Tiá y las malas compañías



Hace unos días se celebró en Ávila el I Congreso de Turismo Religioso organizado por el Secretariado de Pastoral de Turismo de la Conferencia Episcopal Española. Asisitíeron el inefable mosén Sebastiá Taltavull, director del dicho secretariado al que acompañaba Josep Enric Parellada, director del Departamento de Turismo, Santuarios y Peregrinaciones, monje de Montserrat y hasta hace poco prior de esa comunidad monástica, Mons. Carles Soler, Obispo de Girona Obispo Promotor del Departamento de Pastoral de Turismo, Santuarios y Peregrinaciones, y Joan Mesquida, secretario de estado socialista del ramo.

En Germinans germinabit, cuyas ramificaciones alcanzan lugares insospechados para horror de nuestros detractores, hemos podido saber que Taltavull presumió de ser el próximo obispo auxiliar de Barcelona. Cuando se le acercaban a preguntarle por esa posibilidad, él respondía diciendo “todo va bien”, “ya está hecho” y frases similares.

Como bien sabemos, el secreto pontificio impide a quienes van a ser obispos el comunicar públicamente que han recibido una carta o llamado del Nuncio. Por tanto, Taltavull puede creer que va a ser obispo pero oficialmente no le ha sido comunicado. No sabemos si sus fuentes en Roma le aseguran que su elección es segura, pero debería mostrar un mínimo de prudencia en vista de lo que le ocurrió hace unos meses.

Allá por mayo Taltavull estaba segurísimo de ser el futuro obispo de Girona. Monseñor Soler era su principal valedor. O no conocen bien cómo funciona Roma o habrían comprendido que ese apoyo iba a jugar precisamente en su contra. También entonces se le felicitó por su segura promoción al episcopado, mientras él aceptaba complacido todas las muestras de alegría y apoyo. Hoy Taltavull no es el obispo de Gerona y puede que dentro de unos meses siga sin ser el obispo auxiliar de n.s.b.a. cardenal.

Quizás crea que su presencia en la Conferencia Episcopal es un plus de garantía sobre su cualificación para ser obispo. Pero una cosa es ser amable con todos, recibir sonrisas de quienes trabajan o se pasan por el territorio de Rouco y Camino y otra muy distinta el creer que eso basta para poder pasar el filtro que lleva hacia el báculo. Precisamente el tenerle cerca de aquellos que más influyen en Roma sirve para que le conozcan mejor. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda y Tiá sigue siendo un miembro más del sector progresista del clero. Y la Santa Sede, como bien ha podido comprobar monseñor Sistach, no está por la labor de dar un paso atrás en la elección de obispos para Cataluña. El dime con quién andas y te diré quién eres sigue siendo válido. Y basta ver la foto que acompaña a este artículo para saber porqué es bastante difícil que Taltavull sea obispo en la iglesia catalana y española.

Patianus

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