La ardua marcha por la Vida
Sigue la Marcha por la Vida en Barcelona. El recorrido es corto: desde el Hospital de San Pablo, a la Sagrada Familia, bajando por la Avda. Gaudí. Es corto, pero hemos de hacerlo una y otra vez, un mes tras otro, hasta que aprendamos a andar este camino, que no es nada fácil. Nuestra marcha quiere ser una alegoría de la que ha de emprender la sociedad: alejarse de la muerte que nos trae el aborto (Hospital de San Pablo) para dirigir sus pasos hacia la vida que triunfa en la natividad (fachada de la Natividad de la Sagrada Familia). Pero se nos hace muy cuesta arriba: ahora estamos recorriendo un camino muy difícil porque en esta lucha por la vida nos hemos dormido en la indolencia y hemos perdido una batalla tras otra sin soltar ni un ay.

Estamos ante una crisis económica muy profunda. Pero esta crisis no nace de una sequía pertinaz, ni de una catástrofe natural. Nace de la maldad humana. Nace de asentar unas relaciones económicas cuyo objetivo no es otro que la extorsión progresiva de personas, familias, empresas y países hasta su asfixia total. El propio sistema del endeudamiento basado en los intereses y en su progresión, es intrínsecamente malvado. Lo que ocurre es que somos tan del sistema, que estamos encantados con él. Igual que los esclavos en su día eran incapaces de entender el mundo sin la esclavitud, y la aceptaban como nosotros aceptamos las hipotecas: algo así como el endeudamiento vitalicio. No fue distinto mucho más adelante con los siervos. Cuando se extendió la revolución francesa aquí en España, pronto tomaron cuerpo el Partido Liberal y el Antiliberal, llamado también “Servil”. Pues lo mismo que hoy los amigos del sistema financiero con toda la servidumbre que nos impone (“esclavitud” la llaman otros).
En varias ocasiones su Web ha analizado con detalle la situación del catolicismo en Mataró. Tengo que decirles que les sigo con atención y que acostumbran a dar en la diana. Es por ello que me he decidido en enviarles el recordatorio de la Misa de acción de gracias por los 50 y 25 años de matrimonio que se celebró el pasado 23 de octubre en la Basílica de Santa Maria de Mataró.
Santa María de Vilafranca: el secuestro de cada año