hay un régimen nacionalcatólico que les obligue, mucha gente decide no ser católica.
Y no se acaba el mundo ni se acaba España.
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En el franquismo no se obligaba a nadie a creer nada. Eso si, en el franquismo se reconocía la soberanía de Dios ¿Le parece mal eso? Obligar es lo que hacen hoy las democracias liberales con el pasaporte COVID, aunque uno haya desarrollado la inmunidad de forma natural o el riesgo de padecer síntomas graves por la enfermedad sea inferior a los problemas que pueda tener derivados de la inoculación. Eso es obligar. En el franquismo si no ibas a misa no pasaba nada. En mi familia había gente muy devota que iba a misa y gente atea, hasta anticlerical, que no iba y no les pasaba nada. También hay que distinguir distintos periodos durante el franquismo. No es lo mismo el final de la guerra que pasados 10 ó 20 años.
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Pedro L. Llera
Podríamos decir que el liberalismo es antropolátrico (vamos a acuñar una palabra nueva) porque el hombre se da culto a sí mismo y es principio y fin de su propia ley (sus derechos y sus libertades). El hombre en el liberalismo se eleva a sí mismo a la categoría de falso dios, de ídolo... Es el "seréis como Dios" de la serpiente.
En cambio en los totalitarismos (fascismos, nazismos, comunismos), se da culto al Estado, al Pueblo y al Partido, que serían los sujetos de la soberanía. Los totalitarismos son estatolatrías. El Estado y el Partido son la última instancia moral y legal, por encima y al margen de la Ley de Dios.
3)Trump no fue censurado (...)
Y Twitter es una empresa privada que como tal tiene derecho a no publicar lo que considere oportuno, igual que Infocatólica puede censurar el contenido inadecuado de cualquier comentario suyo o mío.
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Trump no llamó a nadie a asaltar nada ni a dar ningún golpe de estado ¿Qué bobada es esa? Y los medios no solo ejercieron la censura contra Trump, sino que censuraron informaciones como las de las relaciones del hijo de Biden en el ámbito chino.
Efectivamente Infocatólica ejerce la censura. Porque la censura ejercida correctamente es buena y necesaria, y ejercida incorrectamente es injusta y arbitraria. Todo el mundo tiene una responsabilidad moral para con el bien común y aunque la multiplicidad de medios aparentemente resuelve el problema de la censura injusta ampliando la oferta informativa ¿Qué pasa cuando no lo hace?¿O en que forma lo hace?¿Qué pasa si en su ciudad hay cuatro compañías de transporte y en ninguna es usted admitido?¿Sabe en cuantas manos están los medios de información que controlan la gran mayoría del mercado de la información?
"The Secret History of the Shadow Campaign That Saved the 2020 Election" time.com/5936036/secret-2020-election-campaign/
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Tamayo
2) Parece que usted no entiende que las facciones son distintas a los partidos.
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Llámelo como guste. Si hablamos de organizaciones que desarrollan ideas y proyectos, y hasta programas, políticos éstos surgen de forma natural en la sociedad y son buenos. Si hablamos de organizaciones que aspiran a conseguir el poder y equiparar sus cuadros de mando con los cargos de la administración política éstos se convierten en organizaciones privadas cuyo motivo de existencia misma es la búsqueda de ese poder. Después como forma de estrategia estos partidos establecen relaciones de connivencia con otros poderes, formales o informales; esencialmente, poderes económicos y mediáticos. Además fuerzan la división social y crean estrategias de discusión política ficticias y extemporaneas, ruido y crispación, a veces histeria. Eso lo muestra la experiencia misma.
Le voy a contar cuando fue el día que terminé de ver claro lo que es la partitocracia. Rajoy ganó las elecciones haciendo muchas promesas, después no cumplió con nada. Una de esas promesas era la de bajar impuestos, el incumplimiento se fundamentó en el argumento de que cuando llegaron al poder se habían encontrado con un agujero en las cuentas que había sido ocultado por el gobierno anterior lo cual le producía un enorme desbarajuste presupuestario. ¿Qué sería lo razonablemente esperable ante un caso así? O bien Rajoy estaba en lo cierto y por tanto el gobierno anterior debería de haberse sentado en un banquillo acusado de estafa, o bien éste mentía y por tanto su triunfo electoral fue ilegítimo. En cualquier caso no ocurrió nada.
Todo lo que no sea representación directa y con mandato imperativo se termina convirtiendo en una falsa representatividad, y si además la acción política es protagonizada por los partidos éstos se convierten en una casta social. En realidad, en puras mafias.
El franquismo pretendió ser una especie de democracia orgánica, aunque imperfecta. Le invito a que lea a teóricos políticos del pensamiento tradicionalista. A Vazquez de Mella, por ejemplo.
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Tamayo
Tiene una visión muy idílica del franquismo.
Lea más e infórmese de la pobreza de aquella época, mucha mayor que ahora.
Empiece por la crisis del petróleo del 73.
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No tengo ninguna visión idílica de nada. Lo que pasa es que ya no estamos en 1975. Ni estamos en 1991, ni en 1968, ni en 1945, ni en 1930. Estamos en 2021 y se observa y se analiza en función de cada contexto.
Dice que en el franquismo había mas pobreza que ahora, nos ha fastidiado. Le expliqué en otra ocasión que las comparaciones de este tipo se hacen de forma relativa, no en términos absolutos.
En el franquismo las variables económicas no pararon de mejorar en ningún momento. Excepto un par de baches que hubo hacia mitad de las décadas 40 y 50. Y esto a pesar del aislamiento al que se sometió a España durante lustros. Se suele hablar de que el crecimiento solo se produjo a partir del plan de estabilización; no, el crecimiento fue constante y además para la entrada del plan de estabilización ya se habían llevado a cabo las infraestructuras principales sobre las que se basó éste.
¿Qué tiene que ver la crisis del petroleo del 73 con el franquismo? Es asombroso que diga eso.
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Pedro L. Llera
¿Por qué me tienta usted? Hace como los fariseos con el Maestro... ¿Trata de ver cómo me pilla en un renuncio para apedrearme?
No le voy a dar esa satisfacción. Con el diablo no se dialoga. Mi interpretación sobre el pecado origina, sobre la redención y sobre la gracia de Dios es la misma que la de la Iglesia Católica. Vaya usted al Catecismo y aprenda.
La ideología liberal defiende en primer lugar la libertad del individuo y el derecho a la propiedad privada.
Por lo que usted relata se refiere a la socialdemocracia (PP, C’s, o el antiguo PSOE )
Las ideologías actuales nacen del movimiento ilustrado, de los ricos burgueses que diseñaron un plan para derrocar las monarquías y gobernar ellos.
Nacionalismo, socialismo, comunismo, falangismo, socialdemocracia, o incluso la democracia-cristiana beben de la misma fuente.
La unica solución para evitar la matanza entre hermanos es la democracia directa. Un ciudadano=un diputado.
Sin clase politica, sin asambleas. Así las ideologías mueren, mueren los lobbies, se acaban los thinktanks.
Así el individuo tiene libertad de seguir a Cristo o de condenarse. A Dios lo que es de Dios, y a la mesa lo que ponga mi madre.
Si fuéramos creyentes de verdad no harían falta ni políticos, ni gobiernos ni leyes.
1)que fueras capaz de creer que en medio de una crisis y con la recaudación del Estado por los suelos, Rajoy no iba a subir los impuestos, me explica muchas cosas sobre ti.
2)"Organizaciones que aspiran a conseguir el poder y equipar sus cuadros de mando con los cargos de la administración política".
Felicidades has descrito muy bien a Falange y el carlismo.
3)España no alcanzó el nivel económico previo a la guerra civil hasta 1959.
La mitad del franquismo fue para reparar lo que destruyó.
España sufrió la crisis del petróleo de 1973 igual que luego sufrió la crisis financiera de 2007.
Porque nuestro país es muy sensible a crisis que comienzan en el extranjero.
Y Zapatero tiene la misma culpa de que cayera Lehman Brothers como Franco de que la OPEP cerrara el grifo.
3)Trump además de ser alguien enriquecido con el trabajo de los ilegales que al mismo tiempo denunciaba la presencia de los mismos, es un traidor a su país que por primera vez en casi 250 años ha violado el principio de traspaso pacífico del poder, usando una campaña de mentiras sobre supuestos votos falsos que ni los gobernadores republicanos se atrevieron a respaldar, a pesar de sus presiones: "¡Encuéntrame once mil votos!", le dijo al secretario de estado de Georgia.
Convocó a una masa de sus seguidores más conspiranoicos y les animó a marchar sobre el Congreso a interrumpir la ceremonia de proclamación de Biden como ganador.
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