¿Es posible salvar a jesuitas, claretianos y escolapios en Cataluña de ellos mismos?

1-Todos las canónicas regulares de Cataluña llegaron hasta el siglo XVI. Eran siete abadías y veintidós prioratos, sin tener en cuenta las siete canónicas anexas a las sedes episcopales. Unos sesenta canónicos regulares en total. Después de una visita apostólica solicitada por Felipe II, el Papa Clemente VIII las suprimió y secularizó el 1 de agosto de 1592 por medio de la bula Sacer et religiosus monachorum status por su falta de cultura, espiritualidad, moralidad, vida regular y organización, -no tenían provincial, ni capítulos, ni visitadores-. Acababa la historia, como comunidades de religiosos regulares, de Sant Vicenç de Cardona, Sant Pere d’Àger, Santa Maria de Vilabertran, Sant Joan de les Abadesses, Santa Maria de l’Estany, Santa Maria de Besalú, Santa Anna de Barcelona …

2-Los jesuitas entran en España el 1539 por Cataluña. En 1545 fundan su primera casa en nuestro Principado, la comunidad de Barcelona. Los escolapios entran en España por Cataluña. La primera casa en la península es la de Guissona, más tarde la emblemática fundación de Moià de 1683. Son nuevas congregaciones en el marco de la renovación religiosa de la contrarreforma.

3- Por su fama de observancia y vida apostólica, el Consell de Cent de Barcelona pide a los franciscanos capuchinos que vengan a fundar a la ciudad, pese a la oposición del rey. Desde Nápoles llegan los frailes que el 1578 fundaran un convento, provisionalmente en Montjuic y la rectoría de la parroquia de Sant Gervasi. Por iguales motivos, diversos presbíteros y seglares, ardientes del deseo que llegue a Barcelona la reforma de la vida iniciada por Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, llaman y facilitan la fundación en 1586 y 1588 de los y las carmelitas descalzos y descalzas respectivamente. Son las primeras casas en Cataluña. En ambos casos, capuchinos y descalzos/as son reformas de órdenes anteriores, franciscanos y carmelitas “calzados”, entradas en una fase de decadencia. En ambos casos, la contrarreforma acaba por despertar los corazones de estos últimos y se ve revitalizada la vida religiosa de las ramas “calzadas”.

4- El mismo espíritu de recuperación del celo fundacional penetra en los dominicos. No hace falta ninguna segregación ni escisión. La Sabiduría hace que algunas de las casas se conviertan en “recoletos”, allí van a parar los frailes mas celosos, saneamiento que acaba por penetrar a todas las casas por “irradiación”. Se ora mucho, se estudia mucho. Durante los siglos XVI y XVII viven una segunda juventud. Durante esta nueva renovación se abren las casas de Tortosa, Vic, Els Monjos, Brufaganya, Peralada. Otras órdenes acaban salvándose por medio de concentrar en algunas los religiosos más ardientes de volver al espíritu fundacional.

5-Cartusia nunquam reformata, quia nunquam deformata.

Miles de alumnos cursan sus estudios en colegios de los claretianos, jesuitas y escolapios en Cataluña. En los de estos últimos cerca de 20.000. ¿Cómo es posible que entren mas vocaciones catalanas en los maravillosos carmelos descalzos femeninos de Tiana y Vic, monasterios de clausura nada progres y sin resorte escolar alguno, que en las tres congregaciones mencionadas juntas?

Senegal es una cantera de vocaciones para la provincia escolapia catalana. La India lo es para jesuitas y claretianos. ¿Solo es por causa del subdesarrollo? ¡Pues sí que valoran sus propias vocaciones nacidas de sus propias misiones! ¿No es este un argumento orgulloso, casi colonial, nacido de un espíritu de superioridad –al fin y al cabo el gran drama del progresismo-? ¿Acaso no hay mucho que aprender de celo religioso y autenticidad de sus hermanos “tercermundistas” de congregación?

¿No se han convertido las casas y comunidades de claretianos, jesuitas y escolapios en Cataluña en poca cosa mas que una especie de “fonda” (hostal) dorada donde una serie de señores, que van por libre de su virtual comunidad, recalan un rato para llenar el estómago con comida caliente cocinada a la tradicional y procurarse ropa limpia?

¿Qué han hecho del espíritu fundacional y de aquella ilusión que llevó a estos religiosos a entrar a sus congregaciones respectivas?

¿No es sintomático que estas tres congregaciones, que en Cataluña padecen una desoladora crisis vocacional, son las que más amistades peligrosas mantienen con el poder político imperante -ahora y aquí el PSC- y más propagan teología progresista? ¿No es patético observar como la reflexión de su crisis es apartada mediante el humo de un discurso antivaticano y antijerárquico que intenta esconder el gran fracaso?

Las tres congregaciones son productoras en Cataluña de esperpénticos personajes que no son metidos en vereda (“ningú els hi pica la cresta”) por sus provinciales, muchas veces porque son ellos mismos los provinciales.

Antonino Pius ya dió en la diana en Germinans con su fino olfato en sus artículos dedicados a este ocaso: Claretianos y socialistas de 18/03/2009, Jesuitas en Cataluña, de 27/02/2008 y Intermon y el Provincial de los Jesuitas, de 13/08/2008 y Los maristas de Cataluña a favor de Educación Para la Ciudadanía, de 28/05/2008. Un servidor ya habló del despiste escolapio (ver: Los “pájaros” de la escuela católica), el 24/04/2008.

La lista es larga. Antoninus Pius ya nos habló de la ONG Intermon del jesuita Lluís Magriñà (Barcelona, 1946). Se podría hablar de los claretianos Pere Codina y Mas o Màxim Muñoz y Duran; de los jesuitas Faus, Ignasi Salvat, el exprovincial Pere Borràs; de los escolapios Narcís Canet, Hoy me gustaría centrarme en uno de estos religiosos ahuyenta vocaciones: el padre Nogués.

Ramon Maria Nogués y Carulla -el de la foto-(Barcelona, 1937), escolapio, que enseña genética desde hace cuarenta años en la Universidad Autónoma de Barcelona como catedrático de Antropología Biológica, no comparte la posición oficial de la jerarquía eclesial de rechazo al denominado bebé-medicamento. Según él mismo: “No se puede decir que el embrión sea persona, al menos antes de la implantación uterina [la pseudoteoría del “pre-embrión”, es decir afirmar que hasta el catorceavo día des de la fecundación el embrión es solo un “conglomerado de células”, y por tanto no es un humano]. Es cierto que es un proceso eugenésico, admite, y “hay que ir con precaución” porque “no todo vale", pero “puede haber actuaciones". Es decir vale todo depende, como la canción:

Y añade, que observa “un proceso de involución en las estructuras oficiales de la Iglesia”. Ramon Maria Nogués se sumó en diciembre de 2005 a un manifiesto en contra la beatificación de Juan Pablo II, acusándolo de reprimir a los teólogos de la liberación y de haber sido tolerante con los regímenes militares en América Latina. Junto a el Jaume Botey y Casimir Martí. Y el omnipresente (y feo) Juan José Tamayo. En 2008, el Padre Nogués en Gerona habló sobre “la necessitat de refundar l’Església” en el marco de la Diada pel Respecte a la Pluralitat en l’Església que anualmente organizaba Església Plural. No por casualidad el padrecito escolapio, colaborador de la Fundació Vidal i Barraquer, es vocal de la Junta Directiva de la pijoprogre Asociación Cristianisme al Segle XXI. Sant Gervasi caput mundi.

Quinto Sertorius Crescens

Germinans germinabit