¡Oh monte, oh fuente, oh río!

Vale. No hay otra.

Así es, Don Pedro. Tiene usted absoluta razón, y reanima comprobar sus alientos de cristiano coherente. Nos lleva por un momento a compartir el “secreto seguro, deleitoso” de quien no se deja confundir por los alardes del mundo.

La hecatombe que padece la Iglesia y conmueve al mundo es la del “hombre viejo del pecado”, cuyo tiempo ha terminado.

Debemos disponernos a iniciar los “nuevos tiempos” traídos por la Aurora de María, Madre y Reina de la Iglesia, Madre de todo lo creado, del Cielo y de la tierra, de los ángeles y de los hombres, del universo todo. Madre del Creador, en quien todo subsiste (Ef 1, 10; Col 1, 16-17).

Los topos viven enterrados, las orugas en sus capullos, pero los míseros mortales no advierten su destierro radical desde la caída original.
“Zapatero a tus zapatos”, les contestaría Apeles.

Es inmenso lo que podemos y debiéramos contemplar si abandonamos las murallas que nos aprisionan. Es algo inconmensurable. “He aquí que hago todo nuevo” (Apocalipsis).
Es la “gran cuestión” que nos convoca, la que se plantea ante los pórticos del Mundo Nuevo que viene.

Cristo asumió en Sí toda la Creación. La transfigura con el poder de su Gloria en tanto Él se manifiesta de modo creciente mediante la Aurora de María, que prepara el camino a la Venida del Señor.

Necesitamos de la sabiduría, santidad y poder que irradia María en la Iglesia y en la humanidad, nos preparen para trabajar en la Nueva Edad del Reino de Dios entre nosotros.

No obstante habrá que seguir rezando por todos: justos y pecadores

¿ Donde se queda la frase de Jesus : " no he venido a buscar a los justos, sino a los pecadores".
Y la de :" Ir por todo el mundo y predicar el evangelio" ?

o la de "muchos primeros serán últimos, y muchos últimos serán primeros"
A los que les llamó para trabajar la última hora, les pagó lo mismo que a los primeros que aguantaron el peso del calor....
Hasta la muerte, todos estamos en peligro, pero también los que reaccionen un poco antes, se pueden salvar.
¿ Acaso no es la gracia de Dios, la que puede decidir muchas conversiones ?
Al único que debemos dar por perdido, es a uno mismo, asi velaremos...
La actitud cristiana es luchar hasta el final, por nuestra salvación y la de los demás.

Genial. Gracias Pedro.

Sí, gracias, D. Pedro pero yo no puedo hacer eso. Y no puedo porque tengo una misión que cumplir, aunque sea la Gracia de Dios y no yo quién lo consiga, tengo que permanecer junto al que ha perdido la Fe y no solo rezar por él. La interpretación que puede hacer alguien si ve que te vas del mundanal ruido es que le has abandonado y eso no ayuda, hay que estar a su lado, hay que rezar y hay que ser ¿resiliente?, no, paciente y abnegada. En el otro post hablé del deber y el deber hay que cumplirlo. Dios tendrá siempre la última palabra porque en sus manos estamos. A mi me mantiene la Esperanza, pero me quedo en Babilonia de los caldeos.

Argia: Las actitudes cristianas son muchas, no somos nadie para decirle a un Padre del Desierto que tomó una decisión equivocada por aislarse del mundo. No es más santo San Pedro Claver que San Pacomio.

Amén.
Ven Señor Jesús! No tardes que tardes.

Como le entiendo D. Pedro.!!
Esta semana me decía una paciente:"En España hai moita tolemia" (locura)
Todo es más profundo, y ojalá fuéramos locos!!! Dentro y fuera de la iglesia,Esto sólo lo arregla una intervención de Dios Todopoderoso. No son situaciones concretas las que vemos, sino una tendencia generalizada de ir hacia en precipicio.
Se prescinde de Dios y estas son las consecuencias.

Menciona esa cita del Apocalipsis de S. Juan, y creo sinceramente que esta es la situación actual. La mentira se enseñorea en todos los rincones de la vida. La mayoría la acepta y está sorda,o simplemente se acomoda. Y hoy por hoy a mi me duelen los niños. Existe una acometida contra ellos pavorosa. Vd lo debe palpar mucho mejor que yo. Por su trabajo. La familia está tocada. Ahora van a por ellos. Contra su vida, su formación, su sexualidad.....

Hace dos meses veía yo la situación de otra manera. Pero existen " muros infranqueables" que son fruto de los pecados continuados y asumidos, de la mentira aceptada, del amolda miento al mundo, tb de los que se dicen cristianos. Es precisa mucha oración, pero como Cristo nos pide, es decir, adecuar nuestro corazón al suyo.Mas si no es El a quien se predica, como es posible orar al unísono con El a Dios Padre????. El el unico mediador, no hay otro. No se le está dando su sitio. Lo que es peor, se Le desplaza, se Le esconde y todo es un bla, bla, bla. Así está nuestra amada Iglesia.

Yo me he metido en mi torre, que no es como su hermoso rincón. Pido fe, esperanza y caridad..... Vd. habla de Sodoma... a mi esto me parece una pocilga. Y deseo ser objetiva, sin pesimismo, viendo la realidad tal cual es. No sé puede dar perlas a los cerdos... y si Dios no mueve los corazones en vano es nuestro esfuerzo.A veces vives situaciones que te recuerdan ese pasaje evangélico. Más si nosotros no hablamos lo harán las piedras, situación que se da con mucha frecuencia tb.

Tan solo nos queda un asidero:Cristo. En plano humano hay muchas decepciones, que nos van quemando.Y esto no lo podemos permitir. Aquí el demonio trabaja bien y nos tienta con el desánimo, la tristeza,la ira, o la queja llorona. Y pone el cepo!!. Atrapados.

El Evangelio del domingo pasado se adapta como un guante a la situación actual. Que Dios nos de fe, esperanza y caridad., y fortaleza.

Pero le vuelvo a decir lo que le dije hace unos meses:sus palabras confortan.Sus últimos posts han sido esclarecedores. Siempre se pueden volver a releer.

Vaya, como siempre mi comentario parece un sermón. Pero hablo desde el corazón.

Un saludo D. Pedro y gracias mil.

La contaminación del mundo ha hecho que no veamos con iguales ojos los bienes espirituales que los materiales. Los medievales pensaban que los monjes enclaustrados eran hombres de Dios y, aunque no podían socorrerles materialmente, como no pudo, por ejemplo San Francisco de Asís debido a su extrema pobreza, eso no se tenía en cuenta. Actualmente la ayuda tiene que ser material o no es ayuda, tal es nuestro grado de degradación espiritual. Cuando rezo el Santo Rosario suelo hacerlo por las Tres Columnas de la Iglesia: Los contemplativos (quiera Dios que haya muchas vocaciones), los misioneros y los perseguidos. Los dos primeros oyen la llamada de Dios y voluntariamente se suman a una de las dos opciones; los terceros no pueden elegir porque son las circunstancias las que mandan. De esa manera ha habido multitud de sacerdotes seculares que se han quedado atrapados con sus fieles en la persecución. En la España del 36 la persecución les alcanzó a todos, leyendo las biografías de muchos de los mártires canonizados se ve que habían sido misioneros antes de morir en su propia tierra, otros, como los Hermanos de San Juan de Dios, ya sabemos a lo que se dedican y, finalmente, también fueron asaltadas las clausuras. Me perdonarán las feministas que no hable de las monjas pero el genérico en castellano es masculino, se entiende que entre los contemplativos hay tantos hombres como mujeres, igual que entre los misioneros y los perseguidos. Solamente en ciertos tipos de persecuciones, como la de los católicos ingleses o lo vandeanos, los sacerdotes fueron fundamentales porque solo ellos podían impartir los sacramentos, pero eso no quita para que los que ofrecieran sus casas o residencias para actos de culto no alcanzaran el martirio, como puede verse en la lista de los 40 Mártires de Inglaterra y Gales (no es que fueran 40, es que son los cuarenta de los que se tiene constancia, así que no es el número total sino el representativo). Por otra parte, hay un santo entre ellos por el que siento verdadera devoción, Sant Nicholas Owen, que a pesar de ser jesuita, no era sacerdote sino carpintero. Gracias a sus priets-holes (escondrijos para curas) se pudieron celebrar las misas clandestinas hasta que fue descubierto y sufrió un tormento atroz debido a que él sabía dónde estaban cada uno de esos agujeros meticulosamente construidos en posturas tan inverosímiles que se destrozó la columna vertebral. Tampoco él se pudo retirar de "aqueste mar tempestuoso". Laus Deo.

Africa
No me has entendido
Vuelve a leerlo otra vez, y si ves lo mismo, no importa, debe ser que no me expreso bien.

Leo:
"¿ Donde se queda la frase de Jesus : " no he venido a buscar a los justos, sino a los pecadores".
Y la de :" Ir por todo el mundo y predicar el evangelio" ?"
Y más abajo:
"La actitud cristiana es luchar hasta el final, por nuestra salvación y la de los demás"
Y entiendo que son preguntas dirigida a D. Pedro por lo que dice en el presente artículo, seguidas de una afirmación que indica que no es admisible retirarse.

“La Iglesia será eclipsada, el mundo estará consternado” (La Salette, 31). Ambas cosas se cumplen hoy. La mayor parte de los cristianos viven inconscientes de la situación; para ellos es sólo un momento de la historia.

“Roma perderá la fe y se transformará en sede del anticristo” (id. 28). No advierten el retroceso, su incapacidad para detener el desmoronamiento de la Iglesia.

No entienden que el tiempo del “hombre viejo del pecado”, terminó. De nada sirven recursos inoperantes. La galaxia del tiempo “histórico” se apagó definitivamente, entre elucubraciones y lenguaje insípidos e inconsistentes.

“Yo anuncio cosas nuevas, antes que sucedan las doy a conocer” (Is 42, 9). Mas el “hombre viejo” no puede entender, se contenta con su mundo que termina.

Por eso viene María, a iluminarnos y transfigurarnos según la medida de la Luz de la Gloria de Cristo.

La Aurora nos inviste del “hombre nuevo”, nacido en Cristo por el Bautismo. Es una nueva dimensión que hace estallar nuestro microcosmos y lo expande hasta los confines del Reino.

María prepara el camino a la Venida de Su Hijo. Ilumina en nosotros la nueva sabiduría, santidad y poder necesarios para trabajar en la edificación de la Nueva Edad del Reino.

“Porque voy a crear cielos nuevos y una tierra nueva, ya no se recordará el pasado ni se lo traerá a la memoria. Será gozo y alegría eterna lo que voy a crear” (Is 65, 17).

La Aurora de María está dando cumplimiento a tal anuncio. Nos llama a despertar, porque “Ha venido el Día ¿Y no lo ven? Ha venido la Misericordia ¿Y no la aceptan?” (Mensaje de Jesús en San Nicolás”.

Los tiempos han llegado. Quien quiera combatir de mano de los ángeles, súmese al ejército de María. Quien quiera comprender la nueva Creación, busque sabiduría en la Aurora. Quien quiera trabajar en los feudos del Reino arrebatados al enemigo que los usurpaba, apodérese de la fuerza de la Aurora, del señorío que irradia en aquellos que quieren servir en las cortes del Rey.

Lo que nos quiere decir D. Pedro es que ha acabado el curso escolar y se va a Santiago de Gobiendes, que debe ser un pueblecito encantador por las fotos. A mi, en cambio, me toca el agobio por vivir en un pueblo turístico es mejor el otoño y el invierno que el verano. De todas maneras está la capilla escondida de la Adoración Perpetua, el Santuario de la Virgen (a dónde los turistas no van) y el retiro en mi casa.
Supongo que también se tomará vacaciones en el blog y hará muy bien que demasiado le agobiamos. Tanto Soledad (¡bonito nombre!) como D. Pedro son gente del Norte y eso supone helechos, riachuelos, antiguas ermitas y silencio. Les deseo a los dos que lo disfruten para mayor gloria de Dios y su Santísima Madre, en este caso La Santiña.

Hoy 25, se cumple un mes más de la presencia ininterrumpida y diaria de Maria del Rosario de San Nicolás (Argentina) entre nosotros, iniciada el 25 de setiembre de 1983, hace casi treinta y ocho años. Cuenta con el Decreto de Declaratoria de “Consta de supernaturalitater” otorgado por el entonces Obispo diocesano de San Nicolás, Mons. Cardelli.

Los Mensajes dados por la Virgen y por Jesús en San Nicolás (Argentina) se indican por sus fechas; sólo se menciona a Jesús en los dados por Él; los dados por la Virgen se indican sólo por la fecha.

“Mis mensajes no son de temor, sino de Esperanza” (4-2-84; 13-10-89); “Quiero que trabajen en mi causa” (1-12-83); “Causa de la Aurora más resplandeciente es el Señor, Yo haré que la veáis” (9-3-86); “La Gloria del Señor se manifestará cuando menos lo esperéis”.

La Iglesia y el mundo, esto es, la humanidad y el universo todo, el Cielo y la tierra, se estremecen ante cuánto está por suceder. El término del tiempo histórico del “hombre viejo del pecado” ha terminado y va a su extinción. Lo sigue el tiempo del “hombre nuevo”, nacido en Cristo por el Bautismo.

Si no se entiende esto, no se entiende nada de cuanto sucede hoy en la Iglesia y en el mundo.

¡Pasó la noche, he aquí que viene el Día! “Ha venido el Día ¿Y no lo ven? Ha venido la Misericordia ¿Y no la aceptan?” (Jesús). Si no lo proclamamos es porque permanecemos en las somnolencias del ”hombre viejo”.

¡Despertad!, tal es el llamado de María; nos convoca con “urgencia”: “Si vosotros pensáis que en el llamado del Señor hay una urgencia, es verdad, hay urgencia. Convenceos que es así, porque vendrán los días en que el culpable cargará con su culpa y el inocente verá la Gloria del Señor. Amén. Amén” ( 17-10-84). Nos llama a ponernos de pie, empuñar el arado, sin mirar atrás, y abrir surcos de gloria en toda la tierra hasta invadir los espacios.

Porque Ella viene a preparar los caminos a la Venida del Señor. “La Venida del Señor es inminente, y como dice la Escritura, nadie sabe el día ni la hora, pero será y ciertamente para esa hora, debe el alma del cristiano prepararse. Hasta las piedras sabrán de Él” (26-3-88).

La Aurora de María irradia la Luz de la Gloria de Cristo que ya se aproxima al horizonte de la Iglesia, de la humanidad y del universo.

“Días gloriosos os esperan, en Mí os regocijáis, amados hijos Míos” ( Jesús 17-11-83).

“¡Iglesia en Argentina! «Levántate y resplandece, porque ha llegado tu luz, y la gloría del Señor alborea sobre ti» (cf. Is 60, 1)” (Homilía de J. P. II en su segundo viaje a la Argentina, Bs. As., 10-Abril-1987).

Despertemos ante la Gloria del Señor que nos convoca a dejar atrás el mundo del “hombre viejo del pecado”: “A la maldad, pisadla, y la eliminarás (Jesús, 28-6-84). “Evangelizad. No lo olvidéis, Evangelizad” (Jesús, 3-12-89). “Les he dado el campo, les he dado las semillas, de aquí en adelante será tiempo de cosecha, No la descuiden porque Yo la veré, y ustedes la verán” (Jesús, 3-6-84).

Por tanto, evangelicemos de las Manos de María, proclamando la Gloria de Cristo que se manifiesta de modo creciente mediante la Aurora. “Aquel que rechaza a Mi Madre, a Mí me rechaza” (Jesús, 30-12-89).

No hay lugar para dubitaciones. Desenvainadas las espadas y puestas las manos en el arado, ¡avancemos! “Es todo un mundo que debe ser reconstruido desde sus fundamentos”, porque “se puede y se debe restablecer la armonía primitiva” (Pío XII); instaurar la “Civilización del Amor” (Pablo VI); “Cruzando el umbral de la Esperanza” (S. J. P. II). Tres consignas, un mismo objetivo: el Reino Glorioso de Cristo.

El trabajo que podemos realizar orientado a restablecer el orden de armonía original de la Creación, descansa en los dones que irradia la Aurora de María: sabiduría, santidad y poder. Debemos implorarlos, porque es tarea sobre-humana.

La tierra fue concebida en el plan de la Creación, como un Paraíso. Este no fue destruido, sino que fuimos expulsados de él a una tierra inhóspita que sólo produce abrojos y espinas (Gen 3).

A las puertas del Paraíso puso Dios un querubín con espada flamígera que lo guardara (id.). Hoy, el ángel ha cedido su lugar a María, Puerta del Cielo, verdadero Nuevo Paraíso de cuya tierra virginal fue hecho el Nuevo Adán, Cristo.

María precedió y condujo a Cristóbal Colón al Descubrimiento del Nuevo Mundo, Continente de María; signo profético del Mundo Nuevo que Viene.

María, Madre del Evangelio, Cristo; Primera Evangelizadora, ha de proveer a las necesidades de la gran familia humana de los hijos de Dios.

“Mira, que no tienen vino”, dice una vez más a Su Hijo. Mas, he aquí que las vasijas oceánicas desbordan de aguas, y de las aguas, o de los fondos oceánicos, podrán surgir nuevos continentes para albergar a una más inmensa humanidad. Un clima atemperado paras todos los lugares de la superficie terrestre permitiría aumentar la habitabilidad del planeta. ¿La energía?, pero si el espíritu domina la materia, hallará respuesta la cuestión. ¿Alimentos?: “vienen días en que el sembrador irá detrás del segador” (Amós 9, 13; cita del mensaje del 18-1-84). No una o dos cosechas anuales, sino varias, las necesarias, en todos los suelos y bajo todos los cielos. Todo es físicamente posible, bajo la Aurora de María.

“Confiad, Yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33).

La Madre de la Esperanza, Cristo, no nos abandona. Seamos apóstoles de la Esperanza.

Gracias hermano Hornero por predicar la esperanza.
San Juan Pablo II sobrevolando Luján, profetizó que "de la Argentina partiría la salvación del mundo".
Si se cumple, será la obra de la Madre y Señora.
Bendiciones!

Don Pedro.
Gracias por compartir este dolor.
Somos todos tan miserables que a un alma sensible al amor de Dios como la suya, el sufrimiento de ver a Nuestro Dulce Señor tan injuriado lo atormenta. "El amor no es amado!" gritaba entre llantos San Francisco!
Refugiemonos a los pies del Santísimo implorando la Misericordia Divina para nosotros y para el mundo entero.
Bendiciones.

La comprensión de la Creación como Misterio que nos convoca a despertar del sueño del "hombre viejo" es un hecho trascendente. Cristo "ha hecho todo nuevo" (Apoc21, 5) al asumir todo en Sí, ángeles, hombres y cosmos: “Todo reunirlo en Cristo, las cosas del cielo y las de la tierra” (Ef 1, 10); “En Él subsiste todo” (Col 1,17).

La sabiduría elaborada y reunida por los siglos, revelada por Dios, o alcanzada por la inteligencia racional, es de suma importancia en tanto llamada a ser transfigurada en el orden del conocimiento del “hombre nuevo” que se ha de manifestar en nosotros en la medida que Cristo se manifieste.

Porque la Creación es un misterio destinado a resplandecer como Reino glorioso de Cristo, creado “por Él, en Él y para Él” a fin de que tribute al Padre todo honor y gloria.

Nosotros hemos recibido el ministerio de participar en el Señorío de Cristo, que nos convoca a llevar adelante el plan de la Creación. Tarea que exige pasar los límites de la concepción del “hombre viejo”, integrando en la unidad la realidad del Cielo y de la tierra, de los ángeles y de los hombres, como ministros constructores del Reino.

La ciencia debe trascender sus fronteras actuales y penetrar en el orden inteligible de la realidad, es decir, en sus fundamentos profundos. De este modo contribuirá a restablecer las condiciones de la tierra como Paraíso que responde a las necesidades trascendentes de la humanidad mientras transita el camino que prepara la Venida del Señor.

El Amanecer de la Gloria de Cristo nos introduce en el Nuevo Día del Reino, Mundo Nuevo que exige de nosotros ejercer el señorío que Cristo nos participa como a ministros suyos a fin transformar la tierra cenagosa e inhóspita, en generosa morada de la gran familia de los hijos de Dios; una humanidad más inmensa que pueda extenderse sobre nuevos continentes, bajo un clima benigno para todos los lugares de la superficie terrestre, disponiendo de la energía necesaria para sus trabajos, de alimentos abundantes, de recursos no previstos que le permitan atender las cuestiones de la tierra y aún más allá de ella.

La Aurora de María nos ofrece la posibilidad de “hacer lo que Él os diga”, y transformar las aguas de las tinajas oceánicas en el buen vino que celebra las Fiesta de “las bodas del Cordero” (Apoc 19, 7).

Oscar Alejandro Campillay Paz: gracias por su aliento, y por la magnífica cita profética de S. J. P. II, que yo no conocía. Ella confirma lo anunciado por María del Rosario de San Nicolás acerca de la razón de su Misión que lleva adelante desde nuestra nación hacia "el mundo entero". Que el Señor nos permita comprender la dimensión profética de los tiempos que vivimos.

Visto que el misterio de iniquidad en acción no ha podido ser detenido por la Iglesia, y que opera en Ella de modo incontenible, hasta hacer previsible la manifestación del anticristo, parece llegado el momento en que debiera considerarse por parte de la autoridad de la Iglesia:

I -El reconocimiento explícito ante Dios y ante los hombres de tal situación de incapacidad por parte de los miembros de la Iglesia, Jerarquìa, clero y fieles.

II – Ofrecer a Dios solemnes y graves peticiones, reconociendo nuestro fracaso por la impotencia ante el avance del misterio de iniquidad.

III – Proponer a todos los cristianos y a los hombres de buena voluntad diversas vías de purificación que nos preserven del mal.

IV – Recurrir a la intercesión de la Virgen ante Su Hijo a fin de que Él provea el remedio contra la ignominia del demonio.

V – Orar a nuestra Madre con fe, humildad, confianza y fervor constante, pidiendo ejerza su Poder de La Señora Vestida de Sol y se digne pisar la cabeza del dragón infernal, y lo aniquile junto con sus secuaces.

VI – Como Conductora de su ejército de milicias angélicas, de bienaventurados y de sus hijos fieles que combatimos en la tierra, libre a la Iglesia, de la que es Madre y Reina, de la presente oscuridad y desfallecimiento, y la transforme en la nueva Iglesia de Luz, según lo anunciado por Ella, mediante el triunfo de su Corazón Inmaculado en el mundo.

VII – Disponer desde ahora el público y solemne agradecimiento a la Santísima Virgen por su Victoria absoluta y definitiva sobre satanás y los suyos.

Es necesario comprender que quienes vivimos hoy somos una generación apocalíptica en el pleno significado del término, es decir, contemporánea del Apocalipsis ya iniciado, participe necesaria de sus acontecimientos.

Gracias Don Pedro! En este mar de confusión, oscuridad y amargura, persecuciones, mentiras y engaños por doquier, es un gran aliento saber que no estamos solos, que quienes hemos sido bendecidos con el Don de la Fe en Nuestro Señor y Salvador Jesucristo compartimos las preocupaciones, las tristezas y amarguras, tanto como las esperanzas y alegrias en Cristo. Todo eso junto, sumado a la duda diaria de no saber que es mejor a los ojos de nuestro Buen Dios, que debemos hacer para agradarle complacerle y honrarle, dejar a los alejados, redarguirles, predicarles, rezar por ellos, interceder, esperar,?en fin, seguimos cerca insistiendo o los dejamos en manos de Dios… yo llegue a la siguiente conclusión, predicar el Evangelio, predicar a Jesucristo, rezar por todos los que están lejos, enseñarles todo lo que El Señor nos manda mas no juzgarlos… no callar LA VERDAD por difícil que sea de reivindicarla y esperar en El Señor su triunfo, diario en cada uno de nosotros, y final en los que están lejos. Dios los bendiga a todos gracias por ser fieles al Amor de Dios.

Vivimos en un tiempo en el que se está acelerando todo. En el que debemos, desde muestra conciencia, elegir entre la salvación de nuestra alma o el sucedáneo de nuestro ego.
"Fuera perros, hechiceros, fornicarios, homicidas, idólatras y todos los que aman y practican la mentira." (Apocalipsis 22, 11-15)

Creo sinceramente que Dios dispone el tiempo en el que vivimos y ha vivido la humanidad en etapas de mayor o menor intensidad. Esta etapa es intensa y una prueba en la que todos estamos en ella. La respuesta que demos es muy íntima y tiene que estar en sintonía con la Voluntad de Dios.
Señor: ayúdanos a despertar el Amor en todos los corazones. Que sea Tú Voluntad y no la nuestra, pero guía Tú nuestra Voluntad hacia el Camino correcto.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
Dulce Corazón de María, sed la salvación del alma mía.

Amigo Pedro Luis Llera:
Brevemente expreso que soy un fiel seguidor del padre Royo Marín, La Teología Moral para Seglares, la sigo con profundo asentimiento.
El Señor te bendiga y te guarde.